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CUARTO CAPITULO: EL CONSEJO DE SIRIUS Y LA TRAMPA DE MALFOY
Harry se había olvidado por completo de quedar con Hermione. Se acordó cuando se iba a dormir, así que entró en la habitación y revisó que Ron dormía. Después cogió su capa invisible, se la echó por encima, y se dirigió al cuarto de las chicas. Abrió la puerta con cautela, todas dormían. Se acercó a la cama dosel de Hermione, abrió las cortinillas, y le sopló en la oreja Ella ni se inmutó. Plan B.
-Hermione-le susurró-soy yo, Harry, despierta
-Harry...-entreabrió los ojos-cierras las cortinas, si te pillan...
-Ya lo sé-dijo obedeciendo-me podría caer una gorda, pero tenía que verte
Hermione se enderezó en la cama.
-Vamos a algún sitio, quiero estar un rato a solas contigo-murmuró Harry
-Sí, pero... espera fuera a que me ponga la ropa
Harry hizo lo que le mandaba. Pensaba en un sitio en el cual no los pudieran encontrar, en el cual tuvieran intimidad.
-Harry-preguntó en susurros Hermione saliendo de la cama-¿dónde estás?
Harry la cubrió con la capa.
Los dos anduvieron un buen rato, al final salieron del castillo.
-Hermione, he estado pensando en que, a lo mejor, se lo podríamos contar a Hagrid, él siempre nos da buenos consejos
-Pero... ¿y si se lo dice a Ron?-se alarmó Hermione
-No lo hará, estoy seguro
-Entonces... vamos
-¿Ahora?-se sorprendió Harry
-Ahora, o nunca
Los caminaron hasta la casa de Hagrid. Llamaron a la puerta. Los ladridos Fang debieron despertar a Hagrid, que abrió la puerta y no vio a nadie.
-¿Quién...?
-Somos nosotros, Hagrid-se apresuró a decir Harry antes de que Hagrid cerrara la puerta
-¿Harry?
-Sí, ¿puedo... podemos pasar?
-Claro... pero ¿no crees que es un poco tarde?-dijo cerrando la puerta, al momento que Harry y Hermione se despojaban de la capa, se dejaban ver
-¿Ron no...?
-Ron no nos debe ver juntos-dijo Harry agarrando la mano de Hermione
-Hermione, ¿tú y Ron no estabais juntos?¿no erais novios
-Y lo seguimos siendo...-dijo Hermione ruborizándose
-¡Harry!¡es tu mejor amigo, por el amos de Dios!
-Ya... ya lo sé
-¿Veníais a confiarme esto?
-Sí, teníamos que contárselo a alguien-dijo Harry
-Pues me parece que no solo lo va ha saber Hagrid-pronunció una voz, muy familiar para Harry, de un hombre que salía de la penumbra
-¡Sirius!
-Hola Harry, Hermione
-Yo... no se que decir
-No hace falta que digas nada... estas cosas pasan, yo mismo...-Sirius dudó un segundo-... tu madre salía conmigo antes de que la conquistara tu padre, Harry
-¡Tú y mi madre...?
-Sí, pero me lo explicaron, creo sinceramente que se lo deberíais contar a Ron, si se entera por otros medios será mucho peor
-Ya...
-Bueno Hagrid, tengo que irme, a sido un placer veros-Sirius pasó por el lado de Harry y le murmuró algo al oído que solo su ahijado pudo oír-:mándame una carta cuando se lo hayáis dicho, me cuentas cómo y qué tal se lo tomó, y también cómo os sucedió esto ¿eh?
Harry asintió. Sirius se transformó en el perro, Hagrid le abrió la puerta de la cabaña, y Black salió galopando.
-Nosotros también nos vamos
-Hacedle caso a Sirius, contándselo a Ron
-Sí, lo haremos-dijo Harry decidido-. ¡Hasta luego!-dijo cubriendo a Hermione con la capa que él ya llevaba encima. De repente se acordó de algo-. Espera Hermione, Hagrid...
-¿Qué?
-Cada vez que Malfoy se meta contigo dile Muffy, así es como...
-Lo llama su novia, lo sé. Bueno, ahora que vosotros me habéis contado varios secretos... la verdad es que no os lo debería contar, pero... en fin, su novia es lo que él llama una sangre sucia... pero él no lo sabe...
-¡Qué fuerte!. ¡Gracias Hagrid!
Salieron de la cabaña cubriéndose con la capa. Se dirigieron hacia el lago, hacia una orilla de este que no se veía desde el castillo. Allí, en ese lugar, Harry había creado un verdadero Especto Patronum, un conjuro para espantar a los dementores.
-Harry, siento mucho lo de esta mañana, pero...
-No lo podías evitar
-Los dos se sentaron en el verde de suelo, Hermione apoyó su cabeza en el hombro de Harry. Él le besó la frente. Hermione levantó la cabeza y lo miró. Lo besó.
-Te quiero-dijo levantándose-¡Te quiero mucho!-chilló entrando en el lago
-¡Estás loca!
-¡Más que en primer curso!¡lo admito!-le gritó desde el agua
Harry se metió en el lago con ella de una carrera.
-Mañana se lo contaremos a Ron ¿eh?-dijo Harry quitándole la camiseta
-Sí, mañana
Harry despertó sofocado, y su almohada estaba empapada de sudor, había tenido una terrible pesadilla; los tres mortífagos, Malfoy, Crabbe y Goyle, mataban a Dumbledore, o lo secuestraban (Harry no se acordaba bien de esa parte del sueño), y se apoderaban de Hogwarts. Mataban a Ron y a Hermione, con la prohibida maldición Avada Kedavra, al intentar, estos, salvar a Harry de los dementores que intentaban darle el beso fatal. Harry ya no recordaba nada más, bueno, en realidad si que recordaba algo; quizás, después de la pesadilla, no despertó, soñó otra cosa, pero de esa otra cosa solo recordaba a Sirius besando a su madre. Harry forzó su mente, tenía que haber algo más. Pero nada, ni su padre, ni Colagusano, ni Remus Lupin, ni siquiera Lord Voldemort tenían algo que ver en el sueño. Eran las ocho y media, y Harry empezaba a tener hambre, así que despertó a Ron, se cambiaron y bajaron al Gran Comedor. Mientras andaban, Harry le contó a su amigo todo lo de Malfoy, alegando que había ido a ver a Hagrid la noche anterior para contarle lo de Muffy, y se lo había revelado.
En la mesa de Griffindor Hermione parloteaba con Claire, la golpeadora, mientras se comía una tostada con mermelada.
-Hola-saludó Claire. Hermione se giró y miró a Ron y a Harry, que levantaron la mano a modo de saludo a la vez
Mientras desayunaban, Hermione miró a Harry, algo que este interpretó como un <<¿Cuándo se lo decimos?>>, a lo que Harry respondió con un gesto de la mano que quería decir <<Luego, luego>>, y, después, mirando por el rabillo del ojo le indicó que los de Slytherin estaban cerca.
Después de desayunar Ron y Harry se fueron a Adivinación, a la cual se habían apuntado Malfoy y sus secuaces, Crabbe y Goyle, únicamente para molestar a Ron y a Harry, y Hermione a Aritmancia. Ron le dijo a Harry que no había investigado más sobre lo de los mortífagos, pero que se lo podrían decir a Dumbledore, y quitarse el problema de encima.
-Hola queridos míos-dijo la profesora Trelawney-este año empezaremos a aprender a leer las cartas astrales, algo que sé que muchos de vosotros habéis estado esperando durante todos estos años-Parvatti Patil y Leavender Brown emitían pequeños chillidos y risas nerviosas. De repente la profesora miró a Harry con horror
-Descansa en paz querido amigo-le murmuró Ron a Harry al oído-, lo siento por ti, pero ha llegado tu final
-¡Dios santo!-chilló la profesora Trelawney-¡¿cómo has podido hacerle esto?!-dijo señalando a Ron. Harry tragó saliva con fuerza, <<Que no lo diga>>deseaba mentalmente-¡Oh!-Malfoy le dijo algo a sus compañeros de mesa entre risitas que Harry no pudo oír
De vez en cuando, muy, pero que muy de vez en cuando, la profesora Trelawney adivinaba cosas. En ese caso lo había hecho.
La profesora caminó hacia Neville, el cual se puso pálido como un muerto. Cuando esta se hubo alejado lo suficiente de Ron y de Harry como para no oírlos conversar, Ron dijo en susurros:
-Esta tía está loca, cada año estoy más seguro de ello, ¿qué me puedes haber hecho tú?
-Ron verás... ella... yo... te lo...-Ron se puso un dedo en al boca, la profesora se acercaba
Terminó la clase de Adivinación, Ron y Harry bajaron por la escalinata de la trampilla, Malfoy los esperaba abajo con una extraña sonrisa de oreja a oreja. Ron lo miró.
-¡Hasta luego Muffy!-le dijo pasando por su lado
-¡Hasta nunca desgraciado!
Ron se volvió; levantaba el puño con furia.
-¡¿Qué has dicho?!
-Des-gra-cia-do-le contestó Malfoy acercándose-. ¿Aún sigues con esa sangre sucia, Weasly?
-Sí, al igual que tú
-Pansy no es ninguna sangre sucia, si a eso te refieres
-Sí lo es, ¿todavía no te has enterado?, lo sabe casi todo el colegio-mintió Ron dándose la vuelta
Malfoy estaba rojo de ira, casi le salía humo por las oreja.
-¡Al menos ella no me engaña con mi mejor amigo!-le gritó
-¡Hermione no hace eso!
-¿A no?, ¡díselo tú, Potter!¡dile qué pasó después de la fiesta!¡dile qué pasó en los baños de los prefectos!¡dile lo qué pasó anoche en el lago!
Ron miró a Harry preocupado.
-¿Qué dice?tú...-miró los ojos de Harry abiertos de par en par-tú... anoche estuviste en la cabaña de Hagrid... y... y, después de la fiesta con una de Ravenclaw... y, tú no has ido al baño de los prefectos en lo que llevamos de curso... ¿verdad, Harry?
A Harry le temblaba el labio Una sonrisa se dibujaba en la cara de Malfoy.
-Ron, ¿podemos hablar luego?, hay mucha gente y...
-¡¡ME DA IGUAL LA GENTE!!-bramó Ron-¡¡¿CÓMO HAS PODIDO?!!
-Ron... yo... en la fiesta... ya sabes... todos nos pasamos con los licores... te juro que no me acordaba de nada...-dijo Harry con un finísimo hilo de voz
-¡Y las demás veces!-gritó Ron con amargura
-Veras... ella... yo... te lo pensábamos contar hoy
Lo último que recordaba Harry era la varita de Ron en alto echando chispas de colores por la punta.