Capitulo 1 Capitulo 2 Capitulo 3 Capitulo 4
Capitulo 5 Capitulo 6 Capitulo 8 Capitulo 9

Capitulo 10

 

CAPITULO SIETE: LA TRANSFORMACIÓN

 

                Defensa contra las Artes Oscuras, esa era la única clase que todavía no habían dado, porque aún no habían encontrado un tutor para la materia. Todos los años habían tenido un profesor diferente, decían que esa asignatura estaba gafada. Cuando llegaron al pasillo de la clase, Harry, Ron y Hermione chasquearon la lengua a la vez; los de Slytherin también tenían esa clase en común con ellos.

                La puerta se abrió y todos entraron curiosos, pero dentro no había ningún profesor. Los alumnos se sentaron y se pusieron a cuchichear.

                -¿Quién será?-se preguntaba Ron en voz alta

                -Quién sabe, quizás vuelva Lupin-decía Harry

                -Ojalá tengas razón. Lupin era genial-añadía Hermione

                El pomo comenzó a girar y todos se cayaron al instante y miraron hacia la puerta. Snape entró en la clase.

                -Hola, soy el nuevo profesor de Defensa contra las Artes Oscuras, no quiero preguntas. Empecemos: abrid el libro por la página 147-todos le obedecieron al instante-. Los Mortífagos-comenzó Snape-: Seguidores de Voldemort, traidores, e inpostores, que no son capaces de dar la cara, y se cubren con máscaras. Todos llevan esta marca tatuada en el brazo-Snape se remangó y todos pudieron admirar el tatuaje-yo ya no soy uno de ellos, pero lo fuí, y todos los minutos me arrepiento de ello...-Snape continuó explicando, pero Harry no le prestó atención

                Harry sabía perfectamente por qué hacía eso Snape; si Malfoy, Crabbe o Goyle no estuvieran allí, hubiera empezado por el principio, pero quería que todos conocieran su odio hacia los seguidores de Voldemort, o que algún alumno descubriera a los espías.

                -...bien, ahora poneos en parejas, y buscarles las Marcas Tenebrosas

                -Pero profesor-dijo Neville-no creo que ninguno de nosotros sea un mortífago

                -Eso ya lo veremos Longbottom, ya lo veremos

                Crabbe y Goyle no dudaron un instante y se pusieron juntos, Malfoy se quedó solo, y la verlo, Harry tuvo una buena idea: antes de que Pansy Parkinson se acercara al mortífago, Harry gritó:

                -Profesor, yo no tengo pareja y Malfoy tampoco, ¿me permite ponerme con él?

                -Claro Potter

                Su idea había funcionado a la perfección.

                -Pero, profesor, yo iba con...

                -¡Me da igual con quién se fuera a poner, Potter se ha ofrecido voluntario, y aquí el que manda soy yo!-bramó furioso Snape

                -¡Se está pasando!-le respondió Malfoy, que quería era deshacerse de la clase como fuera-¡se lo diré al director!¡se va a enterar!

                -¡Pues ya puede ir!, ¡y yo voy con usted a explicarle lo ocurrido!

                La puerta se cerró de golpe detrás de Snape.

                -¡¿Habéis visto?!-dijo Neville emocionado-¡¿cómo es posible que Snape le haga eso a su alumno predilecto?!¡seguro que Dumbledore le ha hechado un imperius y por eso actúa así!

                -No lo creo Neville, se ve que Malfoy le ha hecho algo Snape que lo ah puesto furioso, y ya sabeis como se pone el profesor cuando le tiene manía a alguien-le desilusionó Dean Thomas

                Harry, Ron y Hermione sonrieron al saber algo que lo demás ni se imaginaban.

 

                -Animagos-comenzó la profesora McGonagall-, otros años ya los habéis estudiado, pero nos obligan a volver a repetirlo todo este año, ya que se han descubierto muchos ilegales, y por ese motivo os tenemos que transformar en vuestro animal predilecto y ver las características de cada uno, por si acaso se os ocurre convertiros en animagos en el futuro. Esto nos llevará todo el trimestre, ya que no os podéis transformar a la primera, antes tenéis que estudiar un poco, de todas formas, todos los que tengáis algún pariente animago salid aquí un momento-Ron, Seamus, Neville y dos chicas de Ravenclaw se levantaron-he dicho que vengáis aquí, no os voy a hacer daño-los aludidos le hicieron caso-, Harry, tu también, no te hagas el tonto-la profesora sabía lo de su padre-. ¿Ya estamos todos?... Hermione, te he enseñado mucho para que ahora me hagas esto.

                -Pero usted a dicho que salieran los que tuvieran parientes animagos, y yo no tengo ninguno.

                -Bueno, pues salid los que sepáis transformaros-Hermione y otro chico de Ravenclaw se acercaron a la pizarra-¿todo bien?, eso parece... ¡transformaros!

                Terry Boot, una chica de Ravenclaw, se transformó en un hermoso corcel blanco, Lisa Turpin, otra de Ravenclaw, se convirtió en una ardilla con una larga cola, Brad Thomson era un atemorizador guepardo, un pequeño canario debía ser Neville, Seamus y Ron no se habían transformado, pero junto a ellos había un majestuoso ciervo, y en uno de sus cuernos estaba posado un oscuro cuervo que chasqueaba el pico con fuerza. <<¿Hermione?>> se preguntó Harry mirando hacia sus astas. Sí, era ella.

                -Bien, apuntemos vuestros datos; Boot, Terry: corcel blanco, manchas marrones en las patas y crin y rabo negros. Siguiente... haber... Finnigan, Seamus, aún nada. Granger, Hermione: cuervo, negro completamente, cola con brillos azules-la profesora caminaba a lo largo de la fila de animales-. Longbottom, Neville: canario amarillo brillante, alas y cola verdes, patas naranjas y pico rojo el superior y naranja el inferior. Potter, Harry: ciervo marrón con brillos escarlata, cuernos fornidos, marcas negras alrededor de los ojos y una mancha con forma de rayo en la frente de color ocre. Thomson, Brad: guepardo muy manchado excepto el rabo ligeramente anaranjado. Turpin, Lisa: ardilla marrón con múltiples brillos negros, pata izquierda trasera completamente negra y larga cola. Y por fin... Weasly, Ron: tu tampoco tienes práctina, ya te saldrá-la profesora se paró en seco y añadió-volved a vuestra forma original, por favor-eso hicieron, y se sentaron cada uno en su sitio-. Ya habeis visto esto, solo hay una pega, ¿quién de vosotros no quiere ser una animago, y así no tener que estudiar todo esto?-exceptuando a una chica de Ravenclaw, y a Dean Thomas, todos los chico levantaron la mano-. Los que ya lo seáis no podeis levantarla-le dijo a Seamus mientra apuntaba todos los nombres-. Pues siento deciros que lo vais a tener que estudiar de igual forma, solo que al final os borraremos todo de la cabeza a los que no queríais serlo

                -Pero, profesora, yo he dicho que no porque no quería estudiar-le razonó Parvatti Patil

                -Ya lo sé Patil, pero si no lo fuéramos a dar en clase ¿a que nunca estudiarías para serlo?

                -No, tiene razón

                La clase había sido divertida.

                -Se ve que has heredado el talento de tu padre, Harry-dijo Hermione

                -¿Y tú?, ¿cómo lo has aprendido?-le preguntó Ron a la chica

                -Este verano, ya te he dicho que lo pasé con la profesora, y ella me enseñó. Pero, Ron, no sabía que alguno de tus padres fuera un animago

                -Y no lo son, pero porque no quieren serlo, mi abuelo lo era, y también mi bisabuelo

 

                Al día siguiente, en la clase de transformaciones, la profesora McGnagall sacó a Ron y a Seamus para volver a probar.

                -Vamos a ver si lo conseguimos. Concentraos; estais en una situación de la que solo podeis escapar si os transformais. ¡Venga, vosotros podeis!-les animó

                De repente un pelirojo zorro y un temible cocodrilo yacian en el suelo. La profesora apuntó sus descripciones.

                -Finnigan, Seamus: Cocodrilo, pezuña de la pata derecha delantera rota y protuberancias muy marcadas y la décimo quinta muy picuda y sobresaliente. Weasly, Ron: Zorro pelirojo, con brillos marrones y oreja izquierda levemente mordida. ¿Algo más?, sí: cola con mechas marrones. Perfecto. Ya podeis volver a vuestra forma original.-los dos muchachos obedecieron al instante-. ¡Ah!, Ron, se me olvidaba, si la profesora Trelawney predice tu muerte vigílala, todos dicen que desea una bufanda de piel de zorro-ese comentario hizo que la clase estallara en risas, para disgusto de Parvatti y Leavender

 

                En el almuerzo todos los alumnos de séptimo, fuera cual fuese su casa, hablaban de lo mismo: los animagos, y miraban a los que lo eran. De repente, el gran portón de entrada a la sala se abrió de golpe, y la profesora Trelawney entró furiosa, con los puños apretados y señalando con odio a la profesora McGonagall.

                -¡TÚ!-bramó-¡una cosa es que no te caiga bien, y otra muy distinta que me critiques delante de tus alumnos!¡no les das ningún buen ejemplo!

                -Y una cosa es que tú te dediques a adivinar el futuro, y otra muy distinta que los atemorices diciéndoles que van a morir, Sybil-dijo la profesora McGonagall sin prestar mucha atención a la cara de odio de la otra profesora

                El Gran Comedor estaba en silencio.

                -¡Minerva!¡yo no los atemorizo!¡la bola se puede equivocar ¿sabes?!

                -¡¿Cómo que no los atemorizas?, cada año, un chico de mi casa viene aterrorizado a decirme que lo proteja!¡¿Eso es no estar atemorizado?!¡pues ya me dirás tú lo que es!

                -Estos chicos se asustan muy pronto...

                -¡Neville, Harry, Seamus!¡poneos en pie, y explicarle uno a uno las predicciones que ella dice que no son atemorizantes, por favor!

                Neville comenzó.

                -Cuando estaba en quinto usted me dijo que iba a morir de una forma muy dolorosa y lenta, en tercero me dijo que El-Señor-Tenebroso vendría a por mí, en...

                -Basta Neville, continúa tú, Harry

                -Todos los años que llevo dando clase con usted me dice que voy a morir, pero...

                -Seamus, sigue

                -Pero profesora-dijo Harry-en tercero predijo algo que se cumplió, dijo que el vasallo de Vold... Quien-Vosotros-Sabeis se reuniría con él

                -De vez en cuando acierta, no te niego eso, pero Seamus, habla tú ahora

                -El año pasado predijo que mis padres iban a ser asesinados por El-Señor -Tenebroso, y me tiré todo el año escribiéndoles cartas

                -Ya lo ves, y aún hay más, Sybil

                -Vale, me has vencido esta vez, pero esta te la guardo, tenlo en cuenta-salió de la habitación y cerró las puertas tras de sí con un sutil movimiento de la varita

                Todos los alumnos se decepcionaron, pensaban que iba a haber pelea.

 

  Volver al giratiempo