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CAPITULO
OCHO: LA DESAPARICIÓN DE WINKY EN EL BOSQUE PROHIBIDO
Lo que les quedaba de Septiembre
transcurrió tranquilo, las clases de Pociones y de Defensa contra las Artes
Oscuras, aunque tenían de profesor a Snape y las daban con los de Slytherin,
les divertían, en las de Transformaciones seguían con el tema de los animagos,
Historia de la Magia continuaba igual de aburrida que siempre, Encatamientos
nada nuevo, y en Adivinación la profesora Trelawney había dejado de
predecirles muertes a los alumnos, pero ahora lo hacía con la profesora
McGonagall. Pero a principios de Octubre, mientra Harry dormía, algo saltó
sobre su estómago.
-¡¿Dobby?!¿qué haces aquí? solo son las cinco
y media-gritó Harry
-Dobby tiene un prblema, señor Harry Potter,
Winky, la elfina ha desaparecido, y Dobby tiene mucho miedo
-¿Qué pasa Harry?¿a qué vienen esos gritos?-Ron
había despertado-pero... ¿eres idiota? son las cinco y media-añadió con los
ojos cerrados después de mirar el reloj
-¡No insulte al señor Harry Potter!-chilló Dobby
saltando sobre el estómago de Ron-¡Dobby piensa que usted es malo, porque
insulta al señor Harry Potter!
-¿Dobby? ¡oh!, lo siento
-Dobby ya no está enfadado con el señor Ron
Weasly, pero aún sigue asustado por la desaparición de Winky
Neville bufó.
-Vamos a la sala común, aquí podemos despertar a
más gente. Ve a llamar a Hermione con la capa invisible, Ron, por favor-le
indicó Harry arrojándole la capa a las manos
Harry y Dobby bajaron a la sala común y se
sentaron en uno de los sillones.
-Veamos, Dobby ¿cuándo fue la última vez que
viste a Winky?
-Ayer noche, señor, Dobby notó que Winky estaba
muy bebida, y la llevó a su respectiva litera
-¿Los elfos domésticos tenéis cama?-dijo
Hermione, que bajaba en bata seguida de Ron, que bostezaba
-Solo los de Hogwarts, señorita, y en las casas en
las que nos tratan bien
-¿Nos las podrías enseñar?
-Claro señor Harry Potter, vamos
Dobby se agarró a la manga del pijama de Harry y
empezó a tirar con fuerza.
-Espera, espera-dijo Harry bostezando-estamos a
principios de Octubre, y hace frío, Ron ¿vienes a coger las batas?
-Claro
Los dos chicos subieron a la habitación y se
abrigaron. Cuando bajaron se encontraron a Hermione consolando a Dobby en su
regazo.
-Entonces, ella te gustaba
-No, Dobby... Dobby la quería mucho, pero ha Dobby
no le gustaba Winky
-Hermione, déjate de tonterías sentimentales, y vámonos
por favor-dijo Ron
-Eres... ¡oh!
Los tres chicos y el elfo llegaron hasta el cuadro
por el que se entraba a las cocinas, le hicieron cosquillas a la pera, y después
de girar el pomo entraron. Algún elfo que otro preparaba aperitivos. Dobby los
condujo hasta una puerta que había detrás de una gran nevera. Los cuatro
entraron y comprobaron que ese era el cuarto de los elfos; repartidas por las
cuatro paredes de la habitación había ocho literas, que tenían unas veinte
camas hacia arriba, en las que dormían los elfos.
-Aquí duerme Dobby, señores
-¿Y dónde duerme Winky?
-Sigan a Dobby
El elfo los llevó hasta una de las grandes literas
y empezó a subir por una inestable escalinata.
-Ustedes no pueden subir, o se rompería-les
advirtió
Dobby se detuvo en la decimo primera litera.
-Aquí duerme la elfina Winky
Ron sacó los omniculares que le había regalado
Harry en los Mundiales de Quidditch y miró hacia la cama. Esta tenía unos
pequeños cajoncitos.
-¡Dobby!¡abre los cajoncitos!-le pidió Ron
-Claro, Dobby es un elfo doméstico muy obediente
En ellos había varias botellas de cerveza de
mantequilla, y en el último una de hidromiel, al verla Dabby la agarró y bajó
a toda prisa. En el suelo, se la entregó a Harry, se mordió los dedos y empezó
a correr en círculos.
-¡Ayayayayay, ayayayayay!-chillaba
-¿Qué ocurre Dobby?
-¡Dobby piensa que Winky puede haber muerto, la
hidromiel es muy fuerte, muy pero que muy fuerte para los elfos domésticos!
-Voy a subir-anunció Harry decidido-debe de haber
algo más
El chico agarró con fuerza la barandilla de la
pequeña escalinata y comenzó a subir tambaleándose.
-¡Harry!-gritó Hermione-¡baja!¡yo puedo subir más
facilmente!
Hermione se transformó en el espléndido tucán, y
mientras Harry bajaba, ella subía con pequeños aleteos.
El tucán se posó en la barandilla de la cama y la
deshizo, encontró una pequeña cuchara, la agarró con el fuerte pico y se la
echó a sus amigos. Harry observó como Hermione miraba con interés la pared y
la raspaba con el pico. Un tunel se abrió ante ella.
-Harry, súbeme con la varita-dijo Ron transformándose
en zorro
Ron fue subiendo poco a poco, y cuando hubo llegado
a la cama se acercó a Hermione, y se metió por el tunel. El tucán bajó, y
cuando llegó al suelo se metamorfoseó en la chica.
-Transfórmate, Harry-le indicó, y cuando este lo
hizo Hermione añadió-: ¡engorgio!-el ciervo se hizo tan pequeño como el
zorro
Hermione lo subió hasta la cama, y, allí, Harry
se metió por el tunel
-Dobby, vamos, sube
Hermione se transformó en tucán y subió volando
detrás de Dobby. También ellos dos entraron en el tunel.
Ron y Harry los esperaban a mitad de camino, donde
este se hacía mucho más alto. Hermione volvió a ser ella misma y aumentó de
tamaño a Harry, él también se transformó. Ron parecía preferir quedarse
como estaba.
Hermione miró la oreja mordida del zorro.
-Ron, transfórmate, y dime desde cuándo tienes la
oreja así
-Me la mordió Scabbers, cuando solo tenía cinco años, pero cuando soy
una persona no se me nota mucho, ¿ves?-dijo Ron, después de metarmofosearse,
acercándole la oreja a Hermione
Ron volvió a ser un zorro porque decía que corría
más.
Los cuatro anduvieron un largo rato por el
resbaladizo tunel. Hemrione y Harry se cayeron un par de veces, al final
decidieron seguir el camino como animales, y Dobby se subió al lomo de Harry,
porque no podía correr tanto como los chicos, en ese momento animales.
La salida del tunel estaba cerca, ya veían la luz,
los tres, y con Dobby cuatro, aceleraron el paso, a solo unos metros de la
salida vieron como un unicornio pasaba a toda velocidad por delante de ella, y
cuando salieron descubrieron atónitos que estaban en el Bosque Prohibido.
-¡Ya veréis cuando les cuente a Fred y a George
que he estado aquí!-fue lo primero que acertó a decir Ron al transformarse,
pero luego se acordó de varias cosas que había en el bosque que le daban
pavor-¡¿seguirá habiendo arañas gigantes u hombres lobo?!
-Puede-respondió Harry-lo más seguro es que sí
Y al oír eso, Ron se armó con su varita. Hermione y Harry también la
sacaron.
-¡Limus!-gritaron los dos a la vez
Comenzaron a caminar, y a adentrarse en el bosque.
Cada murmullo, cada ruido de árboles, o cada animal, les hacía dar un
respingo. La mitad de los pantalones de Harry iban al descubierto, ya que Dobby,
que iba en su hombro, se cubría con su capa. Hermione agarraba con fuerza el
brazo derecho de Harry y el izquierdo de Ron, el que a su vez le cortaba la
circulación a ella. De repente una silueta salió de las sombras, Harry levantó
la varita y esperó, se oyeron ruidos de cascos galopando, y un centauro rubio
con los ojos como zafiros los miró.
-¿Harry Potter?-dijo este-¿eres tú?
-¿Firenze?
-¡Sí!¡hola Harry, cuanto has crecido, casi no te
reconozco, si no hubiera sido por la cicatriz...!
-Hola, Firenze-dijo Hermione, que también se
acordaba de él
-¡Hermione!, ¡estás bellísima!-la aludida se
sonrojó-. ¿Os puedo ayudar en algo?
-¿Has visto a una elfina doméstica?-se apresuró
a decir Harry-, con la nariz algo achatada...
-S...sí, hace un rato, acompañadme, yo os llevaré
hasta ella
Firenze los condujo hasta un claro; allí estaba Winky, que ipaba convulsivamente, y sostenía una botella de ron de grosella en la manita. Dobby corrió torpemente hasta ella y le arrebató el recipiente de las manos.
CONTINUACIÓN!!!!!
-Winky mala-le dijo severo-Winky se puede morir si
bebe de esto, esto es veneno para los elfos domésticos, y Winky lo sabe
Winky no le prestaba atención, y seguía llorando. Hermione se acercó
a ella y le pasó un pañuelo bordado de tela.
-Ten, quédatelo-dijo
-Winky es una elfina mala, todo el mundo se lo dice, incluso los chicos
del colegio Hogwarts-dijo sonándose
-¿Qué chicos te dicen eso?
-Los señores Malfoy, Crabbe y Goyle, ellos me castigan, y me hacen daño
-¿Cómo que te castigan?¿qué te hacen, Winky?
-Me hechan maldiciones
-¿Qué clase de maldiciones?-Hermione empezaba a enfurecerse
-Solo recuerdo que siempre decían: <<criciutus>>
-¿Cruciatus?-Winky reaccionó a esto cubriéndose la cabeza y
empezando a temblar
-¡No lo diga!¡a Winky le duele, le hace daño, mucho daño!-suplicó
Firenze los llevó de vuelta al castillo, y Hermione acompañó a la
elfina a su cuarto, en las cocinas.
-No te preocupes-dijo-yo les daré una buena lección...
Y se fue con sus amigos a la torre.