Este
no necesita presentacion..la autora se encargo de introducirlo:
Hola!
Este es mi primer intento de fanfiction, espero que lo disfrutes!
Todos los
personajes pertenecen a la inigualable J.K. Rowling, la historia
es invento
mío original! ^__^
Fleur.
UNA RAZÓN DE SER
"Capítulo
1 "
Si
no encontraban al culpable siempre lo apuntaban a él, como el hombre malvado,
que en un momento de su vida, trabajó al lado del mal, marcándolo para siempre.
Era algo que le disgustaba - para sorpresa de muchos- no cabría duda de eso, y
no había pasado mucho tiempo desde que se hizo viva esa marca, haciéndolo
recordar vivencias crueles en aquellos tiempos oscuros, de los cuales nunca
quiso estar involucrado, sin embargo lo estuvo.. ese fue su gran error. Esa
marca que muchos también compartían, y los hacía notoriamente diferentes - y por
qué no- peligrosos ante los ojos de las demás personas.
Sintiendo
escalofrío, Snape pasó distraídamente sus dedos sobre su antebrazo izquierdo…
allí estaba, la marca que todo Death Eater tenía, no estaba de un color rojo
vivo - como había estado hacía unos 4 meses - pero le bastaba con saber que en
cualquier momento volvería a brillar.
Alguien
tocó en la puerta de su oficina, haciéndolo volver al mundo real, dejando atrás
esos pensamientos que le atormentaban.
"Adelante"-
dijo Snape, con un tono de voz frío, particular de él.
La
puerta se abrió lentamente, rebelando a Harry y a Ron, ambos luciendo exhaustos
y sudorosos.
"Señor, venimos a completar nuestra
detención.." dijo Ron tímidamente.
"Ah..
Potter y Weasley.." dijo Snape, con una sonrisa de satisfacción en su rostro.
"Muchachos, muchachos.. se habrán dado cuenta que tienen 10 minutos de
retraso?"
"Si
señor, pero esta--" trató de explicar Ron, pero Snape lo cortó rápidamente.
"No
quiero escuchar excusas Weasley. Diez puntos serán quitados de Gryffindor" -
dijo Snape, satisfecho al ver las caras de enojo de los estudiantes… se fijó
particularmente en el gesto de enojo de Harry, era idéntico a su padre.. siempre
buscando problemas, pero aun así se libraba de los castigos.. pero ésta vez iba
a ser diferente, él no iba a permitir que lo mismo ocurriera con el famoso
"Harry Potter", famoso o no, iba a ser cruel con ese chico..
"Er--
señor?" dijo Harry tratando de romper el silencio incómodo que había invadido la
oficina. "Señor, qué tenemos que hacer de detención?"
Snape
le dio una mirada cortante y profunda. "Limpien el suelo de las mazmorras y unos
calderos que hay allí.." dijo Snape. "Y ya saben como: sin magia"- agregó, una
sonrisa repulsiva atravesando su rostro.
Harry
y Ron intercambiaron miradas y con expresiones de resignación salieron de la
oficina. Snape se quedó mirando detenidamente a Harry. De nuevo le recordaba a
James, tan soberbio como siempre.. Acaso fue él, el único que se dio cuenta
realmente como era Potter? Solo un poco de talento con el Quidditch y se creía
el dueño de Hogwarts.
Pero
no solo era él, sino también sus amiguitos, todos igual de estúpidos a él.
Primero estaba Black, su mejor amigo; para todos un chico cómico y agradable,
para Snape no era más que un insolente. También estaba Lupin, un hombre-lobo,
qué gustos que tenía Potter para escoger amigos. Y claro de último estaba
Pettigrew, que más que un amigo de ellos, era el perrito faldero de Potter y
Black.
Lo
que realmente le causaba ira a Snape era Lily, que al final de su quinto año en
Hogwarts se unió a Potter y a su grupito, y años después el resultado vendría a
ser Harry… el pobre Harry Potter.
Potter…
eso le hizo recordar.. todo sucedió durante su quinto año en Hogwarts, durante
la clase de pociones. El Profesor Howe decidió agruparlos por parejas a su
gusto, ya que según él se trabaja mejor "lejos de personas que los puedan
distraer". Snape rogó para que no le tocara trabajar con Potter, bastante tenía
con verlo, trabajar con él sería lo último.
"He
decidido organizarlos en parejas: uno de Slytherin y el otro Gryffindor. Es
bueno de vez en cuando ver caras nuevas" se detuvo.. "Así podré ver quien
realmente trabaja y quien viene 'exclusivamente' para fastidiar a los demás.."
concluyó el profesor, fijando sus ojos en el grupo de Potter que se encontraba
en la parte de atrás de las mazmorras.
El
profesor empezó a llamar nombres, juntando parejas.. para enojo de todos. A
Black le tocó con Malfoy, y para alivio de Snape, a Potter con Crabbe.
"Snape
trabajará con Evans" dijo el profesor. 'Evans?' pensó Snape. 'Quién
demonios es Evans?' pero su
pregunta fue respondida al notar que una chica se acercaba hacia él. 'Lo que
me faltaba…' pensó Snape 'Una mujer para trabajar.. en ese caso
preferiría a Potter' .
"Tu
eres Snape, cierto?" preguntó la chica, un tanto disgustada, colocando su maleta
en la silla siguiente al caldero.
"Sí"
respondió cortamente Snape. Ninguno de los dos se veía satisfecho con su
compañero de trabajo. En realidad ningún alumno.
"Hoy
vamos a trabajar en una Poción Levitante" dijo Howe desde el otro lado de las
mazmorras. "Saquen sus libros.. páginas 348 y 349.. qué pasa que no los veo
moverse. Preparen los ingredientes: para hoy"
Snape
y Evans permanecieron inmóviles, hasta que Evans cortó el silencio. "Bueno? No
vas a traer los ingredientes?"
Snape
la miró fijamente "Pensé que tú los ibas a traer.. después de todo.."
Snape se detuvo. 'El hecho de que ella sea mujer no significaba que tenía que
hacer todo el trabajo de carga' pensó Snape, pero antes de que pudiera
disculparse..
"Machista"
susurró Evans, dirigiéndose hacia el estante de los ingredientes, dejando a
Snape con las palabras en la boca. No paso ni un minuto antes de que Evans
regresara con los ingredientes.
"Bueno,
ahí los tienes, ahora tu haces la poción" dijo Evans "Pero si veo que la haces
mal tendré que intervenir…" agregó determinadamente.
'Qué
se cree esta estúpida para decir cuando debe o no intervenir en mi trabajo,
cuando YO Severus Snape soy el mejor en clase de pociones?' pensó Snape, pero decidió callar y
comenzó a preparar la poción.
Después
de 20 minutos de trabajo - de los cuales Evans solo intervino una vez- Snape
logró que su poción tornara de un color rosa pálido a un tono azul petróleo. Se
sintió satisfecho por su trabajo. Miró a su alrededor: al parecer eran la única
pareja que había terminado su poción.
De
repente una explosión se escuchó y al voltear su mirada, Snape vio que Potter y
Crabbe levitaban.. seis… no.. once pies hacia el techo de las mazmorras. Black y
su grupo de amigos se amotinaron a su alrededor, mientras Howe y Malfoy
intentaban bajar a Crabbe.
Después
de poder bajar a Potter y Crabbe- a los cuales toco atar a unas sillas para
evitar que levitaran de nuevo- Howe restó 15 puntos a Gryffindor, le dio
detención a Potter, regañó a Crabbe, mas no le quito puntos a Slytherin, ya que
siendo él Jefe de esa Casa, siempre la favorecía.
"Estúpido
Potter" susurró Evans. "Siempre perdiendo puntos para Gryffindor. Todos nuestros
esfuerzos.. mis esfuerzos perdidos por ese idiota… Qué?" agregó al ver
que Snape la miraba detenidamente.
"'Estúpido
Potter?' Pensé que lo adorabas… bueno, todas lo adoran.. al heroico
James Potter.." dijo Snape ácidamente.
"Hay
que aceptar que juega bien Quidditch.. pero es de las personas más irritantes
que he podido conocer" dijo Evans. "A propósito, ahí viene Howe.."
El
profesor se acercaba lentamente, mirando uno que otro caldero mientras pasaba,
su rostro contorneado de rabia por el incidente de la explosión. Se detuvo a ver
el caldero de Snape y Evans.
"Muy
bien señor Snape.. la terminó más
rápido de lo que esperaba.. no la vaya a retirar, tengo planes para esta poción…
así que pueden descansar. Diez puntos para Slytherin" dijo Howe "Bien hecho
señorita Evans… " continuó el profesor, ahora dirigiéndose a ella "me gustaría
agregarle puntos a su casa, pero el único aporte que vi de su parte fue cargar
los ingredientes… esperaba más de usted" y con esto, se alejó el profesor.
"Próxima
vez tú haces la poción.." dijo Snape, con una sonrisa placentera.
"Te
aseguro que no habrá próxima vez.." lo retó Evans.
Un
silencio se posó sobre ellos. Evans volteó a la dirección donde estaba Potter
"Estúpido.." susurró de nuevo, sus ojos brillando de rabia. Ahora que Snape lo
notaba, tenía ojos muy lindos.. verdes y grandes.. muy lindos para ser una
Gryffindor. Eso le recordó que, habiendo trabajado con ella cerca de media hora no le
había preguntado el nombre.
"Cómo
te llamas?" le preguntó Snape. Ella lo volteó a mirar asombrada, como si la
hubieran insultado con la pregunta.
"Interesado,
eh?" respondió Evans con una sonrisa.
"En
realidad no… solo quería saber el nombre de la única persona de Gryffindor que
odia a Potter" respondió Snape con una sonrisa placentera.
"Lily"
respondió ella mirándolo fijamente a los ojos. "Y tú?"
"Interesada,
eh?" respondió Snape, pero antes de que Lily pudiera responder, él la corto
"Severus. Severus Snape..."
"Muy
bien Severus… si me vuelve a tocar contigo la próxima clase, me aseguraré de que
tu traigas los ingredientes"
'Estúpida
si cree que lo voy a permitir' pensó
Snape. Rápidamente alejó su mirada de la de ella, y en vez se dirigió hacia
Black, el cual estaba teniendo una pequeña discusión con Malfoy. Eran igual de
arrogantes Potter y Black, igual de irritantes.. tal y como lo había dicho Evans. El timbre
sonó y se escuchó por todas las mazmorras un suspiro de alivio al ver que la
clase había terminado. Snape y Evans tomaron sus maletas y sin dirigirse ni una
sola palabra salieron de las mazmorras, acompañados cada uno de sus amigos.
Un
fuerte golpe hizo que Snape regresara al presente.. "Potter… debió haber dejado
caer un caldero.." Snape se dispuso a levantase de su escritorio, dispuesto a
dirigirse a las mazmorras y restar más puntos de Gryffindor pero se sentía muy
cansado, así que decidió corregir unos ensayos de los alumnos de quinto año
"Explicar con ejemplos. cómo el orden en que se colocan los ingredientes en
una poción afecta su resultado". De primeras estaba el ensayo de la
sangre-sucia Granger.. más largo de lo que él había pedido… 'Maldita niña'
pensó Snape al ver el tiempo
que se gastaría el leer el ensayo. Decidió entonces que sería el último que
corregiría. Luego seguía el ensayo
de Potter.. mucho más corto que el de Granger y la letra más grande.
Mediocre, igual que su padre…
Snape se sonrió a si mismo. De nuevo Potter.. no lo hubiera odiado tanto
si no fuera por eso…. Y de nuevo Severus se hundió en sus recuerdos...
Esta vez no se encontraba en pociones - en la cual era un experto - Era una tarde soleada y se encontraba afuera del castillo en clase de Cuidado de Criaturas Mágicas.
- No entiendo porqué escogí esta estúpida materia - pensó Snape, al ver que el profesor no se presentó ese día a la clase - aparte Potty y sus niñitas también están en esta clase - susurró Snape para si mismo -
Snape se encontraba sentado, mirando hacia el cielo, luego miró el lago... sus
aguas estaban tranquilas... demasiado tranquilas para su gusto.
-
Ah... pero si están jugando a los guerreritos... que conmovedor - dijo
Malfoy que se encontraba enseguida a Snape -
A unos diez metros de ellos estaban Potter, Black, Lupin y Pettigrew haciendo
una pelea de hechizos: Potter y Black, contra Lupin y Pettigrew.
-
Vas a ver Pettigrew cuando te coja! - Snape escuchó que Black le gritaba
al chico gordo -
- En tus sueños Black, alcánzame si puedes! - respondió Pettigrew,
corriendo
lo más rápido que pudo, aunque claro por su peso no era muy ágil que
digamos.
-
Qué
patético.. parecen de 11 años' pensó Snape, mientras observaba la pelea. Ahora Snape sí que entendía a Evans, no había conocido a persona
más fastidiosa que Potter... Evans... Snape la buscó con la mirada, y la halló
sentada sobre el pasto, también mirando la pelea de Potter. Era obvio que tampoco le agradaba Potter, si éste se le
acercaba - con la expresión
que tenía Evans en ese momento - podría estar lista para matar.
Snape siguió observando, ahora Pettigrew corría en dirección de Evans; iba distraído y no se percató que chocaría con ella. Pero antes de que
chocaran, ella se puso de pie y logró evitarlo. Snape - que se encontraba sentado-
instintivamente se colocó de pie.
-
Qué pasa Severus? - le preguntó Malfoy -
- Nada - le respondió Snape bruscamente -
Malfoy hizo un ademán indicándole a Snape que se sentara. Aun así éste lo ignoró y se mantuvo de pie. Ahora la situación había cambiado; tanto Pettigrew como Black, no se habían percataron de la presencia de Evans.
- Expelliarmus! - gritó Black, apuntando su varita hacia Pettigrew Sorpresivamente - por tratarse de un chico tan gordo - Pettigrew se agachó rápidamente, esquivando en hechizo que le había mandado Black, y que en consecuencia en vez de golpearlo a él, golpeó a Evans, haciendo que su varita volara cinco metros, expulsándola hacia atrás con una fuerza extraordinaria.
- SIIRIIUSS! LE DISTE A EVANS!! ESO NO CUENTA DENTRO DEL JUEGO!! - Potter le reclamó a Black.
Antes de que alguien pudiera hacer algo, Snape había corrido en
dirección de Evans - seguido por Malfoy- dispuesto a ayudarla. Cuando se acercó a
Evans, ella todavía se encontraba en el suelo, su varita a metros de distancia de
donde se encontraban.
- Dame la mano y te ayud-- - empezó a decir Snape, cuando fue cortado
por Evans -
- PETTIGREW! BLACK! SON UN PAR DE IDIOTAS!!! QUÉ DEMONIOS CREEN QUE
HACEN?! A QUÉ ESTÁN JUGANDO?! NO VEN QUE CASI ME MATÁN! - rugió Evans, sus
ojos brillando con una inmensa ira -
- Tonta, con gritar no solucionas nada - le dijo Snape tranquilamente,
tomándola de la mano y ayudándole a parar - Al tomarla sintió un
cosquilleo que le recorrió todo el cuerpo: era lago incómodo pero a la vez
placentero.
- Gracias - le respondió ella, sin siquiera mirarlo a los ojos -
-
Qué demonios haces Severus?" interrumpió una voz. Snape volteó a
mirar de quién se trataba: Malfoy.
- Por qué lo preguntas? - le respondió Snape, fijando sus ojos en
los de su
amigo -
-
Es una Gryffindor amiguita de Potter - dijo Malfoy con
una mirada
malévola -
- Es una Gryffindor... la única que conozco que no le agrada Potter - dijo
Snape fríamente -
- Pero... seguramente sabías, Severus, que esta chica es una sangre-sucia - preguntó Malfoy, con una sonrisa triunfante puesta en su rostro -
Snape alzó una
ceja... - ¿Sangre-sucia?... Claro... tiene sentido, por
algo
está en Gryffindor... era demasiado perfecto que siendo una chica tan
bonita...
¿Bonita? Bueno, tenía que aceptar que era un poco simpática y que odiara a Potter, no tuviera un defecto... pero si lo tiene... el peor de todos... sangre-sucia... eso explica el porq--'
Sus pensamientos fueron interrumpidos por Evans.
- No me llames sangre-sucia Malfoy, el hecho que mis padres sean Muggles
no significa que--" pero fue interrumpida por Snape.
- Entonces es
cierto... ¿eres una sangre-sucia? - le preguntó Snape,
intercambiando una mirada de repulsión con Malfoy -
- Vámonos - dijo Malfoy - Ahí vienen Potter y sus mascotas... no quiero tener que gastar energías peleando con ellos en este momento... - luego añadió - Bastante ejercicio tuve que hacer siguiéndote para que vinieras a ayudar a la sangre-sucia.
Snape solo lo miró fijamente y, luego de sostenerle la mirada a Malfoy,
decidió retirarse.
Viendo que Malfoy lo seguía, aceleró su ritmo hacia el castillo. No quería
hablar con nadie... era penoso: había corrido para tratar de salvar a una
Gryffindor (a la cual a larga no la salvo realmente), nunca había hecho
eso antes, menos por una mujer, una sangre-sucia para ser más exactos...
nunca.
Acaso era la famosa pubertad lo que le estaba afectando tanto?
- Que sensible me estoy volviendo... - fue su único pensamiento -
Faltaban aproximadamente 15 minutos para que la campara sonara y pudiera ir al Gran Hall a almorzar. Decidió entonces permanecer en su dormitorio. Se recostó en su cama ya que se encontraba cansado de tanto correr para que Malfoy no lo alcanzara con un bombardeo de preguntas sobre lo sucedido.
Pero era inevitable esconderse estando en la misma casa con Malfoy. Y era cierto, ya que momentos más tarde, Snape escucho que alguien se dirigía corriendo a su dormitorio. La puerta se abrió súbitamente.
-
Eres un idiota, te he seguido corriendo hasta el castillo - le
reclamó Malfoy -
- No
me molestes Lucius, no estoy de humor - le respondió Snape sin siquiera mirarlo
-
-
Severus... tu nunca estás de humor... - le dijo Malfoy, sentándose en su
propia cama -
- Mira, si vienes a molestarme por lo de Evans, es mejor que te largues...
- le siseó Snape -
- Entonces con que a la sangre-sucia no le cae bien Potter - dijo Malfoy,
pero fue interrumpido por Snape -
- Al menos tiene algo de cerebro - dijo Snape ignorando el comentario de
Malfoy -
- Aun así - continuó - no deja de ser una sangre-sucia, que patético.
- Asi
es, no debes sentir compasión por una sangre-sucia - pensó
Snape -
- Veo que todo este asunto te afecta...hey, no me mires así - agregó
Malfoy al ver que Snape lo miraba con repulsión y odio -
-
Apropósito, Higgs estaba mirando el otro día unos libros en la biblioteca y
accidentalmente descubrió una poción que hace que aquella persona que la tome
obedezca tus órdenes. Es un poco menos efectiva que Imperio, pero funciona y
aparentemente no es tan difícil de preparar.
Snape alzó una ceja.
- Lucius, ¿eso no es magia negra?"
- ¿Tienes
miedo Sev? - le preguntó Malfoy con una sonrisa burlona -
- No - respondió rápidamente Snape - ¿Tienes planes especiales para la
poción? Potter, ¿depronto? - Snape le preguntó, un tono ansioso en su voz -
- Desgraciadamente Potter no es muy fácil de atrapar - le contestó
Malfoy mientras su sonrisa se desvanecia -
-
Pero Pettigrew serviría como una buena diversión. ¿Que opinas? - e
preguntó Malfoy, esta vez explotando de risa -
Es un trato - le respondió cortamente Snape -
Hola
a todos! Bueno aquí está el capítulo 3… estaba destinado a la broma, pero
terminé con otra cosa… aun así pueden ver que tipo de mañanas tiene Snape.
Intenté hacerlo más largo que el segundo y creo que lo logré…! ^__^
Los personajes pertenecen a J.K. Rowling… excepto por Higgs y Bletchey.. pero si buscan bien en sus libros se daran cuenta que estos nombres son inventos de J.K.
Hi
everybody! Ok, this is chapter 3.. this was suposse to tell the "Pettigrew
joke" but well.. I ended with a different thing! At least is longer than
chapter 2!
The
characters belong to J.K. Rowling.. except for Higgs and Bletchey.. but If you
look carefully in your books you'll find out that the names that I use for my
fanfic are J.K. invention! ^__^
Era
un trato que había hecho con Malfoy hacía mucho tiempo… la broma a
Pettigrew.. ¡Que tiempos aquellos los del colegio! Seguramente para él no
fueron los mejores… no se arrepentía de haber pertenecido a Slytherin, era la
mejor Casa de todas… pero haber tenido "amigos" como Malfoy era de
lo que se arrepentía, ya que él se había ido hacia el lado del mal… y si no
hubiera sido por eso… maldita sea su vida.
No
todo le había salido bien, el amor no existía para él.. no merecía el perdón
de nadie… siempre existió gente molesta a su alrededor… el principal:
Potter. Por qué siempre que meditaba llegaba al nombre de James Potter? 'Como
si hubiera estado enamorado del idiota ese' se respondió a si mismo.
Terminó
de colocar un enorme 4 en tinta roja en el ensayo de Longbottom 'Padres
brillantes.. chico estúpido, que ironía..' pensó. Se levantó de su escritorio, estiró sus brazos: se sentía
exhausto. Miró alrededor de su oficina, la chimenea se encontraba apagada...
sentía frío… tenía las manos heladas, más de lo normal… 'Incendio'
susurró y con un movimiento de su varita un fuego intenso apareció de la nada,
iluminando todo su rostro fatigado.
Se
paseó por su oficina.. había trabajado mucho esa noche corrigiendo los ensayos
de quinto año. Ya sentía que sus brazos y piernas no le respondían. Decidió
entonces sentarse en unas de las sillas que se encontraban al frente de su
escritorio y colocó sus piernas en otra. Se pasó su mano por la frente y notó
que estaba sudando 'Acaso tengo fiebre?'.. pero no tenía ya que sus
manos y frente estaban heladas. La
causa de su mal eran sus recuerdos.. le mortificada su pasado… esas gotas de
sudor eran gotas de dolor.. de ansiedad y tristeza… Cerró los ojos y de nuevo
comenzó a recordar.
Él
no podía entender como a la gente le agradaba… era tan arrogante, tan estúpido..
tan…Potter. Y aun así,
era considerado un héroe por los Gryffindor 'Ja…
pero como no.. si todos eran una partida de sangre-sucia'
"Vas
a comerte el tocino, Severus?" alguien le preguntó.
"Eh?
Ah.. no…" respondió Snape vagamente. En ese momento Potter y la broma al
gordito Pettigrew le ocupaban el pensamiento.
"Oye
Sev… Y qué tal si me caso con Potter?" Malfoy le preguntó a
Snape.
"Cómo
desees…" respondió Snape. Luego, percatándose de lo que había dicho su
amigo reaccionó "Qué demonios es lo que vas a hacer?"
"Hasta
que por fin aterrizaste…" le respondió Malfoy.
"Podrían
hacer buena pareja" agregó Higgs sarcásticamente.
"Oh
por favor que asco.." dijo Malfoy. "A propósito, tienes el papel con
la poción anotada?" dijo Malfoy dirigiéndose a Higgs.
"Sí,
pero temo que hay unos ingredientes que no los tenemos… y la verdad no se cómo
vamos a hacer para conseguirlos" respondió Higgs.
Todos
se miraron en silencio, esa era una buena pregunta… Cómo diablos iban a
hacer para conseguir los ingredientes que faltaban? Solo había un lugar
donde se encontraban ingredientes necesarios, hasta para la poción más
peligrosa que se puede preparar y ese lugar era--
"La
oficina de Howe…" dijo Snape sin aliento.
"Sí!
La oficina de Howe, tenemos que entrar y tomas los ing--" comenzó a decir
Malfoy, pero Snape lo cortó.
"Espera
un segundo, qué quieres decir con que tenemos?" Snape le preguntó
a Malfoy.
Malfoy
alzó una ceja. "Sí… tenemos.. todos los que vamos a participar
en la broma.. no me digas que te acobardaste…"
"Lucius,
no podemos.." le dijo Snape. Malfoy alzó mucho más la ceja.
En
ese momento sonó el timbre para anunciar el inicio de clases. Snape se levantó
de la mesa del comedor rápidamente
'La broma va a resultar mal… lo presiento' pensó.. pero por otro lado,
un poco de diversión no le caería mal, no solo Potter podía hacer bromas, él
también. Además se trataba de una poción, y nadie mejor como Snape para hacer
una.
Salió
del comedor, caminando aceleradamente por el pasillo. Se detuvo al frente del
salón de transfiguración. Fue el primero en llegar: miró
a su alrededor, no veía a ninguno de sus amigos aproximarse 'Que
lentos son… parecen niñitas..'. De repente escuchó que alguien se
acercaba…. Momentos después apareció Evans, sus libros apretados contra el
pecho, su cabeza gacha y detrás de ella Lupin. Evans levantó la mirada y paró
en seco al ver a Snape. Se volteó dispuesta a devolverse, pero aparentemente se
había olvidado que Lupin la seguía. Viendo que no le quedaba otra opción optó
entonces por voltear hacia la puerta del salón, no quería mirar ni a Snape ni
a Lupin.
"Evans,
escúchame" comenzó a decir Lupin. "Tú conoces a James y a--"
"No
Lupin, no los conozco" le cortó Evans sin siquiera mirarlo.
"El
punto es que Sirius y James siempre son así de bromitas. De verdad no querían
hacerte esa broma… no eran su intención… " se detuvó y miró en
dirección del Gran Hall. Luego
volvió su mirada a Evans. "De verdad…
es simplemente que se comportan como niños.."
"Oh
y me lo vienes a decir a mí, por favor Lupin" le respondió ella sarcásticamente.
Lupin
alzó sus cejas. "Espero que el daño no haya sido mucho" dijo Lupin
mientras mirada curiosamente los libros que sostenía Evans.
"Eso
crees?" le preguntó ella, dándole una mirada cortante. Se agachó, colocó
sus libros en el suelo. Abrió el más gordo y sacó un pergamino completamente
mojado.
"Dime
Lupin, tienes idea de cuanto tiempo me gasté para hacer esta tarea? Toda la
noche.. escúchame bien: TODA LA NOCHE"
Snape,
que solo estaba escuchando la conversación, volteó a mirar a Evans. Tenía lágrimas
en sus ojos, lágrimas de rabia. La miró detenidamente: tenía los ojos rojos y
bolsas debajo de ellos, así como Lupin. Su cabello lo tenía suelto y enredado.
Sus mejillas estaban rojas, tal vez de la rabia que sentía en ese momento y una
vena en la frente le palpitaba.. 'Tal y como me pasa a mi cuando tengo
rabia..' pensó Snape.
"Evans..
de verdad lo siento, si quieres te presto mi tarea y la pue--"
"No!
No quiero valerme del trabajo de otro! Además ellos son los que se tienen que
disculpar!" rugió Evans.
Lupin
la miró con compasión.
"Como
desees.. si te sirve de consuelo, McGonagall les dio detención" le dijo
Lupin.
Evans
lo miró con una expresión de "eso-no-es-suficiente-castigo".
Snape
notó que gente se acercaba. Eran Malfoy, Higgs, Crabbe y Bletchley.
Aparentemente
Evans también lo había notado ya que se secó las lágrimas bruscamente con la
manga de su túnica. "Severus!" dijo Malfoy desde la distancia.
"No vas a creer el espectáculo que vimos!"
Se
acercaron y Malfoy se detuvo al ver a Evans. "Y he aquí la protagonista:
Evans" dijo, una sonrisa satisfactoria atravesando su pálido rostro.
"No
la molestes Malfoy" le advirtió Lupin.
Malfoy
ignoró por completo a Lupin. Se dirigió entonces a Snape. "Que espectáculo
tan penoso.. solo se esperaba de gente así" Miró de reojo a Evans. Luego
intentó continuar pero Snape se le adelantó.
"Sí
Lucius, ya lo se" le dijo Snape fríamente.
"Cómo
lo sabes? La señorita sabelotodo vino corriendo llorando y te lo
contó todo?" le preguntó Malfoy con una sonrisa malévola. Evans
miró a Malfoy con ira, pero éste ni siquiera sintió su mirada.
"A
qué te refieres?" rugió Snape. 'No juegues conmigo Malfoy' pensó.
Malfoy lo miró detenidamente y como si pudiera leer el pensamiento,
dijo:
"Está
bien.. está bien… no lo voy a hacer.." le dijo Malfoy. Snape estuvo
apunto de responderle pero Malfoy lo ignoró y volteó a mirar hacia el
corredor. Varios estudiantes se dirigían hacia ellos, de primeras el grupo de
Potter.
"Ah!
Pero miren quien viene ahí: Potter y la presa!" exclamó Malfoy, olvidándose
completamente de Lupin y Evans, los cuales lo miraron con curiosidad. Luego
Lupin, lanzándole una mirada de desconfianza a Malfoy se retiró para unirse a
sus amigos.
"Lucius
idiota, selecciona mejor tus palabras!" le siseó Bletchey, apuntando
disimuladamente en dirección de Evans, que aun seguía mirando a Malfoy.
Cuando
los demás estudiantes de Gryffindor y Slytherin se acercaron, Malfoy exclamó
en dirección de sus amigos. "Atención! Denle espacio para que los niñitos
más graciosos de Hogwarts pasen: Potty y Blacky!"
Cada
uno de los Slytherin rió profundamente. Potter se acercó a Malfoy pero antes
de que pudiera decir una palabra, una voz detrás de Malfoy los hizo saltar.
"Sucede
algo aquí?" preguntó la joven profesora de transfiguración, que había
llegado desde el otro lado del corredor, mirando por encima de sus anteojos a
Malfoy y Potter.
Malfoy
se volvió, la miró a los ojos, luego bajó su mirada y lujuriosamente recorrió
con ella todo el cuerpo de la profesora. De nuevo subió su mirada y dijo
"No sucede nada.. er.. Profesora.."
"Entra
a la clase Malfoy" dijo McGonagall tajantemente. "Y ustedes también"
agregó, dirigiéndose a los demás estudiantes.
Todos
entraron a la clase y como de costumbre el grupo
de Potter se sentó en la parte de atrás, al igual que lo hacían en la
clase de pociones. Ese día empezaron un tema nuevo y Snape estaba haciendo
esfuerzo por entender desde el principio. Definitivamente era su peor clase
después de Cuidado de Criaturas Mágicas, y más con la nueva profesora de
transfiguración. 'Que lata… no entiendo nada de lo que dice esta tonta..' pensó
Snape mientras tomaba apuntes muy complicados.
La
clase transcurrió como de costumbre, McGonagall transformando cosas, recibiendo
ovaciones de los estudiantes de Gryffindor, mientras que los de Slytherin
bostezaban evidentemente.
'Maldición,
por qué diablos no suena el timbre? Por qué no termina ya esta estúpida
clase?'
pensó Snape que ya empezaba a impacientarse. Segundos más tarde sonó el
timbre indicando el cambio de clase. Hubo el usual ruido de los estudiantes
cogiendo sus maletas y moviendo las sillas dispuesto para irse.
"Qué
clase nos toca?" preguntó Snape, mientras se levantaba de su asiento.
"Historia
de la magia" le respondió Higgs que estaba guardando descuidadamente su
libro.
"Maldición,
lo que faltaba… historia con un viejo decrépito que apenas recuerda su propio
apellido" susurró Snape ácidamente.
Todos
empezaron a salir lentamente. Snape se acercó a la puerta, dispuesto a salir
pero notó que Evans no había salido todavía, cuando la mayoría de sus amigas
ya lo habían hecho. 'Me pregunto… donde podrá estar? Espera, no, no
Severus, a ti que te importa donde puede estar la sangre-sucia esa?'. Aun
así Snape volteó su mirada en dirección a la clase y vio que McGonagall
estaba hablando con Evans. Aparentemente Evans le estaba contando de la broma de
Potter. McGonagall se veía muy seria y simplemente asentía con la cabeza. "Evans…
no entiendo cómo es que te dejas de Potter… idiota ese, cómo puede tratar
así a las mujeres.. aunque eres una sangre-sucia no puedo evitar sentir
compasión por ti.. oh vamos … de verdad es compasión? NO. Es lástima…
así es.." pensó Snape mientras miraba detenidamente a Evans: tenía
el ceño fruncido, hablaba muy rápido, con esos labios tan bellos, rojos y
carnosos.. 'No..
esto no me está pasando a mí..' pensó Snape mientras cerraba los ojos
levemente. De repente sintió como
si algo lo hubiera punzado en la cabeza. Abrió los ojos. Giró su cabeza.
Potter lo miraba fijamente a los
ojos. Snape le mandó una mirada de veneno puro, luego le sonrió
hipócritamente y salió de la clase dejando a Potter desconcertado.
__________
Notes:
THANKS
TO ALL REVIEWERS! Stranger with my Face, ~*ange noir,
diable blanc*~,
Arabella
Figg (I know what logging means.. I waste a lot of time doing It..),
Teriyakikat,
Endrina, Shannon, Menchis (I know who you are!), Katrina Evnas
Hermione:
Thanks my fiance!! You are my inpiration for this fanfic, I love you so much!
You know you are the genius here… can't do this without you, my lovely witch!
Vicky
Riddle: Gracias por firmar! Intenté que Snape dijera muy seguido
"estúpido" *doble suspiro…*.. a propósito, Harry diciendo malas
palabras al frente de Mrs. Wealey? Es algo difícil de ver, jeje!
W&m_law:
Thanks for the review! Keep the good work!
Nimph: Necesito de ese toque romántico que tienes con tu historia! Gracias por firmar!
JUSTO AL MISMO TIEMPO, RECIBÍ ESTAS DOS CONTINUACIONES, UNA POR LA AUTORA ORIGINAL, FLEUR, Y OTRA POR NUESTRA MAGA CELESTE, ASI QUE ACA ESTAN DOS CAPITULOS CUATRO
CAPITULO CUATRO por Fleur CAPITULO CUATRO por Celeste
CONTINUACIÓN!!!!!!!!!
Severus, Severus, como me caes bien…. Lastima que no puedas hacer bromas…. Veo a Snape como alguien solitario, con un pasado muy triste y así es como realmente me siento acerca de el. Siguiendo la recomendación de Alexis, un poco de presente y pasado….
Snape abrió sus ojos. Pasó su mano sobre su frente. Estaba sudando. Esta vez estaba seguro que tenía fiebre. Miró a su alrededor y recordó que se encontraba en la soledad de su oficina. Estiró sus brazos y se levantó de su sillón. Se paseó por su oficina varias veces. Sentía su respiración y su pulso acelerado.
Decidió que era hora de irse a dormir, los ensayos podían esperar. Pero antes de que fuera a su habitación decidió regresar a su escritorio. Se colocó detrás de éste, se agacho y saco del bolsillo de su túnica una llave dorada, con apariencia de nueva como si no la hubieran usado durante años. Abrió al gaveta inferior izquierda: adentro había una caja hecha en cobre con zafiros incrustados. La tomó delicadamente en sus manos, se sentó sobre el piso frío de piedra y con la misma llave con la que había abierto al gaveta, abrió el cofre.
Adentro
se encontraba algo perfectamente acomodado y envuelto en un pañuelo de seda
negra. Miro a su alrededor, como si se estuviera cerciorando que
estuviese completamente solo. Desenvolvió el pañuelo cuidadosamente. Sobre la
palma de su mano cayo un frasco pequeño y delgado con una sustancia plateada
adentro, una etiqueta sobre el recipiente que decía “Sangre de vacante”. Snape lo levanto a la altura de sus ojos
negros, esos ojos negros profundos y tristes: contemplo el frasco de cristal
durante minutos. Luego instintivamente lo acaricio y lo beso. Apretó el frasco
contra su pecho, cerro sus ojos y tuvo ese loco deseo de abrirlo. Aun así
decidió no hacerlo. Sentía como si fuese a deshonrar a…
“Lily…”
susurró Snape tristemente, aun con sus ojos cerrados.
Abrió
sus ojos, se levantó lenta y vacilantemente, mientras colocaba el frasco con el
pañuelo y el cofre sobre su escritorio descuidadamente.
Se
dirigió a la puerta de su habitación que se encontraba al fondo de su
oficina. Al llegar abrió la puerta cuidadosamente.
Adentro
se encontraba una pequeña sala con un comedor, un baño en la parte izquierda,
una chimenea y un minibar en una esquina. Al lado derecho de la habitación había
una cortina. Más que una habitación era un pequeño apartamento. Su refugio,
donde nadie lo podía molestar.
Snape
pasó de largo y abrió la cortina bruscamente rebelando su habitación. Era una
habitación amplia, en el centro tenia su cama, suficiente para que cupieran
cuatro personas. A cada lado de la cama su respectivas mesas de noche, una la
cual sostenía una lámpara que producía luz de un liquido extraño.
Tenia
también un escritorio, el cual tenia un tintero, una pluma y un simple
pergamino sin nada escrito. Sobre el escritorio tenía una especie de espejo
inmenso el cual reflejaba las afueras de Hogwarts ya que la habitación de Snape
no tenia ventanas.
Se
despojó de su túnica y se colocó su camisa para dormir. Se acostó en su
cama, colocó su brazo sobre su frente y casi al instante se quedó dormido.
Era
de las pociones mas difíciles que Dumbledore
amablemente le había asignado hacer. A su alrededor tenia abiertos cinco libros
gordos con las pociones mas
complicadas.
Leyó
un fragmento de un libro y colocó el ingrediente que indicaba. Pasó la hoja de
otro libro y colocó otro ingrediente. La poción empezó a desprender un humo
muy denso que escasamente lo dejaba leer los libros. Estaba tan concentrado que
no se había percatado que alguien tocaba la puerta del salón de pociones.
“Profesor
Snape, puedo entrar?!” preguntó la persona del otro lado de la puerta.
“Siga!”
gritó Snape enfadado. “Las clases se terminaron hace una hora, quién es?”
preguntó Snape furioso tratando de ver la silueta de la persona por medio del
humo. Alcanzó a divisar que era un mujer y su tono agudo de voz lo confirmaba.
“Profesor,
es que no logro conseguir hacer una poción y me preguntaba si usted me podría
ayudar” dijo la chica tímidamente.
“Un
momento..” siseó Snape mientras tapaba la poción humeante con la pesada tapa
del caldero.
Al
taparla el humo dejo de salir y Snape pudo ver quien era la persona. Al
principio pensó que era la sangre-sucia Granger pero esos ojos grandes, verdes
y hermosos como las esmeraldas, le confirmaron que la chica no era Granger.
“Lily..?”
preguntó Snape inciertamente.
“Severus,
cuanto tiempo sin vernos” le respondió ella.
“Que
sucedió? Cómo es posible?” preguntó Snape asombrado. Era Lily Evans,
enfrente de él, joven, de unos 17 años, bella como siempre había sido.
Snape
se acercó a Evans, se detuvo a una pulgada de ella, mirándola a sus ojos,
buscando una explicación.
“No
te alegra verme?” preguntó ella dulcemente.
“Como
hiciste para regresar a la vida? Una poción no pudo haber sido…” dijo Snape
afónico.
Evans
le sonrío y se acercó aun más a Snape. El la abrazó por la cintura
fuertemente: no iba a permitir que la apartaran de él.
Permanecieron
abrazados por unos segundos pero cuando Snape se separó vio que Evans ya no lo
miraba a él, sino que estaba interesada en algo que se encontraba detrás de
Snape.
Snape
giró sobre sus talones y se encontró frente a frente con un animal: un venado,
el cual a pesar de que es difícil adivinar hacia donde apuntaba la pupila del
animal, Snape estaba seguro que estaba mirando a Evans.
Sin
una palabra Evans se apartó de Snape y se acercó al venado acariciando al
animal por la cabeza, permitiendo que el animal le lamiera las mejillas.
“Lily…
este animal puede ser peligroso—“ pero antes de que Snape pudiera decir una
palabra más, Evans se estaba montando sobre el lomo del venado.
Evans
le dio una suave caricia y el venado empezó a galopar. El animal salto sobre el
caldero de Snape haciendo que la poción, la cual había preparado con tanto
esmero, se regara por todo el suelo del salón de clase.
El
animal saltó por una ventana, la cual según Snape recordara nunca había
estado allí.
“Ventana…?
Lily, no te vayas!” gritó Snape mientras se dirigía precipitadamente a la
ventana. Se asomó por ella y vio al antílope caer con Evans sobre él, como si
se hubiesen lanzado desde la torre más alta de Hogwarts. ‘No
es posible… si estoy en las mazmorras’ pensó Snape confundido.
Sin
pensarlo ni un segundo Snape colocó un pie sobre el marco de la ventana y con
el otro se impulsó, dispuesto a dejarse
caer. Pero antes de que cayera volteó su mirada en dirección a la clase y vio
a Evans parada en el mismo sitio donde había estado parada hacia unos
instantes. Intento devolverse pero sus fuerzas le fallaron, tambaleándose y dejándose
caer al vacío.
No
veía nada, ni a Evans ni a animal, absolutamente nada. Simplemente caía en una
bruma oscura. De repente vio algo negro en el fondo. Snape esforzó sus ojos y
vio lo que creía al principio eran millones de rocas. Pero esas rocas se
movieron. El miedo de Snape se incremento al ver que las rocas tomaban las forma
de un dragón.
El
dragón se levanto, vio a Snape y lanzo una flama de fuego que por poco lo
quema. Hacia mucho calor y el dragón seguía lanzando fuego en todas las
direcciones. Snape empezó a caer mas rápidamente, el calor cada vez mas
fuerte, tanto dentro como por fuera de su cuerpo, iba a chocarse contra las
garras del dragón, suplico porque pasara cualquier cosa, iba a morir, penso en
Evans, solo en Evans.
“Nooo!”
grito Snape mientras se agarraba su pecho.
El
corazón le palpitaba rápida y fuertemente, como si se le fuese a salir por la
boca. Su camisa de dormir estaba mojada en sudor al igual que las sabanas.
Estaba agitado y por mas que tomaba respiros hondos y lentos no lograba
calmarse.
Miró
al espejo que reflejaba los alrededores de Hogwarts, el cielo estaba teñido con
rayos rojos y amarillos lo cual le indicó
que estaba amaneciendo.
Torpemente
intentó alcanzar su reloj en su mesa de noche derecha para verificar la hora.
En un intento por coger el reloj, Snape tumbó accidentalmente al suelo con su
brazo un vaso con vino.
“Mierda…”
dijo mientras agarraba su varita la cual se encontraba al lado de su almohada.
“Reparo” dijo y los fragmentos del vaso de unieron. “Virgardum
Leviosa” y el vaso levitó hasta la mesa, colocándose de nuevo en su
sitio.
Su
corazón ya no estaba tan agitado como hacía unos segundos. Agarró
cuidadosamente el reloj y miro la hora: 5:47 am.
No
sentía ganas de volverse a dormir y tener otra pesadilla. Decidió levantarse,
bañarse, vestirse e ir al Gran Hall.
Salió
de su habitación y se metió a bañar.
Abrió
las llaves de la bañera, de las cuales salio agua hirviendo. Después de que la
bañera se llenó, Snape se metió lentamente dejándose llevar por el vapor y
agua caliente que acariciaban su piel. Se sumergió casi completamente, a
excepción de su cabeza. Se echó agua en la cara con la esperanza que la fiebre
se fuera.
Se
terminó de bañar, envolvió su cuerpo en una toalla y se dirigió a su
habitación. Se colocó encima de su ropa interior una túnica negra como
siempre. No acostumbraba a llevar nada más por debajo, como era costumbre vieja
de magos.
Salió
de su pequeño apartamento para entrar a su oficina. Estuvo apunto de salir
cuando vio el frasco con la sangre de vacante sobre su escritorio.
‘Que
idiota soy… que descuidado…’ pensó
mientras agarraba el frasco y se lo metía al bolsillo.
Salió
precipitado de su oficina y camino aceleradamente por los corredores. Chequeó
de nuevo la hora: 6:15 a.m. ‘Seguramente
ningún mocoso ha llegado a desayunar, así que estaré solo… mejor para mi’
pensó con alivio.
Al
llegar al Gran Hall noto que estaba casi vacío excepto por una persona: Albus
Dumbledore.
‘Acaso
no duerme?’
se preguntó Snape mientras caminaba hacia la mesa de profesores.
Se
sentó un puesto a la derecha de Dumbledore.
“Buenos
días Director” dijo Snape como usualmente decía todas las mañanas.
“Buenos
días Severus… te levantaste temprano hoy es lo que veo?” preguntó
Dumbledore gentilmente.
“Si..”
le respondió Snape vagamente mientras servía comida en su plato.
“Un
día especial?” volvió a preguntar Dumbledore.
“No
señor..” respondió Snape tajantemente.
Ambos
hombres desayunaron en silencio. Después de media hora Snape se levantó.
“Tengo
cosas que hacer señor, si no le incomoda” dijo Snape, aunque sabía
perfectamente que solo tenía que corregir los ensayos restantes de quinto año.
“Vaya,
hasta en domingo trabajas!” exclamo Dumbledore jovialmente. Snape frunció el
ceño.
“Entiendo
que tienes que hacer cosas… por cierto Severus, deberías ver a Madam Pomfrey,
te noto agitado y muy pálido” continuó diciendo Dumbledore.
“Yo
veré que hago, señor” le dijo Snape dirigiéndose a la puerta del Gran Hall.
Era
el tipo de mañanas que Snape odiaba, el tipo de mañanas que se quiere estar
solo pero por uno que otro motivo no se podía. Esta escena se había repetido
una y otra vez para su disgusto. Le recordaba entonces la mañana siguiente
después de que Evans lo había descubierto tomando la sangre de vacante…
Se
encontraba agotado. Le dolía sus brazos, sus piernas, la cabeza
y la espalda.
Sentía sus párpados extremadamente pesados, como si estuviesen hechos de
plomo. Con dificultad abrió sus ojos y lo primero que vio fue un candelabro
verde que colgaba justo encima de él. Miró a su alrededor. Se encontraba solo
y el fuego de la chimenea estaba extinto.
Lentamente
se levantó de la silla donde había pasado toda la noche. Miro su reloj:
marcaban las 6am en punto por lo tanto sus compañeros de casa
se encontraban durmiendo. Decidió irse a desayunar: no le importaba si
todavía los elfos no habían arreglado las mesas de las casas o si desayunaba
solo, quería estar en cualquier sitio excepto en la Sala Común.
Deseaba
olvidar lo sucedido la noche anterior. El sabia perfectamente que era un idiota,
nada bromista, fracasado, sin nadie que se preocupara con el, controlado e
influenciado por sus amigos. Sentía rabia, su orgullo estaba lastimado, no quería
saber de nadie. Pero sus pensamientos lo abandonaron al ver que repentinamente
se encontraba al frente de la puerta del Gran Hall. Había salido de su Sala Común
y caminado por los corredores, absorto en sus pensamientos.
La
abrió y sin mirar a su alrededor se dirigió a la mesa de su casa.
Se
sentó en la silla donde acostumbraba siempre a sentarse y sorpresivamente
apareció comida al frente de el. Tomo unos huevos cocidos, un poco de pan
integral y jugo de calabaza. Se encontraba comiendo su desayuno cuando escucho
una voz detrás de el.
“Severus..
por qué tan solo?” dijo la voz.
Snape
se sobresaltó. ‘Si era Evans? Peor, si era Howe?’ pensó Snape
precipitadamente. Volteó su cabeza y
se encontró con no otro que Albus Dumbledore, máxima
autoridad de Hogwarts. Snape intentó calmarse y evitar que sus manos empezaran
a sudar.
“Por qué tan solo?” repitió Dumbledore gentilmente, sus
ojos azul celeste reflejando la luz del nuevo día.
“Decidí
levantarme temprano, señor” mintió Snape.
“Un
día especial?” pregunto Dumbledore, sus ojos brillando.
“No..”
respondió Snape vagamente, mientras Dumbledore lo miraba fijamente a los ojos,
como si tratara de leer su mente.
Dumbledore
le sonrío. “Discúlpame, pero tengo que regresar a mi mesa, algunos
profesores deben estar por llegar”
Snape
vio a Dumbledore dirigirse a la mesa de profesores, sentarse y darle una última
sonrisa a Snape.
‘Debo
salir de aquí y pronto’ penso Snape mientras de apresuraba a consumir
todo su desayuno.
Al terminar se levanto rápidamente de su silla y se dirigió a la puerta del Gran Hall sin mirar a Dumbledore, no quería saber la expresión que llevaba en ese momento. Se preocupo al pensar donde debía ir ya que no quería encontrarse con Malfoy y los demás. Penso ir al ala hospital para ver a Goyle, pero cambio de idea: ‘Estoy desesperado.. pero no es para tanto..’ penso mientras se disponía a abrir la puerta del Gran Hall. Pero antes de que pudiera abrirla, antes de que pudiera siquiera tocar la puerta, súbitamente alguien la abrió del otro lado.
‘Que
no sea Evans..’
suplico Snape, pero se encontró cara a cara con Malfoy, seguido por Higgs,
Bletchey y Crabbe.
Todos
permanecieron en silencio hasta que Malfoy hablo.
“Severus..
respecto a lo de ayer—“
“Cállate,
Dumbledore está adentro” susurró Snape.
Malfoy
se puso de puntas y miró por encima de Snape. Efectivamente Dumbledore estaba
adentro y se encontraba mirando curiosamente la escena en la puerta.
“Me
voy cambiar de ropa… nos vemos después” dijo Snape mientras pasaba por
enfrente del grupo y se alejaba de ellos rápidamente…
Snape
se detuvo al frente de su oficina. Iba a entrar pero las palabras de Dumbledore
le retumbaban en la mente. Se dio la vuelta y se dirigió al ala hospital.
Una
vez allí Madam Pomfrey se apresuró en curarlo de su fiebre, sin hacer muchas
preguntas.
“Profesore
Snape, siga… le pasa algo? Pero claro esta pálido…” dijo
la enfermera para si misma, cuando entro Snape al ala hospital.
“Es
una estupidez.. simplemente fiebre..”
“No
diga más, siga y acuéstese en la cama siguiente a la del Profesor Lupin”
dijo Madam Pomfrey. “Siga siga…”
Snape
vacilantemente se sentó sobre la cama.
“Vaya
Severus estas pálido…. Algo que te moleste?” preguntó Lupin el cual se
encontraba acostado en la cama siguiente a la de Snape.
“No
te importa…” le siseó Snape.
De
todas las personas en el mundo era a la última con la cual se quería
encontrar. Dumbledore había decidido contratar a Lupin a pesar de la oposición
por parte de alumnos, padres y profesores y especialmente de él, gracias a ese
hombre-lobo imbécil perdió la Orden de Merlín.
Pero
después de la vuelta de Voldemort, Dumbledore decidió tener cerca de el a las
personas de mas confianza, prepararlas y mantenerlas
unidas para un posible ataque por parte de Voldemort y sus Death Eaters.
Entre esas personas estaban una serie de magos, incluyendo a Lupin y a el, todos reunidos en un grupo llamado “La orden del Fénix”.
Es
así era como Lupin, el fastidioso Lupin estaba de vuelta.
Enojado,
Snape se quitó los zapatos y se acostó en su cama sin siquiera colocarse
debajo de las cobijas.
Madam
Pomfrey se acerco con una copa en su mano.
“Beba
esto, le bajará la fiebre” dijo mientras le pasaba la copa a Snape.
Snape
la tomó en sus manos, la olió y la examinó.
“Mujer,
esta poción me hará dormir…” dijo Snape irritado.
“Y
bajar la fiebre” dijo la enfermera, su paciencia llegando al limite. Se retiroó
a su oficina lanzándole a Snape una mirada severa.
“Tómala
Severus, te hará sentir mejor” le dijo Lupin soñolientamente a
Snape desde su cama.
“Por
que estás aquí?" le preguntó Snape, aun irritado.
“Luna
llena” respondió Lupin de manera simple.
Snape
asintió mientras tomaba el primer sorbo. Al instante sintió que su cabeza le
daba vueltas. Se tomó toda la poción en un gran sorbo. Aturdido, acomodó su
cabeza sobre la almohada y quedó profundamente dormido.
Gracias por leer ^__^
CONTINUARA?