Giratiempo del Giratiempo (Por la tocaya DANIELA, )  
Continuacion!

 

-¡Harry! , ¡Harry!

-¿Mmmm? Hermione ¿Qué pasa?

 

Eran las tres de la mañana en la Sala Común. Harry se había quedado dormido sobre una pila de libros de adivinación (Bastante comprensible) mientras trataba de escribir su ensayo sobre “ La importancia del I-Ching en la vida diaria”. Hermione había entrado como un vendaval:

-¡Harry! Adivina lo que inventé…

-¿Un medio para estudiar a doble velocidad?- pregunto este, molesto-¡Hermione, son las 3 de la mañana!

-¡No importa!- dijo ella- vamos, intenta adivinar.

 

Harry se incorporó. Si Hermione entraba de madrugada en la Sala Común, gritando y corriendo, algo no andaba bien. Generalmente, ella trataba de que los demás cumplieran con las normas del Colegio; ¡Incluso era prefecta!

 

-Es un giratiempo- dijo ella, alargándole un diminuto reloj de arena, que brillaba con todos los colores.

 

Harry cogió el giratiempo, lo examinó y dijo:

-Salvo el color, yo lo veo como cualquier otro…¿Por qué dices que lo inventaste?

-¡Harry, pero que dices! Este puede no solo viajar hacia el pasado; ¡También hacia el futuro! Y al lugar que tu desees.

 

En ese momento, entro Ron, medio dormido a la Sala Común:

-¿Qué es todo ese ruido? No me dejan dormir…

 

Hermione le contó todo en un instante. Al terminar, Ron tenia la boca abierta y se le había quitado el sueño:

-…Y es el resultado de meses de trabajo duro.- Terminó ella, orgullosa.

-¡Podríamos salir a probarlo!- dijo entusiasmado.

-Pero no debe vernos nadie…-empezó Hermione.

-Vamos Hermione ¿De qué sirve un Giratiempo si no puedes usarlo?

-Podemos llevar la capa invisible- Sugirió Harry.

-Vale- dijo ella confusa. ¡Iban a probar su invento!

 

Harry subió al dormitorio de los chicos. Todos dormían profundamente.

-No hay peligro de que nos descubran- anunció

-¿A donde quieren ir?- pregunto Hermione

-¿Qué tal 10 años adelante?- sugirió Ron

-Por mí de acuerdo- dijo Harry- tendremos 25 años.

-Ok. ¡Aquí vamos!

 

Harry volvió a sentir la sensación de volar; solo que esta vez iba hacia delante. Aterrizaron en una superficie dura:

-¡Estamos en Hogsmeade!- Gritó Hermione, jubilosa

-Pero…¿10 años mas tarde?

-Ya veremos. Pero el pueblo se ve igual que siempre.

-Pero ¡es primavera!

 

Tenia razón. Cuando “salieron” del castillo, la lluvia de invierno azotaba en las ventanas.

 

Recorrieron el pueblo. Notaron varios cambios; por ejemplo, Zonko ya no existía. En su lugar había un gran letrero que indicaba “Sortilegios Weasley”.

También Neville estaba allí. Tomado de la mano con Lavender Brown, le hablaba sobre lo pronto que sacaría su licencia para enseñar Herbología en Hogwarts. Pero lo más sorprendente ocurrió al llegar a la capilla del pueblo:

-¡Chicos! ¡Miren allá!- dijo Harry, poniendo unos ojos como platos.

Eran Ron y Hermione, 10 años en el futuro, ambos vestidos de blanco en la mitad de lo que era a las claras una ceremonia de matrimonio. Los Ron y Hermione del presente se sonrojaron y evitaron mirarse el uno al otro.

-Esteee… por que no nos vamos de esta época- dijo Ron

-Sí. Creo que hemos visto demasiado para nuestro gusto.- dijo Hermione

-¡Tengo una idea!

-¿Cuál?- preguntaron Ron y Hermione; deseosos de cambiar el tema.

-Podríamos ir a ver a mis padres- Dijo Harry-Puede que incluso pueda advertirles sobre Voldemort y …

-Harry, no sabes lo que pides. Según las leyes de la brujería nadie puede cambiar lo ocurrido…¡Bah! Pero podemos intentarlo.-dijo Hermione.

-¡Claro! Ya lo hicieron en tercero- dijo Ron recordando la memorable vez en que Harry y Hermione ayudaron a escapar a Sirius sobre un Hipogrifo.

 

Retrocedieron 25 años en el tiempo (Tomando en cuenta en la época en que estaban) Hogsmeade estaba igual que siempre, con una pequeña diferencia; Esta vez habían llegado en Otoño y el pueblo estaba decorado con los ornamentos propios de Halloween.

 

Comenzaron a mirar al interior de las casas; por si la familia de Harry se encontraba en alguna. Al final encontraron una casa en que estaban solos una joven mujer, de cabello rojo y ojos verdes, y un bebé de un año, mas o menos.

-¿Mamá?

-¿Quién eres? Te pareces a James…

-¡Soy yo!¡Harry!

-¿Harry?

 

Harry explicaba toda la situación a su madre cuando entró James en la cabaña. Demostró sorpresa, pero su mujer lo calmó diciéndole:

-James, Él es Harry. Viene del futuro. Dice que tiene algo muy importante que decirnos.

 

Harry les contó que Sirius no era el espía de Voldemort; rogó que no usaran a Peter Pettigrew como guardián secreto, que este los traicionaría. Lily y James lo escuchaban, cabizbajos. Al  terminar Harry, se oyó el ruido de una puerta que se abre y una Risa aguda y fría en el comedor…

-Demasiado tarde hijo- dijo James.

-¡¡¡Nooooooo!!!

 

Despertó. Se hallaba en la Sala Común. Estaba bañado en un sudor frío. Apoyo la cabeza en el libro “Adivinación: pasado, presente y futuro” e intento olvidar su ¿pesadilla? Cuando de repente…

-¡Harry!, ¡Harry!

-¿Mmmm? Hermione ¿Qué pasa?

-¡Harry! Adivina lo que inventé...

 

CONTINUACION!!!POR HELENA

Capitulo II 


-¡Harry! , ¡Harry! 
-¿Mmmm? Hermione ¿Qué pasa? 
Eran las tres de la mañana en la Sala Común. Harry se había quedado dormido sobre una pila de libros de adivinación (Bastante comprensible) mientras trataba de escribir su ensayo sobre “ La importancia del I-Ching en la vida diaria”. Hermione había entrado como un vendaval: 
-¡Harry! Adivina lo que inventé… 
-¿Un medio para estudiar a doble velocidad?- pregunto este, esperanzado de que si contestaba lo mismo que en el sueño, ocurriera de verdad.- ¡Hermione, son las 3 de la mañana! 
-¡No importa!- dijo ella- vamos, intenta adivinar. 
Harry se incorporó. Se quedó pensativo, como en su sueño, esperando a que Hermione hablara: 
-Es un giratiempo- dijo ella, alargándole un diminuto reloj de arena, que brillaba con todos los colores, idéntico al del sueño. 
Harry cogió el giratiempo, lo examinó y repitió lo que había dicho en su sueño, aún mas esperanzado que antes: 
-Salvo el color, yo lo veo como cualquier otro…¿Por qué dices que lo inventaste? 
-¡Harry, pero que dices! Este puede no solo viajar hacia el pasado; ¡También hacia el futuro! Y al lugar que tu desees. 
En ese momento, entro Ron, medio dormido a la Sala Común: 
-¿Qué es todo ese ruido? No me dejan dormir… 
Hermione le contó todo en un instante, mientras Harry pensaba en lo que estaba sucediendo. Al terminar, Ron tenia la boca abierta y se le había quitado el sueño: 
-…Y es el resultado de meses de trabajo duro.- Terminó ella, orgullosa. 
-¡Podríamos salir a probarlo!- dijo entusiasmado, Ron 
-Pero no debe vernos nadie…-empezó Hermione. 
-Vamos Hermione ¿De qué sirve un Giratiempo si no puedes usarlo? 
-Podemos llevar la capa invisible- Sugirió Harry. 
-Vale- dijo ella confusa. ¡Iban a probar su invento! 
-Pero mañana, no hoy- dijo Harry, pensando que así tendría tiempo para pensar. En un instante decidió que, puesto que al día siguiente era sábado, terminaría el trabajo de adivinación esa noche y mañana tendría tiempo, aunque se levantase tarde, para viajar en el giratiempo con Ron y Hermione. 

Estaban con la cadena del giratiempo alrededor del cuello de los tres y Harry llevaba la capa invisible. 
-¿A donde quieren ir?- pregunto Hermione 
-¿Qué tal 10 años adelante?- sugirió Ron 
-Por mí de acuerdo- dijo Harry, como en su sueño- tendremos 25 años. 
-Ok. ¡Aquí vamos! 
Harry volvió a sentir la sensación de volar; solo que esta vez iba hacia delante. Aterrizaron en una superficie dura: 
-¡Estamos en Hogsmeade!- Gritó Hermione, jubilosa 
-Pero…¿10 años mas tarde? 
-Ya veremos. Pero el pueblo se ve igual que siempre. 
-Pero ¡es primavera! 
Tenia razón. Cuando “salieron” del castillo, la lluvia de invierno azotaba en las ventanas. 
Recorrieron el pueblo. Notaron varios cambios; por ejemplo, Zonko ya no existía. En su lugar había un gran letrero que indicaba “Sortilegios Weasley”. 
También Neville estaba allí. Tomado de la mano con Lavender Brown le hablaba sobre lo pronto que sacaría su licencia para enseñar Herbología en Hogwarts. Pero lo más sorprendente ocurrió al llegar a la capilla del pueblo: 
-¡Chicos! ¡Miren allá!- dijo Harry, poniendo unos ojos como platos. 
Eran Ron y Hermione, 10 años en el futuro, ambos vestidos de blanco en la mitad de lo que era a las claras una ceremonia de matrimonio. Los Ron y Hermione del presente se sonrojaron y evitaron mirarse el uno al otro. 
-Esteee… por que no nos vamos de esta época- dijo Ron 
-Sí. Creo que hemos visto demasiado para nuestro gusto.- dijo Hermione 
-¡Tengo una idea! 
-¿Cuál?- preguntaron Ron y Hermione; deseosos de cambiar el tema. 
-Podríamos ir a ver a mis padres- Dijo Harry- Puede que incluso pueda advertirles sobre Voldemort y … 
-Harry, no sabes lo que pides. Según las leyes de la brujería nadie puede cambiar lo ocurrido…¡Bah! Pero podemos intentarlo.- dijo Hermione. 
-¡Claro! Ya lo hicieron en tercero- dijo Ron recordando la memorable vez en que Harry y Hermione ayudaron a escapar a Sirius sobre un Hipogrifo. 
Harry pensó que en vez de retroceder 25 años, donde no podría salvar a sus padres, retrocederían 25 años y medio. Lo pensó, pero no lo dijo. En lugar de eso argumentó que un bebé de medio año menos se reconocería peor a sí mismo que uno de 1 año. 
Retrocedieron 25 años y medio en el tiempo (Tomando en cuenta en la época en que estaban) Hogsmeade estaba igual que siempre. Era primavera. Comenzaron a mirar al interior de las casas; por si la familia de Harry se encontraba en alguna. Al final encontraron una casa en que estaban solos una joven mujer, de cabello rojo y ojos verdes, y un bebé de medio año, mas o menos. 
-¿Mamá? 
-¿Quién eres? Te pareces a James… 
-¡Soy yo! ¡Harry! 
-¿Harry? 
Harry explicaba toda la situación a su madre cuando entró James en la cabaña. Demostró sorpresa, pero su mujer lo calmó diciéndole: 
-James, Él es Harry. Viene del futuro. Dice que tiene algo muy importante que decirnos. 
Harry les contó que Sirius no era el espía de Voldemort; rogó que no usaran a Peter Pettigrew como guardián secreto, que este los traicionaría. Lily y James lo escuchaban con atención. Al terminar Harry, echaron unos polvos en la chimenea y James murmuró algo. 
-Hola James, hola Lily. 
-Hola Sirius- respondieron los padres de Harry. 
Le explicaron que su hijo había venido del futuro y todo lo que les había dicho, y que le utilizarían a él como guardián secreto. 
-De acuerdo- concluyó Sirius. 
Papá, mamá: debéis huir con mi yo bebé a otro lugar más escondido que aquí, por si acaso. 
-Vale, ya nos vamos, hijo. Cuídate, Harry.- dijo su padre y le abrazó. También le abrazó su madre. 
-Adiós papá, adiós mamá- dijo Harry. 
-Adiós señor y señora Potter- se despidieron Ron y Hermione. Y volvieron al presente. 

Voldemort no mata a los padres de Harry y suceden cosas horribles en el presente... Bueno, no todas son horribles 

Capitulo III 


No todos son horribles. Al vivir los padres de Harry, éste no fué su caída y por lo tanto Voldemort seguía vivo, matando a gente, torturando a muggles, etc,... Él ya no tiene la cicatriz. 

Pero Hermione estaba en el Hospital San Mungo de Enfermedades y Heridas Mágicas, puesto que Voldemort mató a sus padres y a ella la había torturado haciéndole levitar y enseñando las bragas, lo que la había puesto tan histérica y nerviosa que se volvió loca y están tratando que vuelva al estado normal. 

Bertha Jorkins no ha muerto, ni tampoco Cedric, el hijo de los Diggori; aunque sí Colagusano. 

Los Weasley son aún más pobres, visten como elfos domésticos y están pidiendo en el callejón Diagon. 

Harry va a Hogwarts, aunque no sus dos mejores amigos, Ron y Hermione. Su mejor amigo era Neville, cuyos padres no habían sido torturados. Él vivía con ellos y sus abuelos se habían muerto. 

Entre tanto Harry pensaba que prefería la otra vida, con Ron y Hermione. La otra vida se le presentaba ante sus ojos como si la hubiera vivido hacía siglos. 

Él no quería aquella vida, aunque le gustaba estar con sus padres. En una hora de su nueva vida se había enterado de todo esto porque sus padres se lo habían dicho. No había tenido el suficiente tiempo para estar más arrepentido cuando... 

-Harry, Harry, despierta, ¿me oyes?, ¡Tenemos que probar el nuevo giratiempo de Hermione. 
Harry había terminado el trabajo la noche anterior y se había quedado dormido otra vez mientras pensaba si conseguirían... 
-¡Harry! Es la hora de comer. Comamos y vayamos a probar MI giratiempo.- dijo Hermione. 
-Un momento.- les iba a contar los dos sueños para tratar de explicarles que no debían cambiar nada, pero no sabía si añadir lo de que se casaban. Sumido en su lucha interna les contó lo demás y al final decidió contarles lo otro. Ron y Hermione se sonrojaron muchísimo y Hermione dijo: 
-Que cosas sueñas, Harry. 
-Sí, - dijo Ron- además, sólo ha sido un sueño... - pero pensaba para sí que ojalá sucediera de verdad, aunque, todavía, no había tenido el valor suficiente Para decirle a Hermione lo mucho que le gustaba, más desde que la vió en el baile de Navidad, el año pasado, tan guapa, tan encantadora, tan espléndida, pero con Krum. Se puso muy celoso. En realidad fueron sus celos los que hicieron que se diera cuenta de lo mucho que le gustaba. 

-¡Ron, Ron!- le sacó de su ensimismamiento Harry- ¿te has enterado de algo? 
-No- admitió Ron. 
-No vamos a modificar el pasado.- le informó Harry 
-¿Por qué no?- desafió Ron. 
-¿No has oído lo que he soñado? Además, Dumbledore dijo que podrían suceder cosas terribles si se cambiaba el pasado y mira tú lo que soñado... 
-Bueno, vale- rectifico Ron- pero ¿podríamos viajar sin cambiar nada? Yo no he viajado nunca en un giratiempo y me gustaría... 
-Vale- aceptaron Harry y Hermione 
-Pero sin cambiar nada, NADA- recalcó Hermione. 
-De acuerdo- dijo Ron. 

Capitulo IV 


Bajaron los tres al Gran Comedor. 

-¡Mira!, ¡Hay muchas comidas nuevas!- dijo Ron. 
Hermione bufó algo así como <> mientras miraba los platos nuevos, que bien llegaban a la docena. Pero de pronto la cara se le iluminó. 
-¿Qué será esto?- preguntó Ron con emoción contenida- ¿Y esto otro? 
-Esto es cocido -le respondió Hermione mirando un caldo con pasta y garbanzos, y con trozos de chorizo, jamón, tocino, carne... - y esto otro paella. Son platos típicos de España. Mi favorito es el cocido- añadió sirviéndose una buena cantidad.- El verano pasado fuí a España y los probé. 

Diez minutos después, Ron, al ver que Hermione iba por el 4º plato de cocido, le dijo: 
-En cuanto viste el cocido se pasó lo de la <>- dijo Ron, representando admirablemente el tono de Hermione. 
-Oh, cállate Weasley- dijo ésta sonrojándose. 
-¿Por qué me has llamado Weasley y no Ron?- preguntó Ron, serio. 
-Eh... pues... no sé- respondió poniéndose más roja que el pelo de Ron. Se levantó de la mesa y se fué corriendo. 
-¿Qué le pasa?- intervino Harry por primera vez. 
-No sé. Supongo que se habrá ido a la biblioteca. 

Cuando media hora más tarde llegaron al retrato de la Dama Gorda (<>) y entraron en la Sala Común no había nadie. Supusieron que la gente debió de aprovechar el sábado de buen tiempo para ir a pasear. Se fueron a la biblioteca, para ver si estaba allí, pero tampoco y salieron 1 minuto después, para irritación de la Señora Pince. 
-¡Ya sé!- exclamó Ron- Debe de estar soltándole un rollo a los elfos sobre la . 
Y se dirigieron a las cocinas. Ni estaba, ni había estado allí, según les informó Dobby, quien antes de que fueran, les llenó las manos de pasteles para el camino y, cuando se iban, les agradeció que hubieran ido a visitarle mientras los demás elfos les hacían profundas reverencias, incluida Winky, quien parecía haberse recuperado. 

Volvieron a la Sala Común, engullendo los pasteles, y esperando que estuviera allí o ella o alguna chica, para pedirle que subiera a los dormitorios de las chicas de 5º, para ver si estaba, pero seguía sin haber nadie. Decidieron ir ellos a su habitación, aunque les estaba prohibido. 
- Además, ella entró un par de veces en la nuestra- le recordó Ron-. 
Subieron por las escaleras que llevaban a los dormitorios de las chicas y, en el primer rellano, empezaron a buscar. <<1º>>, <<3º>> 
-¡5º curso!- exclamaron los dos al unísono mientras abrían la puerta. Era una habitación soleada y las ventanas daban al lago. El sol iluminaba bien el contenido de la habitación: había cinco camas con dosel y cinco baúles a los pies de las camas de sus propietarios. En una de las ventanas había una jarra con agua y al lado cinco vasos. Entraron en la habitación y vieron todas las cortinas retiradas. En una de las camas se hallaba Hermione, con un camisón rosa pálido de seda puesto, recostada sobre la pared y con una pluma en la mano. Estaba dormida. Un cuaderno, abierto por la mitad, estaba junto a la mano que sostenía la pluma. 
-¡Oh, no!- gruñó Ron- ¡Se ha quedado dormida mientras hacía los deberes! 
Harry había cogido el libro, pero no era un libro. Era un diario. Era su diario. 

Capitulo V 

Era su diario. Se lo iba a decir a Ron, pero cuando vió su cara se quedó sin habla y con la boca abierta: Tenía una expresión que no le había visto nunca. Miraba a Hermione como si fuera la criatura más hermosa, lo más bello que hubiera visto nunca. Estaba embelesado por completo. 
Harry, en medio de su sorpresa, tuvo clara una cosa: a Ron le gustaba Hermione. Si, a su amigo Ron, el que siempre se peleaba con Hermione, pero luego la defendía. Lo sospechaba desde hacía tiempo, pero no sabía si sería verdad o no. Ahora lo sabía. Era verdad. 
Decidió contarle lo del diario. 
-Ron- dijo- no son deberes, es su diario. 
Aquellas palabras fueron para Ron como si le estuvieran ofreciendo todo el oro de Gringgots: su cara se iluminó y se abalanzó sobre Harry tratando de quitarle el diario, sin duda, para leerlo. Pero Harry lo impidió y lo puso detrás de su espalda. Acto seguido despertó a Hermione. 
-Hermione, despierta- llamó- despierta, te quedaste dormida escribiendo tu diario. 
En ese momento Hermione dió un respingo y al segundo siguiente se encontraba delante de su baúl, con el diario en la mano, y guardándolo bajo llave. Cuando hubo terminado de guardarlo se sentó a los pies de la cama. 
-Lo habéis leído, ¿no?- dijo mirándolos severamente y con los labios tensos. Pero para sorpresa de Ron y Harry estalló en lágrimas y sollozó: -ya... ya que lo habéis leído so... sólo quiero deciros que yo no... 
-Tranquilízate, Hermione- le dijo Harry- no hemos leído tu diario. 
Hermione dejó de sollozar y los miró incrédula. 
-De verdad- afirmó Ron. 
Hermione volvió a ponerse a llorar. Harry se sentó a su lado y le dijo: 
-Hermione, ¿qué te pasa? Estás muy rara. A nosotros puedes contárnoslo todo. Nosotros te lo contamos todo a tí. 
-Ya, pero esto no puedo. No se lo puedo contar a nadie, sólo a mi diario. 
-Venga, Hermione, bajemos a cenar, ya iremos otro día en el giratiempo. 
Bajaron a cenar. Eran de los primeros en llegar, así que no había casi nadie. La cena transcurrió en completo silencio, ninguno de los tres hablaba. 

Cuando se iban se encontraron con Malfoy, Crabbe y Goyle. Malfoy miró a Hermione y le sonrió. Ésta se puso a llorar y se fué corriendo. Malfoy miró implorante a Harry y Ron, quienes le devolvieron una mirada de incredulidad. Harry y Ron volvieron en silencio a la torre de Gryffindor. Hermione no estaba allí, por lo que supusieron que se había ido a dormir, así que ellos también se fueron a su habitación. 

Allí Ron rompió el silencio. 
-Hermione está muy, pero que muy rara; y también Malfoy, Crabbe y Goyle. Tenemos que llegar al fondo de este asunto. Y creo que la respuesta está en el diario de Hermione.- en su pecoso rostro se dibujó una mueca de ansiedad. 
-Vale- aceptó Harry. 

Se quedaron largo rato discutiendo qué harían para leer el diario y al final pensaron que lo mejor era coger la capa invisible e ir a la hora de comer, con lo que se aseguraban de que no habría nadie en el dormitorio de las chicas. Después Ron, con una horquilla (un truco muy útil en algunas ocasiones- afirmaba), abriría el baúl, ya que estaban seguros de que Hermione lo habría cerrado con un hechizo que ni el eficaz alohomora podría abrir. Cogerían el diario y Harry le haría el encantamiento que habían dado con el profesor Flitwick la semana pasada: el encantamiento repetidor. 
-El encantamiento repetidor- les había dicho el profesor Flitwick- es un encantamiento complicado. Sus efectos se pasan a las 24 horas. Para hacer dicho encantamiento se han de fijar los ojos en el objeto a duplicar e imaginárselo dos veces. Con la vista aún fija en el objeto se han de decir estas palabras (repitan conmigo): repitus (y el nombre en latín del objeto a repetir). Por ejemplo: para duplicar un libro se ha de decir: repitus librus- ante el asombro de toda la clase el libro de encantamientos se duplicó-. Para deshacer el encantamiento sin esperar las 24 horas, el contrahechizo es: finite incantatem. 
Al final de la clase todos habían conseguido duplicar sus libros a excepción de Neville, que lo había hecho desaparecer. 

La mañana del domingo pasó muy rápido y antes de que se dieran cuenta, Harry y Ron estaban bajo la capa invisible, en el dormitorio de las chicas, frente al baúl de Hermione. Ron introdujo la horquilla en la cerradura de éste y tras tensos segundos hurgando en la cerradura ésta hizo y el baúl se abrió. Tenía cinco túnicas de Hogwarts bien dobladas y amontonadas al lado izquierdo. Al lado derecho se encontraban un montón de pergaminos, un puñado de plumas, y dos tinteros, pero ni rastro del diario. Al no encontrar nada miraron en el resto de la habitación: debajo de la almohada, debajo del colchón, en la mesita de noche, e incluso, otra vez en el baúl, buscaron algún compartimento secreto (como el baúl de Moody), con una cerradura oculta, pero nada. Ron se puso a mirar entre las túnicas y... ¡Bingo!: una pequeña cerradura de plata aparecía en mitad del baúl, entre las túnicas. Ron volvió a utilizar la horquilla y en menos que se dice ¡ah! se encontraron ante el mismo baúl, pero ahora vacío. Bueno, no estaba vacío del todo. 

Capitulo VI 


No estaba vacío del todo. Había un libro pequeño, verde, con una caligrafía muy clara que decía: 

Diario de Hermione. 

Lo cogieron. Disponían de 30 minutos para hacer el encantamiento repetidor el diario y escabullirse sin que los vieran. Harry no tuvo dificultad alguna, ya que veía doble sin gafas, y, además, en clase de encantamientos le había funcionado; puesto que se las quitó. Se pasó 5 largos minutos concentrándose. Cuando habían ya pasado los ocho dijo las palabras: 

- Repetius diarius- y ante sus ojos vio 4 diarios: el encantamiento había funcionado. Se puso las gafas y vio los dos diarios, idénticos en todo, por supuesto. 
Ron y Harry se quedaron contemplando los dos diarios durante diez minutos, hasta que Ron dio un respingo y dijo: 

- ¡Harry!, ¡Tenemos 15 minutos! 
Metieron el verdadero diario en el compartimento secreto. Ron accionó la cerradura de plata: allí estaba otra vez la primera visión del baúl. Bajaron la tapa y (quedaban 7 minutos) les asaltó una inoportuna duda: ¿cómo volver a aplicar el hechizo si no sabían cuál era? Harry halló la solución: al cerrarlo otra vez debía de seguir estando el hechizo, puesto que ellos no lo habían deshecho (- otra de las ventajas de los trucos muggles- dijo ron). Les quedaban tres escasos minutos. Se pusieron la capa invisible de harry y metían el doble del diario cuando de sopetón se abrió la puerta y apareció Hermione. Debía de ir pensando en algo, pues estaba tan distraída que se olvidó cerrar la puerta. 

-¿Dónde estarán?- murmuraba- tampoco estaban en su cuarto... 
Harry y Ron caminaban silenciosamente hasta la puerta. Mientras, Hermione seguía diciendo: 

- Bah, seguramente habrán intentado descubrir algún pasadizo que no hayan encontrado Fred y George. Si es así pueden estar seguros de que los han encontrado todos, y más con el mapa del merodeador... - Ron y Harry se quedaron a escuchar lo que decía- aunque puede que... últimamente e oído decir a Dumbledore que pudiese que hubiera un pasadizo secreto a... - se quedó unos segundos callada como si dijera las palabras en su cabeza y continuó -, y además solo puede pasar el heredero de Godric... - otros se segundos de silencio- pero sólo lo he oído... ¿se lo tendría que decir a Harry y Ron? No, lo más seguro es que intentaran buscarlo y...- volvió el silencio. Ya no habló más se tumbó en la cama y cerró los ojos. 

Se escabulleron fácilmente por la puerta abierta y se fueron hasta su habitación. 
- Por poco- dijo Ron saliendo de la capa. 
- Sí, ha faltado poco- estuvo de acuerdo Harry. 
- Deberíamos bajar a comer, podrían sospechar- dijo Ron. Harry asintió. 
Bajaron a comer, no sin antes asegurar el diario en el baúl de Harry. Sólo quedaban los postres, pero les dio igual. Comieron como nunca: entre los dos se comieron dos platos de helados de todos los gustos, uno y medio de tarta de melaza, dos más de pastel de manzana, uno de relámpagos de chocolate, y cuatro entre rosquillas de mermelada, bizcochos borrachos, fresas, jalea, arroz con leche... aquella comilona sólo tenia comparación con la que se dieron en su primer día de Hogwarts, en primero, hacía cinco años. 

Ya habían saciado su hambre, ahora debían saciar la curiosidad, pero cuando llegaron a la sala común, Hermione les esperaba. 

- ¿Dónde estabais?- les preguntó. 
- Comiendo- dijo tranquilamente Ron. 
- A base de postres, supongo, por que cuando yo salí... 
- No nos des el rollo- le espetó Ron. 
-¿Dónde estabais antes?- volvió a preguntar- En la biblioteca ni rastro, tampoco en las cocinas... 
- Dando un paseo por el lago- inventó Harry. 
- Ah, bueno, en ese caso, vale. ¿Vamos a visitar a Hagrid?- dijo Hermione, pero sin esperar respuesta dijo- venga coged los abrigos. 
No tuvieron elección. Harry y Ron se miraron con expresión de fastidio y sin decir palabra cogieron los abrigos. 

Cuando llagaron a la cabaña de Hagrid éste les recibió con su habitual alegría. 
- ¿Tarta de comadreja?- ofreció a los chicos- Es mi especialidad. 
- No, gracias, Hagrid, acabamos de comer.- respondió Harry, quien tenía motivos más que suficientes para no aceptar. Fang le lamía las orejas como siempre, llenándole de babas. 

La tarde en la cabaña de Hagrid transcurrió con alegría, aunque los chicos quisieran volver para leer el diario de Hermione. 

A las seis los cuatro estaban en las puertas del castillo, entrando, para entrar a cenar. 
Después de cenar, a las siete y cuarto, estaban en la Sala Común, tan impacientes como antes. Estaban en una mesa, apartados. Hermione había los deberes mientras Harry y Ron jugaban al ajedrez mágico. 

- Nos vamos a acostar, Hermione- dijo Harry dándole a Ron una patada por debajo de la mesa, quien entendió el mensaje y fingió dar un sonoro bostezo. 
- Vaya, parecéis cansados- les dijo Hermione por encima de "El libro reglamentario de hechizos curso 5º, Miranda Goshawk" 
- Lo estamos- aseguró Ron. 
- Bueno, hasta mañana, Hermione.- se despidió Harry. 
- Sí, eso, adiós- terminó Ron. 

Subieron la escalera, entraron en la habitación, cogieron el diario y lo pusieron en la cama de Harry, quien corrió el dosel de su cama Para que si llagaban, Dean, Neville o Seamus, no los encontraran en esa situación. Abrieron el diario por la primera pagina. 
- Es la fecha de hace dos semanas- informó Ron. Decidieron que lo leerían desde el principio. 

1 de Noviembre del 2001. 

Querido diario: 

     

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