Este giratiempo me dio su trabajito...a la autora le costo entender lo de mail y
word, después el formato no estaba bien. Al final lo envió arreglado, pero yo no
lo encontraba! Ahora si, esta casi perfecto...aunque las mayúsculas, las
mayúsculas...falta mas de una y yo ya no corrijo mas! A pesar de todo esta
publicado, ya que es original y entretenido!
Harry y la profecía de
Anapas
Naty
-Harryyy...
-Susurró una voz de mujer, muy suave y bella, que prolongaba la “y” muy
lentamente –Harry..., necesitas seguir tu camino... no te detengas...
-¿Quién
eres tú?-preguntó Harry mientras caminaba un tanto aturdido-¿cuál camino?.
Se encontraba exactamente en medio de un espeso bosque, cubierto por una
densa neblina. La mujer que le hablaba no debía de estar muy lejos.
-Muy
pronto lo sabrás, muy pronto...
Le pareció ver una sombra acercándose, cada vez faltaba menos para verla
y...
-Harry,
¡Harry, despierta!-esta vez era una voz conocida, era Ron.
Harry abrió los ojos y se sentó en su cama de un tirón, aún estaba un
poco aturdido.
-Parece,
que tenías un sueño muy interesante-Ron le sonreía burlón, pero de repente su
expresión cambió abruptamente-¡vamos! Llegaremos tarde al comedor.
Bajaron después de unos minutos. Ya hacían 3 semanas desde que el expreso
los había traído hasta hogwarts y todo estaba igual, las clases de pociones
seguían siendo las más terribles para los de gryffindor y sobre todo para Harry
quien aun tenía que soportar las miradas de odio y las malas palabras de Snape.
Las clases de defensa contra las artes oscuras, eran las únicas que aún no
habían comenzado, ya que el nuevo profesor llegaría en una semana más. Y como
era de esperarlo, todos estaban ansiosos por conocerlo...
Hermione los esperaba sentada en una orilla, leía: El comportamiento
de las criaturas mágicas, por Roca Locatt. Como Hermione había sido elegida
prefecto, no había tenido mucho tiempo libre ayudando a los de primer año en sus
primeras semanas de clase, y solo ahora podía estar más tiempo con sus amigos.
-Los
estaba esperando-les dijo dejando el libro a un lado-¿porque se demoraron
tanto?
-Harry
no quería despertar-en Ron se dibujó una maliciosa sonrisa-parece que tenía un
sueño muy fascinante
-Hee...-iba
a comenzar Harry pero una voz detestable lo interrumpió.
-¡”Harry
Potter” ! el famoso y estupido Harry-dijo Malfoy, acompañado por Crabbe y
Goyle.
-¡Callate Malfoy!-le gritó Ron con las manos
apoyadas en la mesa.
En esos momentos Malfoy divisó a Ginny, quien se acercaba hacia ellos un
tanto despistada.
-Típica
Weasley, además de pobretona, torpe.
Parece que para Ron esa fue la gota que colmó el vaso, se paró con todas
sus ganas de pegarle un combo a
este en plena cara, pero Malfoy fue más rápido, levantó su varita y
pronunció:
-Expelliarmus!
Ron calló hacia la pared, sin hacer mucho ruido lo que provocó que muchos
pasaran inadvertidos, pero no pasó lo mismo con Ginny quien llegó a ayudar a su
hermano e inesperadamente encaró a Malfoy:
-Eres
un estúpido¡¡Cómo te atreves!!- le dijo acercándose peligrosamente hacia él,
pero sin darse cuenta se tropezó con el pie de Goyle y se abrazó a Malfoy para
no caer.
Aunque todo pasó muy rápido, para todos la escena fue muy rara. Malfoy en
vez zafarse de los brazos de Ginny, se puso colorado como un tomate y Ginny al
darse cuenta de lo que estaba pasando se soltó de él desconcertada...
Ron los miró con la boca abierta, les iba a decir algo pero de su boca no
salió palabra alguna, entretanto Harry y Herminone miraban sorprendidos.
Malfoy se marchó sin decir nada con Crabbe y Goyle a sus espaldas, en
tanto Ginny se sentó al lado de Ron un tanto avergonzada.
Una semana después, todos los gryffindors esperaban ansiosos en el aula
que llegara el nuevo profesor de defensa contra las artes oscuras...
-Te
apuesto a que es una vieja fea y gruñona – susurró Ron muy bajito, como temiendo
que llegara de improviso.
-Ojalá
sea un profesor joven y simpático-pensó Hermione en voz alta.
-¡Otro
como Lockharts!-se burló Ron- no gracias.
Hermione le
envió una mirada desafiante, pero prefirió no contestarle, en cambio Harry no
quería pensar como sería el nuevo profesor, en realidad prefería esperar a que
llegara.
Y justo en
esos momentos apareció ante los ojos de todos una mujer joven, no demasiado
bonita, pero tenía mucha gracia para caminar y en sus labios siempre había una
sonrisa dibujada.
-
hola chicos-los saludó mientras dejaba cuidadosamente un extraño bulto encima de
la mesa.
-
hola-respondieron algunos al unísono.
-Bien,
yo soy su nueva profesora de defensa contra las artes oscuras, me llamo Morgana
Morlactt.
Los
murmullos se escucharon por toda el aula. Ron parecía mas impresionado que nunca
y miraba a la profesora como
hipnotizado, Dean y Seamus murmuraban sonrientes.
-Parece
muy especial-les murmuró Ron-¿no creen que tiene algo que la hace única?
Hermione no parecía muy convencida, pero Harry le encontró toda la razón,
tenía algo que la hacía parecer muy especial, ¿pero que era? no era muy bella,
pero parecía irradiar con su
alegría a todo el mundo.
-Creo
que es hora de que empecemos con las clases, chicos-dijo tomando entre sus manos
el bulto, todos permanecieron en silencio y expectantes mientras ella sacaba muy
lentamente la manta que lo cubría – deben tener mucho cuidado por si se
despierta, ¿listos? ¡ahora!
Se escuchó un grito de admiración; el pequeño bulto era un monstruito que
parecía inocentemente dormido, era un poco chiquitito y arrugadito pero parecía
muy tierno.
-
Parece lindo, ¿no creen?-les dijo sonriente, mientras todos asentían con la
cabeza, pero muy pronto frunció las cejas- pero las apariencias engañan, este
pequeño monstruo puede llegar a ser muy temible...
Todos se miraron confundidos ¿cómo ese pequeño que parecía dormir tan
placidamente podía ser tan terrible?,
-¿Alguien
me podría decir como se llama esta criatura?-la mano de Hermione se alzaba en el
aire.
-Sí
señorita... ¿Granger?- dudó Morgana.
-Sí,
Hermione Granger- se apresuró a decir- es un “ morcas”
-Bien
Hermione, 5 puntos para Gryffindor-le dijo sonriendo- ¿y alguien me podría decir
cuales son sus poderes?
La mano de Hermione se volvió a levantar.
-Puede
dominar las mentes de las personas.
-Exacto
srita. Granger, otros 5 puntos para gryffindor- Morgana la miró satisfecha- como
ven esta criatura es un verdadero hechizo imperius solo que un poco mas
fuerte, es muy especial ya que
lucha palmo a palmo con las mentes de los humanos, y si algunos de ustedes logra
resistirse a su dominio, podrá dominarlo a él.
Esta vez todos miraron a la criatura con cierto temor a que despertase.
-Dominar
al morcas es muy difícil
-continuó- pero es necesario que aprendan este año a resistirlo, vienen tiempos
muy difíciles...
Aunque dijo estas ultimas palabras muy despacio, Harry las sintió como un
puñetazo en el estomago, sabía que Morgana se refería a Voldemort y a su posible
regreso. El recuerdo de su pelea con él, el año anterior, la muerte de Cedric y
la de como sus padres volvieron para salvarle la vida, volvieron a adueñarse de
su mente por un momento.
-Señor
Potter, ¿podría ser usted el primero en enfrentarse al morcas? –sus palabras lo
hicieron sobresaltarse.
Harry asintió dudoso y se paró a un metro del morcas, anteriormente había
podido resistir el imperius, pero ¿podría resistir y a la ves dominar a un
morcas?.
No tuvo mucho tiempo para pensarlo, porque Morgana ya le estaba dando las
indicaciones:
-Recuerda
que no te servirán de mucho los conjuros, solo utiliza tu mente-todos los de
gryffindor miraban temerosos, Hermione
posó su mano en el hombro de Ron asustada.- no se preocupen no pasará
nada
-¿por
qué te asustas, Hermione?-le dijo un poco incomodo- es solo una clase de defensa
contra las artes oscuras, además recuerda que el año pasado pasó algo similar
cuando Harry resistió el hechizo imperius de ojoloco.
Hermione, se sintió un poco más aliviada, al contrario de Harry, quien no
estaba muy seguro de poder controlar al morcas, pero trataría...
-Estoy
listo-masculló.
Morgana hizo una leve inclinación a su varita y murmuró: ”
despiertum”
El morca en el mismo momento en que abrió los ojos se adueñó de la mente
de Harry, quien empezó a sentir un intenso dolor de cabeza y unos sonidos
incomprensibles que poco a poco empezaron a convertir en ordenes: ” correr,
correr, correr, empieza a sentir que tus pies tienen vida propia y corren hacia
la ventana”. Harry daba pasos y retrocedía
a cada momento, sujetándose la cabeza con las dos manos, de improviso y
sin poder contenerse se dirigió hacia la ventana, no soportaba el dolor de
cabeza, “déjame, déjame en paz” le decía Harry con su mente, pero no pasaba
nada... no podía contra el poder del morca, y ya estaba a punto de llegar a la ventana
cuando el morca le había dado una nueva orden “ tírate por ella”. ” No sigas sus
ordenes” se dijo a sí mismo Harry,
y en esos precisos momentos retrocedió hasta su lugar de inicio, miró al
morcas a los ojos furiosamente y le gritó:” ¡te dije que me dejaras en paz!”.
Harry
cayó al suelo. Él morcas lo había dejado tranquilo y ahora lo miraba
enojado.
-¡Dios mío Harry!- gritó Morgana-¡
pudiste dominar al morcas! ¡eso es imposible!
Harry
aún no entendía nada de lo ocurrido, sentía que su cabeza estaba partida en dos.
-Lo
siento chicos, creo que la primera clase fue demasiado fuerte para ustedes-
Morgana parecía acongojada al ver
el temor que existía en los ojos de la clase- pero esto es necesario
para...
Iba a seguir hablando pero se detuvo, Harry parecía aún un poco aturdido,
pero recordó que ya podía controlar al morcas y se le ocurrió una idea: ” hazle una
reverencia a la clase“ le dijo al morcas mientras lo miraba a los ojos...
El morcas caminó hacia el centro de la sala e hizo la reverencia más torpe que Harry
había visto en su vida; la clase estalló en risas. “Ahora hazle una reverencia a
la profesora Morlactt y luego baila” le ordenó Harry; nuevamente el morcas hizo
una reverencia muy divertida pero esta vez a Morgana.
“Gracias” le pareció que le decía Morgana con la mirada mientras volvía a
recuperar esa cautivadora sonrisa, “de nada” le respondió Harry, mientras toda la clase se reía divertida
con los movimientos curvilíneos que hacía el morcas con sus pequeñas
caderas...
-Hayy...
Harry me tenías tan preocupada... - suspiró con alivio Hermione una vez que pudo
juntarse con él después de la clase junto con Ron.
-¿Que
es lo que te preocupaba?- la miró sonriente- si no me ha pasado nada.
-Si
pero al verte ahí, apunto de tirarte por la ventana...
-Sí-
sonrió Ron- ¡ estuviste genial! Fue muy graciosa esa parte cuando lo hiciste
bailar y...
-Para nada- lo interrumpió Hermione
enojada- creo que la profesora no midió el peligro que tenía traer a un morcas,
para la proxima clase va a tener que elegir a uno pacífico.
-Si, tienes razón- pensó Harry al
recordar que estuvo a punto de tirarse por la ventana- pero eso ya no
importa.
Era de madrugada y Harry caminaba muy nervioso hacia la cancha de
quidditch. Era el primer entrenamiento después de un abominable año, pero Harry
no quería pensar en eso, además ya había llegado a la cancha...
Ahí estaban
Angelina y los gemelos Weasley, conversando animadamente.
-
¡Hola Harry!- lo saludó Angelina sonriente.
-
Hola Harry -le dijo Fred con los ojos brillando– Ron me contó que pudiste
dominar a un morcas.
-¿A
un morcas?- dijo Angelina sorprendida- yo aún no he podido dominarlo, solo puedo
resistirlo un poco... - en esos momentos llegaban Katie y Alicia- hola
chicas.
-Hola-respondieron
ambas.
-Bueno parece que no falta nadie, así
que...
-No
Sr. Weasley aún falto yo –era la profesora McGanogall quien se acercaba con su
rostro severo.
Todos se miraron extrañados.
-Claro-dijo
Mcgonagall acomodándose su puntiagudo sombrero-¿no se imaginan por qué estoy
aquí?
Fred levantó los hombros en señal de que no entendía. McGonagall lo miró
seria.
-Bien,
recuerden que tienen que elegir a su nuevo capitán y además encontrar a un nuevo
guardián...
Todos asintieron con la cabeza como si se acordaran de improviso de algo
muy importante. Harry en realidad no se había acordado de eso en toda su estadía
en hogwarts.
-Bien,
a quien proponen...
-A
Angelina Johnson- dijo Katie Bell inmediatamente.
Todos se miraron con un gesto de aprobación, Angelina era la persona
perfecta para el cargo.
-Nadie
más... -dijo Mcgonagall, quien parecía satisfecha- ¿están todos de acuerdo?
-
¡si!
-Entonces
Angelina, ¡felicidades! tú eres la nueva capitán de gryffindor- dijo Mcgonagall
gustosa.
Fred y George gritaban como locos, mientras Mcgonagall trataba de
calmarlos, entre tanto Angelina sonreía
de oreja a oreja, dándoles las gracias a cada momento.
El entrenamiento de quidditch estuvo excelente, Angelina puso todos sus
conocimientos en practica dejando a todos complacidos con sus intrucciones. Pero
aún faltaba un nuevo guardián, y Fred, George y Angelina serían los encargados
de elegirlo, ya que tenían la tarde libre.
-¿Así
que Angelina es el nuevo capitán?- dijo Ron cuando Harry lo puso al tanto.
-¡Que
bien! Encuentro que está excelente en el cargo-dijo Hermione mientras ojeaba un
libro.
-Si
está muy bien-dijo Harry- y ahora son las selecciones para guardián...
-¿no
me digas?-Ron parecía dichoso.
-Si,
así es.
-¿A
donde vas?-preguntó Harry, mientras Ron salía corriendo.
-Se
me quedó un libro en el comedor, vuelvo enseguida...
-Aún
quedan unas horas para la clase de pociones-le dijo Harry a Hermione-¿por qué no
vamos a visitar a Hagrid?
-Hay...
Harry, no puedo ir ahora, tengo que hablar con la profesora Mcgonagall...
-Esta
bien, tendré que ir solo... –dijo Harry un tanto decepcionado.
Se puso una bufanda y salió hacia la cabaña de Hagrid. Hacía un frío
inmenso y una neblina espesa cubría todo el entorno, la cabaña de Hagrid se veía
a lo lejos. Ya estaba muy cerca de la cabaña cuando de pronto una luz dorada
salió de un extremo del bosque prohibido. Impresionado, Harry se quedó
inmóvil,
¿que
sería eso? No sabía que hacer.
-”
No creo que sea tan terrible ir a observar lo que ocurre, de seguro es Hagrid
buscando alguna cosa para su próxima clase”- pensó. Y así cautelosamente se
dirigió hacia la entrada al bosque prohibido.
-¡Harry!
¿Eres
tú?- preguntó una voz.
-Sí,
soy yo pero... ¿quién eres tu?-Harry ya estaba adentrándose cada vez más al
bosque.
-No
me conoces, pero... yo sé sobre tí – era una voz de mujer, y a Harry ahora le
parecía muy conocida- por favor no te acerques más, es muy peligroso...
-¿por
qué es peligroso?- Harry no tenía miedo pero sí se sentía muy extraño, quizás
demasiado seguro.
-Harry,
solo te pido que no te adentres más al bosque- la voz iba apagándose poco a
poco- Ahora vuelve a tu colegio.
-¿Por
qué no te muestras?- Harry no quería irse, algo lo retenía.
Pero esta vez ya nadie le contestó.
Lentamente caminó de vuelta al colegio, las preguntas volaban por su
cabeza ¿quién sería aquella mujer? ¿Por qué le parecía conocida?, ya no iría a
ver a Hagrid, él en esos momentos debería estar dando clases. Y hablando de clases..., ¡faltaban solo
cinco minutos para que empezaran las clases de pociones!.
Harry corrió rápidamente hacia las mazmorras, pero ya era demasiado
tarde, Snape ya estaba ahí.
-Señor
Potter – dijo malicioso- es que su celebridad no tiene tiempo para venir a
clases... ¡o que mal!. Diez puntos menos para gryffindor y que eso le sirva de
lección.
Harry no dijo nada, al contrario, no pareció sentirse enojado, lo que
provocó que la risa de los de slytheryn se hicieran humo rápidamente. Snape lo
miró enojado mientras este se sentaba al lado de Ron.
-Bien,
trabajarán de a dos, pero yo elegiré los grupos
A Harry le tocó con Goyle, a Ron con Parkinson, a Hermione con Malfoy y a
Neville con Crabbe
-Si
sale algo bien en el trabajo será por pura suerte- le dijo Harry a Ron
levantándose para ir al lado de Goyle.
Pero a trabajar con Goyle no se le podía llamar suerte, Harry nunca había
conocido a alguien más inepto, ni siquiera Neville, quien siempre se las
arreglaba para tener problemas se comparaba con la estupidez de Goyle...
-Mira,
pásame cinco hojas de narsoles y un frasco de esencia de quimera-
le decía Harry, pero Goyle al darse vuelta para buscarlos, pasó a llevar el
nitruco de falicio que cayó irremediablemente mitad en el caldero mitad
en el piso, creando una humareda que se extendió por todo el salón...
-¡¡¡¡Harry
Potter!!!! ¡Es usted un estúpido! –le gritó cuando se dio cuenta de donde
provenía el humo.
-
Pero, si yo no lo...
-No
cree señor Potter, que ya debería aprender a reconocer sus errores- exclamó
sarcásticamente, mientras la risa de Goyle le llegaba a los oídos.
-Pero...
-Deje
de murmurar, diez... - iba a comenzar Snape, pero justo en ese momento tocaron a
la puerta.
Era la profesora Morlactt.
-Severus,
¿podría sacar a el Sr. Potter por unos momentos?- le dijo sonriente.
-He...
he está bien- tartamudeó Snape, aparentando una voz agradable que sin duda no
era común en él.
-
Gracias, Severus-dijo Morgana desapareciendo del salón.
Harry suspiró aliviado, se había
salvado por el momento...
Salió rápidamente mirando a Ron y a Hermione, pero ellos parecían
demasiado ocupados tratando de que su varita no les lanzara una maldición a sus
compañeros de trabajo. Pero Malfoy si lo miró, era una mirada llena de odio,
característica en él.
-Hola
Harry, necesito hablar contigo-le dijo Morgana una vez que Harry llegó a su
lado.
-Bueno-
aceptó Harry.
-Vamos
a mi despacho-dijo-por aquí
Pero Morgana no tenía porque indicarle el camino, ya sabía perfectamente
donde se encontraba el despacho correspondiente a los profesores de defensa
contra las artes oscuras...
Pero una vez que estuvo dentro, contempló que era muy distinta a las
demás. Estaba pintada de color verde suave, y encima de un mesón había algunas
criaturas extrañas adentro de una jaula invisible, por lo menos eso fue lo que
pensó Harry ya que parecía que solo se podían mover por un espacio limitado,
allí Harry reconoció a él morcas de la clase anterior. También era posible
observar que numerosas esculturas en movimiento de diferentes tipos que se
desparramaban por los muebles del despacho. Pero había una en especial que ha
Harry le llamó mucho la atención. Una mujer que parecía muy bella alzaba sus
manos al cielo atrapando algo que no se podía distinguir, y luego muy lentamente
volvía a su posición original y miraba con los ojos tristes.
-Es
un Anapas, Harry- le dijo Morgana al ver que miraba a la escultura fijamente-
claro que aún no puedo descifrar que es lo que atrapa entre sus manos...
-¿qué
es un Anapas?-preguntó Harry.
-Es...
es una criatura mágica, que se caracteriza por trasmitir pensamientos positivos-
le dijo mirando la escultura con el ceño fruncido-pero aún no puedo entender por
qué aquí la representan triste...
Harry pensó que las Anapas eran seres contrarios en todo sentido a los
dementores.
-Bien
Harry, necesito hablar contigo sobre algo serio, siéntate.
-Aunque
sé que cuesta mucho abordar este tema-dijo seriamente-pero necesitamos hablar
sobre Voldemort.
Harry la miró estupefacto, era muy raro encontrar a una persona que
llamara a al-que-no-debe-ser-nombrado por su nombre.
-Dumbledore
me asignó la misión de entrenarte con magia avanzada-Morgana parecía un poco
incómoda, tratando de encontrar las palabras adecuadas -yo no estaba muy
convencida de que eso pudiera ser posible, pero... que dominarás al
morcas me convenció de que ya estás listo.
Morgana se levantó de la silla nerviosa, paseándose de un lado a otro.
Harry parecía confundido.
-Harry
voy a ser directa. Voldemort ha
dado señales fijas de que quiere volver al poder, se ha visto su marca por todos
lados-en la cara de Morgana se dibujaba el miedo y el nerviosismo- Harry, el ha
dicho que serás tu su próxima víctima.
Harry palideció, pero se mantuvo firme. Morgana lo miró fijamente, y
decididamente dijo:
-Harry,
debes prepararte para lo que viene...