Ese fue un giratiempo CAUSAL, como
me gusta decirle a ciertas casualidades. Hace tiempo, me llego una
historia sobre el primer día de Clases de Lilly...y poco tiempo después, la
misma historia, pero de otra persona! Así que presente a las autoras y entre las
dos, unieron sus propias historias, que ya eran buenas, para armar una aun
mejor! Felicitaciones, Mariana y Lu! Además lo enviaron en el mail y en Word.
Sin embargo, en Word tenia mal el formato (deben pegar de word al mail para
mandármelo y no al revés!) Gracias a todos los que lo mandaron corregido! La
autora y un par mas se tomaron el trabajo de arreglarlo, incluida Manuela que
corrigió un par de horrores...estem...
El primer día de clases de Lily
-Pero mamá ¿no entiendes?
-chilló Petunia- esto no puede ser... normal. ¿Qué
dirá la gente? ¿Y mis
amigos? Ya todos saben que ella es medio rara, pero esto... ¡Esto ya es el
colmo!
-¿Qué es el colmo?-preguntó Lily, que acababa de entrar.
Quién no
lo supiera, jamás hubiera creído que aquellas dos niñas eran
hermanas, pues
presentaban un raro contraste. La primera era delgada y rubia, con un cuello muy
largo y rostro desagradable. En cambio Lily tenía cabello rojo oscuro y ojos
verdes brillantes, que tenían un "no se que" mágico, y que hacia que la gente,
como había dicho su hermana, pensara que era medio rara. No parecía muy
interesada en aquella discusión, pues la había escuchado ya varias veces,
desde que había llegado aquella carta.
Lily sonrió al recordar ese momento.
Hacía ya un mes desde que había recibido una extraña carta, escrita con tinta
verde esmeralda. La carta decía que tenía una vacante en el colegio Hogwarts de
Magia y Hechicería y que las clases comenzarían el 1° de septiembre. Debía tomar
el tren en la plataforma 9 y ¾ en Londres. Además, tenía que...
Los gritos de
su hermana interrumpieron sus pensamientos.
-¡Colegio de Magia y Hechicería!
¿Quién conoce ese colegio? ¿Alguien sabe
donde queda?-decía su
hermana-¿Alguna persona respetable ha asistido allí?
Pues no. Pero tu siempre
la dejas hacer lo que quiera.
-Bueno, hija, cálmate. ¿Qué puede tener de malo
ese colegio? Tu padre y yo
hemos estado averiguando y no es nada raro ni
peligroso que ella asista allá. Es un gran honor que la hayan elegido, siendo
que no pertenece a una familia de magos.
-¡Una familia de magos! ¡Lo que nos
faltaba! ¡¿Tenemos que sentirnos honrados por esto?! ¡Por tener una... -Petunia
hizo una pausa, como si le
costara pronunciar la palabra-una bruja en la
familia!
-Tal vez mi magia pueda hacer algo por ti-dijo Lily, con una
sonrisa-.Podría
hacer que ese Vernon que tanto te gusta, sacara aunque sea
una sola idea de
su cabezota, hasta podría achicársela un poco.
-¡No te
atrevas! ¿Cómo puedes hablar así de él? Él me comprende. No quiero
ni
imaginarme lo que dirá cuando se entere que tú eres... eres...
-Una
bruja-dijo Lily, que ya se estaba cansando-¿Entiendes? Una B-R-U-J-A. Y si no
dejas de molestarme, te enviaré desde Hogwarts una carta, para que
te
conviertas en rana.
Petunia había retrocedido, horrorizada. Miraba a su
madre suplicante.
-Lily, deja de asustar a tu hermana-dijo en tono cortante-. Y en cuanto a
ti, Petunia, no quiero oír ni una queja más sobre el colegio de tu
hermana.
¿Comprendido? Ya hemos decidido que irá y no quiero escuchar más del
tema.
Lily suspiró. Que su hermana aceptase que ella era una bruja no iba a
ser
nada fácil.
Y por fin el ansiado día
llegó. Mientras desayunaba, nerviosa, Lily repasó como en una película
todos los momentos de esas vacaciones; la llegada de la
extraña carta, la
sorpresa al enterarse de que era una bruja, que asistiría a un colegio de
magia... luego, las continuas discusiones con su hermana, Petunia, que jamás
aceptaría algo que no fuera del todo "normal"..., la visita que realizó con su
madre al Diagon Alley, para comprar todo lo que necesitaría en el año (varita
mágica, túnicas, calderos, libros, etc) y las extrañas cosas que allí había
visto. Ahora ya estaba lista para tomar el expreso que la llevaría al
colegio Hogwarts.
Luego de desayunar y de despedirse de su hermana y su
madre, su padre la llevó en el auto a la estación King’s Cross, donde la dejó
con su baúl. Lily
comenzó a caminar preguntándose como sería aquello de la
plataforma 9 ¾.
Al llegar a la plataforma número 10, estaba
desconcentrada. ¿Cómo haría
para tomar aquel tren? Miro a su alrededor,
tratando de encontrar a alguien
que la orientara.
Vio venir a dos chicos
sonrientes con jaulas de lechuzas y un gran baúl.
Charlaban y reían
animadamente. Se dirigían a la barrera de hierro y estaba
por gritarles que
se detuvieran cuando, ante los ojos extrañados de Lily,
desaparecieron a
través de la barrera. Luego de unos momentos de sorpresa,
Lily comprendió.
Aquella debía ser la manera de tomar el tren a Hogwarts.
Avanzó decidida,
pero con algo de miedo. Iba acercándose cada vez más, y
cuando estuvo apunto
de pasar, cerró los ojos.
Volvió a abrirlos al sentir que chocaba con algo.
Había caído sentada ante
las piernas de un chico. Tenía el pelo negro
grasiento y una nariz ganchuda.
Su baúl había rodado hacia un
costado.
-Fíjate por donde caminas-murmuró, malhumorado.
-Perdón-dijo Lily
rápidamente-Yo no sabía... tropecé con algo...
-Vamos, Severus, esa no es
manera de tratar a una dama-dijo una voz alegre
detrás de ellos.
Lily alzó
la vista. Vio a un chico alto, con un montón de pelo negro cayéndole
desordenadamente. Parecía muy simpático.
-Oh, ya esta aquí Potter, el
defensor de los muggles- respondió el chico,
alejándose y sonriendo
sarcásticamente.
-No le hagas caso a Severus, es un amargado-le dijo él,
tendiéndole una mano
para ayudarla a que se parara.
Ella tomó su mano y se
levantó. Él la miraba sonriendo despreocupadamente,
hasta que la tuvo frente
a frente y pudo verla mejor. La sonrisa se le congeló en la cara. Jamás había
visto unos ojos como los de ella, tan verdes y luminosos. Se quedó allí
parado como un tonto.
-Gracias-dijo ella, tímidamente.
-De... de nada-
respondió él, poniéndose colorado. Luego pareció recordar
que aún la tenía de
la mano, y dijo- Mi nombre es James Potter.
-Lilian-dijo ella- Lily, para mis
amigos.
Se soltaron las manos, incómodos, sin saber que hacer.
Afortunadamente sonó
el silbato del tren, anunciando que tenían que
partir.
-Vamos-dijo James, recuperando el habla repentinamente-. Te acompaño.
¿Eres muggle, no es verdad?
-¿Qué soy qué?
-Muggle, es decir, persona no
mágica. O, mejor dicho, eres de familia no mágica ¿cierto?
-Ah, sí. Soy la
primera de mi familia que viene a este colegio. Me enteré hace poco de que era
una bruja, y todo lo demás.
Subieron al tren, y James abrió la puerta de uno
de los compartimientos. Él miro hacia adentro. Había lugar para seis pero solo
había tres personas: una chica y dos chicos...no se hablaban, ella estaba
hundida en un libro: Hogwarts: una historia, uno de los chicos estaba mirando
por la ventana, casi dormido y el otro estaba definitivamente dormido, de
pronto, la chica tomo una varita, tocó el libro diciendo: Status y el libro se
quedo en el aire flotando, la chica se quitó el saco que llevaba puesto y tomó
de nuevo el libro.
- ¿Vas a entrar o piensas quedarte parado ahí?- pregunto
ella de repente. James se quedo paralizado.
- No, voy a entrar- dijo.
- Lo
siento, ¿Te asusté?- dijo ella con dulzura- Me llamo Susan March ¿y tú?
-
James Potter- dijo James ya mas confiado.
- Yo soy Remus Lupin- dijo el chico
de la ventana- Mucho gusto.
- Ah que bien- dijo Susan- Sabes hablar, me
alegro- dijo con sarcasmo dirigiéndose a Remus.
- Lo siento, es que estabas
tan concentrada con tu libro que no quise interrumpirte- dijo Remus.
- Bien,
no importa- dijo Susan cerrando el libro.
- Hola- dijo Lily desde la puerta,
entrando detrás de James- Me llamo Lily.
- Por fin una chica- dijo Susan-
Pensé que iba a estar yo sola.
- Yo me llamo Remus, un gusto conocerte,
Lily.
- Bueno ahora que somos más, ¿Quieren una galletita? Mi mamá las
horneó, son muy ricas- dijo Susan con amabilidad.
- Gracias- dijeron los
otros tres tomando una.
- ¿Llego tarde?- dijo un chico entrando y sentándose-
Mi nombre es Sirius Black.
- No, para nada- dijo James- Yo soy James y ellos
son Susan, Lily y Remus.
- ¿Galletita?- dijo Susan.
- Claro- dijo Sirius-
Gracias.
- Esto está muy rico Sussie, ¿Puedo decirte Sussie? - dijo Lily
-
Claro, así me dicen mis hermanos- dijo ella.
- ¿Tienes hermanos?- preguntó
James- Qué suerte, yo no.
- Sí, tengo tres hermanos, Paul, que tiene 16 años
y está en el 6º curso de Hogwarts, Richard, que tiene 23 y está en Francia y
John que tiene 7 años- dijo Sussie.
- Yo tengo dos hermanas más grandes que
yo- dijo Remus un poco decepcionado- Son insoportables, me tratan como si fuera
un muñeco.
- Yo tengo solo una hermana- dijo Lily- Petunia.
- Yo tampoco
tengo hermanos- dijo Sirius- Susan qué suerte tienes.
- No te creas- dijo
Susan- A Richard ya no lo veo y John es muy tímido, pero Paul, vive para
molestarme.
- Qué mal que digas eso de mí, hermanita- dijo un chico alto,
flaco y bien parecido-Yo sin embargo te quiero mucho... aunque les digo, no les
conviene ser amigos de mi hermana, es muy estudiosa, vive adentro de los libros
y es MUY aburrida.
- Sabes que eso no es cierto, solo quiero ser buena
estudiante, no como tu que vives para el Quidditch.
- Es mejor que estudiar-
Nos vemos hermanita, adiós.
- Lo que sea- dijo Susan.
- ¿Qué es
Quidditch?- pregunto Lily tímidamente.
Los cuatro chicos la miraron con asombro.
- Quidditch es
el mejor deporte del mundo mágico- dijo Sirius- Es lo mejor, ¿Cómo es que no lo
conoces?
- Ah ya veo, mis padres no son magos, yo soy la primera- dijo Lily-
No sé casi nada del mundo mágico.
- Bueno te explico: Se juega sobre escobas,
hay siete jugadores: Los Cazadores, que son tres, los dos Bateadores, el
Guardián y el Buscador. También hay cuatro pelotas: la Quaffle, roja, que los
Cazadores tienen que pasar a través de uno de los tres aros del otro equipo, los
aros los defiende el Guardian y cada vez que una Quaffle pasa por un aro son 10
puntos para el equipo que anotó, las Budgler, que son dos pelotas negras, mas
chicas que la Quaffle, las Budgler van por toda la cancha tratando de tirar a
los jugadores de
sus escobas, los Bateadores tienen que sacarlas para que no
tiren a los jugadores de su equipo, la última y la más importante, la Snitch,
dorada y con alas, es del tamaño de una nuez y es trabajo del Buscador
encontrarla y tomarla, cuando el Buscador toma la snitch con su mano, el partido
termina y el equipo del Buscador que tomo la Snitch gana 150 puntos- dijo James
a toda velocidad- ¿Entendiste?- preguntó ya mas calmado.
- Eso creo- dijo
Lily algo aturdida.
En ése momento entró un chico rubio. Antes de que éste
dijera nada, Susan se adelantó:
- No hay lugar aquí, Lucius- dijo.
- Yo
creo que sí- dijo él- Aquí hay uno ¿Ves?, ¿De qué hablaban?.
- De Quidditch-
dijo Lily- James me estaba explicando cómo se juega, no sabía, mis padres no
son...
-¡No
lo digas!- gritó Susan.
- ...magos- terminó Lily.
- ¿¡QUE!?- gritó Lucius- ¿Eres una
sangre-sucia?- preguntó.
- ¿Una qué?- dijo Lily.
- No la llames así. -dijo
Susan- En serio, si has venido a molestar, será mejor que te vayas.
- Claro
que me iré -dijo Lucius como ofendido- Pero no porque me lo digas tú, March, no
porque seas la hija del Ministro de Magia tienes que decirme que hacer, es que
no pienso estar en el mismo cuarto que una sangre sucia- Y se fue.
- Qué
idiota. -dijo Susan- No le hagas caso Lily.
- ¿Qué es una sangre sucia?- dijo
Lily.
- Es el peor insulto que conozco- dijo Sirius – Hay quienes piensan que
por ser hijo de muggles (personas no mágicas) alguien no puede ser mago o bruja
en tu caso.
- No te preocupes- dijo James- Ya le daré su merecido.
- No
tienes que hacer nada- dijo Lily- Estaré bien, como Sussie dijo, es un
idiota.
- El dijo que eras la hija del ministro de magia- dijo Remus
volteando su cabeza hacia Susan- ¿¿Eres la hija de Henry March??.
- Sí- dijo
Susan bajando la cabeza- Perdón por no decirles es solo que no me gusta que el
sea el Ministro de Magia, es todo.
- Pero es un gran honor- dijo Sirius.
-
No, no lo es -dijo Susan enojada- Y no quiero hablar más del tema.
- Bueno
está bien -dijo Lily mirando a los otros- No hablaremos más de eso.
- Ok, ¿En
qué casa les gustaría estar?- preguntó Sirius.
- ¿Casa?- dijo Lily.
Y así
transcurrió todo el viaje, los cinco chicos hablaron y hablaron. Lily enseño a
los demás algunas cosas de los muggles y ellos le enseñaron todo lo
referente
a Hogwarts y al mundo mágico. Cuando ya estaban llegando, el chico dormido
despertó.
-Mmmmm, hola- dijo bostezando- Me llamo Peter Pettigrew. ¿Y
ustedes?
Los chicos les contaron todo sobre ellos y Peter, todo sobre
el.
Cuando llegaron, una voz los llamo...
- Los chicos de primero, los
chicos de primero, por aquí- grito un hombre alto y muy grande, con barba-
Chicos, hola mi nombre es Hagrid y los voy a llevar al
castillo.
Bajaron del tren, y se encontraron frente al lago del
colegio. Subieron en
pequeñas embarcaciones que aparecieron repentinamente. A
Lily le pareció que nadie las manejaba, pero no podía ver bien, era una noche
muy oscura.
-Es una pena que no halla luna-dijo James-podríamos ver al
castillo desde aquí.
Lupin gruñó. Al parecer, la idea de la luna no le
gustaba. De pronto oyeron un aleteo encima de sus cabezas...
- ¡Que lindo!-
dijo Lily con una sonrisa-¡Pájaros!.
Todos los demás rieron...
- Son
murciélagos -explicó Sirius entre risas- Tenebroso ¿ha?.
- ¡¿QUEEEEEE?!,
¿Murciélagos?- gritó Lily- ¡¡¡¡¡¡AHHHHHHHHHH!!!!!!- gritó y, de pronto, se
abrazó a James.
- ¡Lily!- dijo James- No te va a pasar nada, no te
preocupes.
- Bueno - dijo Lily todavía no calmada- Pero si ésas cosas llegan
a entrar por la ventana, me muero!.
- Bueno, ahora... ¿Podrías soltarme?-
preguntó James.
- Oh!, si claro, perdona- dijo Lily avergonzada- No me di
cuenta.
En ese momento llegaron al castillo, era enorme y muy alto, tenía un
gran parque y un bosque, en ese momento...
- Chicos de primero, quiero
presentarme, soy la Prof. McGonagall y voy a llevarlos para la prueba de
Selección.
- ¿Prueba?- dijo Susan nerviosa- Nadie me dijo que iba a haber una
PRUEBA!!!!- gritó.
- Tranquila, mujer- dijo Remus calmándola- No es ninguna
prueba, mis hermanas me explicaron.
- ¿Y entonces qué es?- preguntó Lily,
también nerviosa.
- Es un ritual, espera y verás- dijo Remus haciéndose el
misterioso.
- Ok- dijo Susan, repitiendo para sí todos los hechizos que
conocía. Los demás la miraron.- Bueno, por si acaso!
- Bueno chicos, aquí
empieza todo- dijo la Profesora, trayendo un sombrero que aparentaba ser viejo-
Ahora voy a decir sus nombres y ustedes pasarán a probarse el sombrero.
- Y
para el que le quede bien, el premio será un viaje a las Bahamas- dijo Sirius en
voz baja, todos rieron.
- ¡Veo que ya tenemos un payaso!- dijo la Profesora-
señor Black, ¿Hay algo que usted quiera compartir con el resto de sus
compañeros?.
- No Profesora- dijo Sirius con total naturalidad- solo les
decía a mis amigos que me gustaría estar en Gryffindor.
- Muy bien, muy bien,
señor Black- dijo McGonagall.
Lily tragó saliva. Estaba muy nerviosa, y se
colocó entre James y Sirius,
que tampoco parecían estar muy tranquilos. Y
así, la Profesora comenzó a decir los apellidos y los nombres de todos los
chicos en el salón. Empezó
con Adams, Jessica (Ravenclaw) y así siguió
hasta...
- Bell, Charles- dijo, un chicos rubio se paró y caminó hacia el
sombrero, se lo probó, segundos después el sombrero, gritó: ¡GRYFFINDOR!, la
mesa de
Gryffindor estallo en aplausos- Berrow, Anastasia-dijo la Profesora-
¡SLYTHERIN!- gritó el Sombrero- Black, Sirius- dijo McGonagall.
Sirius se
levantó y fue hasta el sombrero, la Profesora se lo puso en la
cabeza...
-Mmmm- dijo una voz dentro de la cabeza de Sirius- Veo que eres un
bromista, pero valiente e inteligente... en ese caso serás... ¡GRYFFINDOR!,-
Sirius se sacó el Sombrero con una sonrisa triunfante
A medida que los
seleccionaban, se iban sentando en las mesas correspondientes a cada una de las
casas: Hufflepuff, Ravenclaw, Gryffindor
y Slytherin. El chico con el que
había chocado Lily fue para Slytherin y
Remus, Susan y Peter para Gryffindor.
Ya quedaban muy pocos cuando la
llamaron y, apenas se puso el sombrero,
escuchó que le decía:
-Veo que eres valiente, tienes inteligencia y
seguramente estarás bien en...
¡Gryffindor!
Luego, finalmente...
-
Potter, James- dijo la profesora. James se paró y fue tranquilamente hacia
el
sombrero.
-Otra decisión difícil... veo que tienes agallas y eres amable y
dulce... pero también puedes ser muy bromista como el otro que me hizo
replantear mi
decisión... ustedes dos van a ser muy buenos amigos,
créeme... entonces serás un ¡GRYFFINDOR!- la mesa estalló una vez mas, James fue
caminando a reunirse con sus amigos, mientras estos aplaudían.
James se sentó
junto a Lily, quién miró la mesa. Sorprendida vio como la
comida mágicamente
iba apareciendo. Comenzó a comer sin dejar de mirar para todos lados.
Al
terminar el banquete, el director les dio la bienvenida.
- Alumnos- dijo- Se inicia
otro año en nuestra querida escuela y, antes que nada quería saludar
especialmente a los chicos del primer curso y decirles
que este año, como es
el primero, va a ser difícil y que cualquier cosa que quieran pueden consultarme
a mí o a cualquiera de los demás profesores.
Lily pensó que parecía un loco, pero imponía respeto y la hacía sentir segura. Miró a la mesa de los profesores, y les parecieron todos muy interesantes.
-Les quiero presentar a la
Profesora Sabrina Sinclear,-continuó el profesor- nuestra nueva profesora de
Defensa Contra las Artes Oscuras, lamentablemente, nuestro profesor del año
pasado, el Prof. Lindsay, renunció por causas personales, así que esta linda
jovencita va a reemplazarlo, ¿Unas palabras Señorita Sinclear?.
- Bueno,
gracias por el halago Albus, solo quería decirles que no quiero nada de Prof.
Sinclear esto, Prof. Sinclear lo otro, prefiero que me llamen Sabrina, ¿Bueno?
Finalmente sólo quiero decir que me considero una buena profesora y espero que
confíen en mí como en una amiga, Muchas Gracias.
Con más aplausos que nunca
estalló en Salón y Sabrina sonrió ampliamente. Cuando la cena terminó, un
chico con pelo rubio y ojos verdes llamo a los chicos:
- Chicos de primero,
por favor síganme por aquí- dijo y empezó a caminar- Mi nombre es Andrew Bell y
soy el Prefecto de Gryffindor, por favor síganme ¿Todo bien Charles?-dijo
dirigiéndose al chico rubio que se probó el sombrero unas horas atrás.
- Todo
bien, And- dijo Charles.
Lily no perdía detalle de los objetos mágicos del
castillo, los pasadizos secretos, las contraseñas, los cuadros, los fantasmas.
Todo la sorprendía y maravillaba, tanto que se apenó cuando llegaron al área
correspondiente a Gryffindor.
El Prefecto se detuvo ante un retrato con una
dama gorda en el.
-Golonus- dijo. El retrato se abrió y dejo a la vista otro
pasadizo.-Chicos ahora a sus habitaciones o a la sala común pero no se queden
aquí, la habitación de
varones es aquella y ella (señalando a un chica
morocha y muy hermosa) les enseñará su habitación a las chicas, dulces sueños y
nos vemos.- dijo muy
rápido y se marchó.
-No tengo sueño- dijo Sirius-
¿Vieron a la nueva profesora? es hermosa, yo pensé que todas las profesoras y
profesores iban a ser viejos, pero ella no, tiene... algo especial. Me pregunto
si estará casada o tendrá novio.-dijo con la mirada perdida.
-¿Y porque no me
lo preguntas?- dijo una voz desde detrás de Sirius, todos se dieron vuelta. Era
la Profesora Sinclear.
- Yo... eh... sólo..., sólo hablaba con mis amigos-
dijo Sirius visiblemente nervioso.
- Eso está bien, bueno yo me tengo que ir
pero por cualquier cosa mi habitación está enfrente de este salón y... Sirius
¿no?, no, no estoy casada ni tengo novio- dijo dulcemente- Adiós chicos.
-
Adiós, dijeron todos a coro.
- ¡Qué dulce es!- dijo James.
- Sí, verdad-
dijo Sirius con una sonrisita- Ahora si tengo mucho sueño, ¿Por qué mejor no
vamos a dormir y mañana seguimos hablando en el desayuno? -Nos vemos chicas- dijo
James, pero mirando solamente a Lily. -Nos vemos-respondieron
Sussie y Lily.
Subieron a sus habitaciones con otras tres chicas
-Hola- dijo una de ellas- Me
llamo Eliza Summers, ellas son Mary-Ann Combs y Cindy Hooper ¿Y uds.?- dijo
señalando a una chica pelirroja
y una chica de pelo castaño,
respectivamente.
- Hola- dijo Susan con una sonrisa- Yo soy Susan March y
ella es mi amiga Lily Harper, encantada de conocerlas- dijo amablemente.
-
Ustedes estaban con los chicos de primero ¿verdad?- dijo Cindy, cerrando
el libro del 1º curso.
- Sí, éramos nosotras- respondió Lily abriendo su
baúl.
- Ahhh, ¿Se conocían desde antes?- preguntó Eliza.
- No, nos
conocimos en el tren, viajamos todos juntos -respondió Susan sacando una copia
de : Quidditch a través de los tiempos.
- Susan, ¿Por casualidad tienes algo
que ver con Henry March?- preguntó Mary-Ann y observó que la cara de Susan
cambiaba y se ponía seria.
- Sí, él es mi papá- dijo Susan con un hilo de
voz.
- Ah, ya veo- dijo Eliza- Tengo sueño, creo que ya voy a dormir.
- Sí
yo también - dijo Mary-Ann bostezando.
- Y yo -dijeron Lily y Sussie al mismo
tiempo.
- Yo también- dijo Cindy- Buenas Noches a todas, que duerman
bien.
Al darse cuenta de lo cansada Lily, se tiró en su cama para
pensar.
Estaba muy contenta. Aquel era un lugar maravilloso y mágico, ya
tenía
amigos... no había resultado tan difícil como ella pensaba. Al otro
día
comenzarían las clases ¿Cómo serían? Lily se durmió pensando en esto y
en
todas las cosas nuevas y maravillosas que le quedaban por
conocer.
Estaba durmiendo
tranquilamente, cuando escuchó un ruido que la sobresaltó. Era como un aleteo.
Pensando en los murciélagos, Lily se tapó la cara con las mantas. Luego de un
rato, decidió tomar valor y ver lo que era. Lentamente, sacó la cara y observó.
Para su tranquilidad, no era un murciélago. Era ¿¿una lechuza?? Sí, sin duda eso
era. Estaba parada sobre la cama de Susan. Lily decidió despertarla.
- Susan-dijo suavemente- Susan, despierta.
- ¿Eh? ¿Qué pasa Paul? Deja de molestarme-respondió Susan semidormida-. Ah, eres tu Lily. ¿Qué sucede?
- Siento molestarte, pero hay una lechuza sobre tu cama.
-Ah, sí, mamá debió enviarme algo.
-¿¿¿Como???-dijo Lily, sin comprender.
-Las lechuzas. Son el correo en el mundo mágico
-Ah, perdona. Lamento haberte despertado.
-No importa-dijo Sussie, sentándose en su cama, y desatando de la pata de la lechuza un paquete-. ¿No te dije? Mamá me manda las colas de unicornio que necesitaba.
-Qué bien-dijo Lily, sorprendida, pero sin querer preguntar más.
-Bueno, volvamos a dormir. Hasta mañana.
-Hasta mañana, Sussie.
Lily volvió a acostarse. ¿Lechuzas como correo? ¿Colas de unicornio? Sí, decididamente, aquél era un mundo muy extraño.