Marianna tomo otro rumbo...mucho
se ha escrito sobre el presente y el pasado, pero nadie había entrado en este
tipo de detalles. Avanzo hacia el futuro pero los protagonistas no son nuestros
héroes, sino sus hijos! Habrá que esperar a ver si el hijo de algún villano
aparece por acá!
FANS-FICTION
Marianna
1er capítulo.
La casa de los Potter estaba hecha un desastre. Había ropas y libros tirados en todos los cuartos y una lechuza gritaba nerviosa en la cocina. Erick, el hijo de Harry, iba a entrar a el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.
Marianne, a la que Harry había
conocido cuando se había vuelto a hacer el Torneo de los Tres Magos, era la
madre de Erick. Ella había sido una de las alumnas de la Academia Beauxbatons,
sin embargo, no calificó para ser la campeona, pero consiguió llamar la atención
de Harry.
En el primer momento parecía que se odiaban, Harry creía que ella le una presuntuosa, y a ella Harry le parecía muy poca cosa.
Pero en todas las pruebas les
tocó sentarse exactamente al lado del otro. Discutieron mucho tiempo, hasta
descubrir que eran muy diferentes a
lo que cada uno pensaba del otro. Así, ella invitó a Harry a ir a su casa
en el varano, y después, bueno, después, Harry a la suya, pues a que no
adivinan...
Sirius había sido liberado, pues habían atrapado a Pettigrew y Sirius quedó totalmente limpio. Así que Harry se fue a vivir con su padrino y pudo invitar a Marianne pasar el verano en su casa.
Después, se volvieron novios, se
casaron y tuvieron un hijo, al que llamaron Erick. Erick había heredado el
cabello rubio de su madre, pero estaba siempre tan despeinado como su padre, del
que también tenia los enormes ojos verdes.
Y ahora Erick empezaba el colegio.
Claro, ambos habían decidido mandarlo a Hogwarts, no se lo imaginaban en otra escuela, ni siquiera en Beauxbatons. De modo que estaban muy nerviosos, no daban pie con bola, eran como su un huracán hubiese azotado la casa.
Las
cosas de Erick estaban regadas por todo el cuarto, por toda la casa. Mientras la
pobre Marianne intentaba guardar las túnicas limpias en el baúl, Erick gritaba
por que no encontraba la varita. La nueva lechuza estaba muy nerviosa y trataba
de picotear a Erick cada vez que se le acercaba. Además sus "Huu HUU" habían
cansado a Marianne, por lo que le había aplicado un hechizo para cerrarle el
pico, y ahora la lechuza agitaba las patas y las alas y miraba con rencor cada
vez que alguien entraba a la cocina.
Lo peor era que Harry aún no había llegado. Estaba de viaje con el equipo de quidditch de Inglaterra. Con él como buscador, no había quien les ganara, pero le robaba mucho tiempo para estar con su familia. Se suponía que llegaría como a las 9:00, sin embargo, parecía que no había llegado a la hora debida al aeropuerto Muggle, y había perdido el vuelo. Imagínense, Harry en un avión Muggle!!!!!!!. El pobre tuvo que volver a comprar un boleto para el ultimo avión, pero solo llegaría a la medianoche.
Al fin, todo quedó listo, a las 12:47 P.M. llegó Harry a casa, donde encontró a una Marianne desesperada, a un Erick hiperactivo por la emoción y a una lechuza muda de mirada furiosa. A pesar de las quejas, Erick tuvo que irse a dormir, a la lechuza se le permitió abrir el pico y los Potter se fueron a descansar ellos también.
A la mañana siguiente, Harry y Marianne se despertaron a las cinco de la mañana cuando su hijo excitado les saltó encima, completamente listo, con la túnica de Hogwarts ya puesta. A Marianne le costó mucho trabajo convencerlo de que se vistiera como un Muggle, y todavía otro rato que desayunara, porque estaba dando saltos por toda la casa. Cargar las cosas no fue fácil, menos que menos a la lechuza que no había olvidado su humillación y aun intentaba atacarlos, por lo que Marianne volvió a aplicarle el mismo hechizo. La pobre aleteaba con rabia, pero no podía abrir el pico.
Llegaron a King’s Cross las 9:30 de la mañana, y se tuvieron que esperar hasta las diez y media para que comenzara a llenarse de gente el andén nueve y tres cuartos. Harry se encontró a mucha gente conocida. Para empezar, ahi estaba Draco Malfoy, que se había casado con Millicent Bulstrode, después de una gran pelea con Pansy Parkinson, su primera novia. Tenía un bebe de apenas dos años, así que no había ido a llevar a su hijo al andén. Harry se preguntaba que haría allí, cuando escucho a Millicent decir que los profesores debían subirse al primer compartimiento... Harry se sorprendió de que Draco Malfoy fuera un maestro, seguramente sería de Pociones, puf... Los Malfoy habían perdido su fortuna luego de la caída de Voldemor, pero nunca se había imaginado a Draco dando clases.
Después se encontraron a la mismísima Hermione Granger, que era la esposa de Ron Weasley, así que ya no era Granger, sino Weasley. Hermione era la profesora de Transformaciones desde que la Profesora MacGonngall hacia muerto victima de los mortifagos. Estuvieron platicando un rato hasta que una niña la llamó y comenzó a hablarle rápidamente, con mucho entusiasmo y emoción. Harry sabía que era su hija. Era muy graciosa, pensaba Harry, ya que tenía el cabello rebelde rojo encendido, y la cara de un Weasley pero era exactamente como era Hermione en su niñez, quisquillosa respecto a las reglas, muy estudiosa e inteligente, aunque quizá un poco mas aventurera que Hermione. Harry se lamento que Ron no hubiera podido venir por su trabajo de Auror, y Erick también lo sintió, ya que que quería mucho a su padrino.
Cuando
el Expreso de Hogwarts ya iba a salir, Harry reconoció a otra persona, era...
Hagrid!!!!
Si, era Hagrid, con su niño, si se le puede llamar niño a alguien que mide dos metros y medio. A su lado iba Olympe, que fue conocida en un tiempo con Madame Maxime, y que se veía mucho menos imponente que cuando Harry la había conocido, quizá porque se había acostumbrado después de haberla visto todos y cada uno de los veranos.
Erick
temblaba de emoción cuando pisó el primer escalón para subir al tren. Comenzó a
caminar por el pasillo, hasta que encontró un compartimiento vacío. Se sentó
junto a la ventanilla, estaba cansadísimo ya que casi no había dormido la noche
anterior por la emoción. Estuvo mirando el paisaje, compro caramelos y ranas, y
solo cuando estaban llegando cayó dormido.
(nota de Daniela:
el viaje podría ser mas detallado, si alguien quiere hacerlo, bienvenido!
Introduzcan los nombres de los personajes que están en el capitulo dos u otros
nuevos. Otros hijos no descriptos acá pueden ir a años mas
avanzados)
Una voz
lo despertó, diciéndole al oído que ya habían llegado a Hogwarts. A su lado,
reconoció un cabello de color rojo, era la hija de Ron y de Hermione,
Dania.
-Dania!
Me has asustado-
-Lo siento, Erick, pero hace unos segundos llegamos a la estación-
Se paró
y se quedó mirando el baúl con los ojos muy abiertos.
-Se
supone que debo cargar esto hasta el castillo?- Preguntó. Miraba con
desconfianza a la lechuza, que aun tenia una mirada asesina.
-Dios
santo, Erick, pero no sabes nada?- Gritó escandalizada Dania – Los baúles nos
los llevan al colegio por separado! Mi madre me lo dijo hace años!-
-Oh,
perdona la ingenuidad, ok?-
-Bien,
pero apúrate, que ya todo el mundo se bajó del tren-
-Ya voy, ya voy- Dijo Erick malhumorado- No tienes que decírmelo-
Estaba
hambriento, y no le hacía gracia el saber que iba a cruzar el lago de Hogwarts.
Su padre se lo había dicho pero a el no le gustaba el agua, tenía demasiado
sueño como para ver lo que hacía, y le daba miedo caerse al lago.
Capítulo2
Hagrid los saludó y les indicó a los
alumnos de primero que lo siguieran. Erick y Dania se pusieron automáticamente
juntos, detrás de un chico de cabello oscuro, y comenzaron a avanzar en fila a
través de un camino angosto e irregular.
-Erick-Le susurró Dania-en qué
casa crees que vas a estar?
-Dios
mío, Dania-le respondió Erick, casi dormido-En que casa crees que voy a
estar?-
-Pues
en Gryffindor-Le respondió Dania, sorprendida por la hostilidad de su amigo- Es
obvio, no?-
-Y
entonces porqué demonios preguntas cosas estúpidas?-Le dijo Erick con voz
soñolienta.
-No
sé-Respondió ella, molesta también-Qué tal que quedas en Slytherin?-
Dania
se rió por lo bajo al ver la reacción de Erick, quien palideció y se despabilo
por completo:
-Qué
dices?-Preguntó-Yo, en Slytherin?-Dijo con voz con un matiz de
incredulidad-Dania, deliras? Yo voy a ser de Gryffindor-Prosiguió muy
decidido.
Pero en
realidad en eso venía soñando, (o sea, pensando) y si lo ponían en Slytherin, o
en otra casa que no fuera Gryffindor? Se sentiría muy fuera de lugar, pero no,
él no podía estar en otra casa mas que en Gryffindor, se dijo, y se fue
adormeciendo, con una voz susurrándole al oído:
-Y si no quedas en Gryffindor?-
Lo que
lo despertó esta vez fue el contacto del agua fría en los pies. Sin darse
cuenta, se había dormido caminando y había seguido hasta que el borde del lago
quedó a sus pies, inundándole los zapatos. Se despertó con un respingo y echó un
vistazo a su alrededor. Avergonzado, dio la vuelta mientras todos lo miraban y
lanzaban risitas ahogadas.
Hagrid
rompió el silencio diciendo:
-Vamos!
Todos elijan una barca y comiencen a atravesar el lago, que en menos de lo que
dicen “Hogwarts” los estarán seleccionando para su casa!-
Erick
avanzó con Dania a un lado hacia una barca y se subió, tambaleándose un
poco.
Cuando
ya estaban bien sentados en su sitio, Dania le preguntó en voz baja:
-Erick!
Que demonios pretendías, cruzar el lago a pie?-
-Lo
siento, Dania, me dormí!- Le contestó, muy enojado.-Ahora déjame dormir, está
bien?-
-Ok,
pero si no te despiertas tu solo yo no lo haré, me oyes?-
-Si,
claro-murmuró Erick, medio dormido ya.
En
sueños comenzó a ver la selección, era espantoso. El sombrero decía que no había
mas lugar para él que Slytherin. Al caminar hacia la mesa de Slytherin, un gran
agujero se abría en el piso, y caía, caía...
-Erick..
Erick-
-Mhh?-
-Ya
llegamos-
-Dania?, No era que no me ibas a
despertar?-
-Si,
pero mi mamá me dijo que te llamara-
-Tu
mamá? Hermione?- Preguntó Erick, extrañado
-Claro,
bobo, no te acuerdas de que es la maestra de Transformaciones?-
-Ah,
sí, si-
Se apuraron a formarse al último de la fila de alumnos, que avanzó rápidamente. Erick sentía las tripas retorcérsele como si tuviera sapos en el estómago.
Al llegar al Gran Comedor, Erick sintió
como Dania comenzaba a temblar detrás de él.
-Dania-Preguntó-Estas
nerviosa?-
-No,
idiota, estoy llena de confianza- Le contestó sarcásticamente ella- Claro, me
muero de nervios!
Hermione sacó un taburete de
tres patas y lo puso en el centro. Encima colocó el Sombrero Seleccionador, y
éste, siguiendo la tradición, comenzó a cantar por una abertura cercana a la
ala.
Hace muchos años
Había en esta región
Cuatro magos,
De
gran poder y renombre.
Querían formar un colegio
Para
enseñar su arte
Pero
no estaban de acuerdo
Sobre cómo debían ser los
muchachos.
Entonces, Godric Gryffindor
dijo:
-Para mí, lo mas importante es
la valentía-
Helga Hufflepuf dijo a su
vez:
-Para mí, la honestidad y el
entusiasmo-
Rowena Ravenclaw replicó:
-Los
míos serán los inteligentes-
Y
Salazar Slytherin concluyó:
-Míos serán los astutos-
Y
así, ustedes serán seleccionados,
Dependiendo lo que haya
En
sus mentes y corazones.
Colóquenme sobre sus cabezas y
le diré de qué casa son!
Al
terminar la canción, se oyó una breve ovación para el sombrero, y éste cerró la
rasgadura.
Hermione comenzó a hablar, pero
Erick casi no la oía...Podía ser que lo pusieran en cualquier casa... Sintió
miedo, y comenzó a temblar. De repente, como si estuviera muy lejos, escuchó la
voz de Hermione:
-...
tomarán las clases con los de su casa, y dormirán con los de su casa, mientras
que el tiempo libre que tengan, lo pasarán en la sala común de su casa. Ahora,
iré diciendo sus nombres y pasarán a probarse el Sombrero Seleccionador.
Abarock, Linus!-
Un
chico de cara pálida y pelo oscuro se adelantó, con mucha confianza, y se puso
el Sombrero:
-SLYTHERIN!-
-Adern,
Daniel!-
-GRYFFINDOR!-
Erick
iba viendo cómo pasaba la gente y las caras de alivio o decepción que
ponían cada vez que se levantaban del taburete...
Tembló
más fuerte...
-Harper, Cindy!!
-Lostinghome,
Stephanie!-
-HUFFLEPUF!-
-Ostean,
Oban!-
-Potter,
Erick!
Erick
sintió que se le venía el mundo abajo. Mientras caminaba hacia el centro del
comedor, sentía como si hubiera una explosión en su estómago. Se sentó en el
taburete y se encasquetó el sombrero.
-Mmm,
veo que eres parecido a tu padre-Dijo una voz en su mente.
-Ehh,
sí, eso dicen- Pensó Erick.
-De
hecho, eres igual a él, supongo que no querrás estar en Slytherin, cierto?-
-No,
por favor, en Slytherin, no- Suplicó Erick.
-Lo
imaginaba, entonces ...GRYFFINDOR!-
Caminó
un poco sorprendido de que le hubiera dicho todo eso el sombrero, era
exactamente lo que le había pasado a su padre...
Se
sentó en una silla vacía, y esperó a que seleccionaran a Dania. Esperó,
esperó...Hasta que se oyó:
-Weasley, Dania!-
Erick
la vio caminar apresuradamente hacia el taburete y ponerse el sombrero con las
manso temblorosas. Después de lo que pareció una eternidad, el sombrero
gritó:
-RAVENCLAW!-
Erick
sintió que se le iba el mundo abajo. Dania?? En Ravenclaw???
Era
imposible!! La vio avanzar hacia la mesa de Ravenclaw, lanzándole una mirada de
desesperación e incredulidad. Erick no podía creerlo. Se pasaron lo que quedaba
de la selección comunicándose por señas y miradas, hasta que Albus Dumbledore
habló:
-Y
bueno, esta vez tengo que decirles algo muy importante... Estoy muriéndome....de
HAMBRE!! A COMER!!-Gritó, y se oyó una risa por todo el Comedor.
-Sin
embargo- prosiguió-antes debo presentarles a los nuevos a sus profesores,
verdad?. En primer lugar, a la señorita Hermione Granger, profesora de
Transformaciones-
Se oyó
un aplauso fuerte en todo el salón, que fue acallado por la voz de
Dumbledore:
-También a nuestro profesor de
Encantamientos, Stewart Ackerley!-
De
nuevo unos aplausos.
-Nuestra profesora de Pociones,
Peach Rough!-
Una
nueva ovación.
-Nuestra profesora de
Herbología, Hannah Abbot!-
-Nuestro nuevo profesor de
Defensa Contra las Artes Oscuras, Draco Malfoy! Ahora si, a comer!-
Un
sonido de cubiertos entrechocándose y conversaciones animadas llenó el Comedor.
Pero Erick no participaba e n ninguna de ellas. Se sentía abatido y triste, ya
no tenía a su amiga y no sabía que hacer. Aunque la peleaba mucho, eran buenos
amigos en el fondo.
Después
de que hubieron saboreado los deliciosos majares del banquete, los platos
de oro volvieron a estar limpios y brillante. El profesor Dumbledore se aclaró
la garganta y dijo:
-Bueno,
ahora que ya estamos todos felices y satisfechos, a dormir!-
Se
sintio un súbito movimiento de sillas y pies, y Erick se encontró
caminando con un grupo de nuevos Gryffindors hacia el retrato de una Dama
Delgada. Era la senora Gorda que habia estado a dieta durante varios años, ya
que no entraba mas en su marco.
Un
chico de quinto año se paró frente a él y dijo:
-Bombones de menta-
La
antigua Señora Gorda, que estaba cabeceando, se despertó y dijo:
-Ah,
si, sí, claro, pasen...Cuando cambiaran esa contraseña? Esa me da mucho
hambre....y aun debo perder un poco de cintura-dijo pavoneando su silueta ante
los estudiantes.
Cuando
hubieron pasado todos, se volvió a cerrar y Erick vió la sala común, era una
sala redonda, como le había dicho su padre, con varias chimeneas y cómodos
sillones. Pero en ese momento lo único que quería era dormir, así que siguió al
prefecto que lo condujo hacia un cuarto con camas grandes y con un dosel ligero,
no era el que había usado su padre, el dosel era como de lino y las camas eran
mas grandes y tenían mas cobijas...
Se
tropezó con su baúl, que estaba a los pies de su cama, y harto se tiró a la cama
y se puso el pijama con la mayor rapidez posible. Después se metió en la cama y
se durmió de inmediato.
Mientras, Dania recorría un
pasillo con todos los Ravenclaws. Una chica de sexto grado conducía a todo el
mundo.
Se
detuvieron ante un busto de una bruja alta y arrugada y la chica prefecta le
dijo al oído:
-Teorema infantil-
La
estatua giró y se abrió el muro, revelando un pasaje que subía hasta una torre.
Ahí había varias sillas y mesas de madera, era una habitación muy espaciosa con
muchos libros sobre cada mesa. Dania se dio cuenta de que eran libros de
estudio. Todo estaba iluminado por muchas velas que colgaban del techo,
ardiendo con llamas azules. L
e :
-Hola!
Me llamo Amanda Hellibore, tu?-dijo la niña que estaba al lado.
-Dania
Weasley-Respondió esta, con desgana.
-No te
ves muy entusiasmada que digamos, es que no te gusta la sala común?- Le preguntó
Amanda.
-No, si
me gusta, pero mi mejor amigo está en Gryffindor, y no conocía a nadie
más...-
-Bueno,
ya me conoces a mi- Le dijo Hellibore.
-Si,
tienes razón- Le respondió Dania, mirándola por primera vez. Reparó en sus ojos,
parecían como de diferentes tonos, en cuanto quedabas decidido de que eran
grises, los veías verdes, después azul claro, avellana, era imposible definir el
color de sus ojos.
-Tienes
unos ojos muy bonitos, sabes?- Le dijo Dania, ya más contenta.
-Si,
todo el mundo me lo dice- Contestó Amanda.- A mi me gustaría tenerlos como tú,
de un solo color, a veces es molesto que se pongan a discutir sobre de que color
son mis ojos-
-Bueno,
porque no nos vamos a dormir?- Preguntó Dania.
-Eh,
sí, buena idea, pero sabes donde está el dormitorio?-
-No,
tu?-
-Tampoco...-
-Entonces preguntémosle a la
prefecta.
Fueron
hacia una chica de cabello oscuro, la que los había dirigido hasta la sala
común, y ella las condujo hasta una puerta que decía “ Primer año -niñas ”
Entraron y Dania observó unas
camas grandes, con pabellones en vez de dosel, que se le hacía mas bonito. El
pabellón era de una tela suave y gruesa, que Dania no sabía que era, sin
embargo, era muy agradable al tacto. Las sábanas eran de color blanco con
colchas de terciopelo azul añil. Mientras se dormía, pensó:
-Después de todo, Ravenclaw no
está tan mal-