Lara escribió esta historia antes de que saliera el 4to libro, lo cual es notable, ya que creo su historia es la que mas se acerca posiblemente a la verdad! Aunque en un principio se llamaba 'Una historia del cuarto curso', dado que su computador se estropeo y demoro en enviarla, cambio el titulo y un par de detalles...así que acá tienen, una historia de quinto que creo va a aclarar muchas preguntas!

 

   Hola Daniela! Bueno, aquí va mi contribución  a tu sección genial de giratiempos. Ya la he vuelto escribir, cambiando del 4º al 5º año

 

Una historia del quinto curso

Lara Herreras

 

Amanecía una mañana más en el colegio Hogwarts, y algunos pocos alumnos, todavía con cara de sueño, paseaban por sus habitaciones. Mientras tanto en el cuarto de las chicas, Hermione ya se había vestido, estaba leyendo un papel, y ponía cara de no saber que hacer ,cosa que era rara en ella. En ese mismo momento Parvatil se despertó, y extrañada de que Hermione estuviera despierta le preguntó  que hacia. Hermione no respondio. Salió de la habitación y fue directamente hacia la de Harry y Ron. Ni siquiera se paró a llamar a la puerta, entró y fue directamente a la cama de Harry, que todavía dormía.

-Levanta Harry, tenemos muchas cosas que hacer

-¿Qué haces aquí?- Ron, vistiendo un pijamas con dibujos de ositos, ababa de entrar a la habitación- Tu no puedes entrar en este lugar, además, Harry se acostó muy tarde anoche, así que déjale dormir.

-Ron- Dijo Hermione hablando en voz baja- Es muy importante.-Entonces lo miro mejor y sonrió-Lindo traje, Ronald Weasley! 

-Oh, callase, Srta Granger!-Que es tan importante como para que vengas a invadir la privacidad de tus compañeros? replico Ron, ruborizándose e intentando tapar los ositos de su pijama con una manta.

-Hoy a las seis de la mañana he recibido una lechuza del profesor Lupin. Me ha dicho que se ha comunicado con Sirius, y que nos esperan dentro de una hora en la cabaña de Hagrid.

-Hermione- dijo Harry,  quien se había despertado con la conversación de sus amigos- Eso es imposible. Sirius no puede venir a Hogwarts, ¿recuerdas?… Desde que escapó, montones de dementores lo buscan y Sirius no puede dejar que ningún mago lo vea…

-Harry- Le cortó Hermione, bajando aun más la voz -¿No recuerdas que Sirius es un animago? Nadie lo sabe, excepto nosotros, Lupin, Dumblemore, los que estaban el año pasado en la enfermería cuando se transformó y…Pettigrew. Así, que nos esperará en la cabaña con forma de perro, y luego nos conducirá hasta un sitio donde estará Lupin, y donde podremos hablar sin que nadie nos moleste.

-¿Nos estas tomando el pelo?- dijo Ron con voz incrédula

-¿Me ves con cara de estar hablando en broma? Aquí la única broma es tu pijama!- Dijo Hermione- ¡Ya os podéis ir vistiendo! Y no tardéis. Os estaré esperando en la sala común.- Y sin decir una palabra más, salió de la habitación dejando a los dos chicos más atontados que nunca.

-Rápido -dijo de repente Harry- No podemos llegar tarde. Si Sirius se ha arriesgado a venir aquí, es que tiene que contarnos algo importante...

Ron y Harry se vistieron rápidamente y bajaron a la sala común, donde Hermione les esperaba.

-Vámonos -dijo ella-

-Un momento -Dijo Harry- Me he olvidado la capa invisible arriba, y seguramente nos va a hacer falta

-De acuerdo. Pero date prisa.

Cuando Harry salió, Ron miro a Hermione y se volvió a ruborizar. Esta sonrió, como adivinándole el pensamiento, pensando en lo tierno y gracioso  que se veía su amigo con pijamas.

Al poco tiempo, Harry volvió a la sala común, con la capa dentro de la túnica – Ya está- dijo, y los tres juntos, salieron por el retrato de la señora gorda, se pusieron la capa, y fueron hacia la cabaña de Hagrid.

Al llegar, vieron un enorme perro negro, que estaba sentado al lado del huerto, y fueron hacia él. Al verlos, el perro se levantó, inclino la cabeza y se dirigió sin más hacia el bosque prohibido.

Harry y Ron no tenían muy buenos recuerdos de ese bosque, pero sabían que Sirius no les podía llevar junto a enormes arañas, ni dejarlos solos frente la cantidad de seres raros y peligrosos que allí vivían. Así que estaban más tranquilos que Hermione, que nunca había estado en allí, y a  quien la sola idea de entrar a la oscura floresta no le agradaba nada. Vacilo antes de entrar. Ron murmuro algo que sonó como "Valiente compañera" pero la tomo la mano y la llevo hacia donde Sirius y Harry se habían introducido.

Siguieron el camino hasta un enorme claro que Harry ya conocía, pues era el mismo en el que había visto a Quirrell beber la sangre del unicornio. El solo hecho de recordar aquella figura envuelta en una capa negra manchada de sangre plateada hizo que la cicatriz de Harry experimentase una sensación que hacia un año que no había sentido. Esa última vez, había sido en presencia de Voldemort. Harry volvió a fijar su mirada en el perro, pero este ya no estaba. En su lugar había aparecido la figura de un hombre moreno, con la piel amarillenta y delgado que Harry conocía muy bien (aunque solo lo había visto cinco o seis veces). Ese hombre era Sirius Black, su padrino. Sirius se acerco a los tres chicos, y les dio un fuerte abrazo, después puso su mano sobre el hombro de Harry, lo miró fijamente a los ojos y esbozó una leve sonrisa. De repente se oyeron ruidos detrás de uno de los árboles. Hermione apreto fuerte la mano de Ron, y todos pegaron un brinco, pero calmaron sus nervios, cuando vieron salir de entre la maleza el rostro del profesor Lupin.

-¡Lunático! ¡Querido amigo! - Dijo Sirius- me estaba preguntando dónde te habías metido.- Lupin se acerco a Sirius y le abrazo como si se tratase de su hermano.

-He estado sufriendo por ti. Los Dementores y los del Ministerio, no han parado por un minuto de buscarte desde que escapaste.

-Esto…Profesor Lupin –Interrumpió Hermione tímidamente- ¿Todavía no se habían visto? Es decir, desde que Sirius escapó, ¿No se habían visto en persona?

-Tan observadora como siempre -dijo Lupin, sonriendo levemente a Hermione, que se puso colorada - No. No nos habíamos visto. Debido al alto riesgo que tenia que lo hiciéramos, solo nos hemos comunicado por lechuzas. Los del ministerio saben de mi amistad con Sirius, y me han estado vigilando desde que deje el puesto de profesor. Y otra cosa. Ya no hace falta que me llaméis "Profesor Lupin", ahora ya no soy vuestro profesor, así que podéis llamarme Remus.

-De acuerdo- Respondió rápidamente Hermione.

-¿Qué es eso tan importante que tenéis que decirnos? –Dijo Harry, que había permanecido en silencio desde que su cicatriz le había comenzado a molestar- No lo decíais en la carta, pero algo nos querréis decir, si habéis arriesgado vuestras vidas para venir hasta aquí.- De las caras de Sirius y Lupin, habían desaparecido las sonrisas y le miraban aturdidos.

-Así es- dijo Sirius al cabo de unos segundos- Lo que tenemos que deciros, es algo referente a Voldemort… y a tus padres, Harry –añadió mirando directamente a los ojos verdes de Harry.

-Comienza tu, Remus- dijo Sirius dirigiéndose a su amigo

-De acuerdo. Mirar chicos, lo que tenemos que contaros, es difícil de asimilar, y lo comprenderemos si no queréis terminar de oírlo, pero tenéis derecho a que alguien os lo explique. Deben estar preparados, sobre todo tu Harry.

-¿Yo?- Dijo Harry.

-Si, Harry,  tu. –Dijo Lupin amablemente- Tu has tenido encuentros con Voldemort que ellos, -añadió señalando a Hermione y a Ron- no han tenido. Tu fuiste la persona que lo derrotó, y ni tu mismo sabes como, ni porque. Y ese porque, es lo que intentaremos revelar ahora. Además, no solo hablaremos de Voldemort, sino también de tus padres, y la causa de su muerte… y sabemos   que va a ser una cosa muy dura de oír para ti.

Ron miró a Harry, y vio que tenia los puños de sus manos apretados con fuerza

-Sirius, empieza a contarles todo desde el principio -dijo Lupin

-De acuerdo. Como ya sabréis, Salazar Slytherin tenía una fuerte enemistad con Godric Griffyndor

-¿Qué tiene que ver Salazar en todo esto? –Dijo Ron interrumpiendo a Sirius

-Enseguida lo comprenderéis, pero ahora escucharme y no me interrumpáis. –Dijo Sirius a los tres chicos- Como iba diciendo, Salazar y Godric no se llevaban muy bien que digamos. Entonces, Salazar creó la cámara de los secretos, para que su último descendiente y Heredero, cumpliese su voluntad (Eliminar a los Sangre Sucia del estudio de la magia). Pero hubo un problema. Durante una época de la vida del heredero de Slytherin, nació el heredero de Griffyndor, y Voldemort (que ya sabréis que era el heredero de Salazar) tenia miedo, de que el último descendiente de Godric, le impidiese cumplir sus deseos.

-Allí es donde entran tus padres, Harry –dijo Lupin, tomándole el relevo a Sirius- Lily descendía de familia Muggle, pero James, descendía de una antigua familia de magos, la misma familia de magos a la que pertenecía el mismísimo Griffyndor. ¿Todavía no lo habéis comprendido?

-Creo que sí –dijo tímidamente Hermione- El padre de Harry, era el último descendiente de Griffyndor… pero al nacer Harry… -Añadió mirando a Harry de reojo- No. Es imposible… Harry no puede ser el heredero de Griffyndor.

-Así es -dijo Lupin, mirando a Hermione con satisfacción- Harry es su último descendiente, por tanto, el heredero de Griffyndor

-¿Nunca te has preguntado por qué Voldemort te dijo que tu madre no tenía que haber muerto? –Pregunto Sirius a Harry- Ella no tenía que haber muerto esa noche. Voldemort te quería matar a ti, por que tenía miedo de que al crecer, le estropeases sus planes. Lily no le suponía ningún problema, porque no era de la familia de tu padre. Sin embargo, tu padre sabía lo que tú eras, y por eso, supuso que Voldemort te querría hacer daño. Esa es la razón por la que hicieron el encantamiento Fidelio.

-Hay una cosa que no entiendo -Dijo Harry – Cuando llegué a Hogwarts, el sombrero seleccionador, dijo que yo haría un buen papel en Slytherin. La razón por la que estoy en Griffyndor, es que le pedí que no me pusiera en Slytherin. ¿ Cómo es posible, que si en realidad soy el heredero de Griffyndor, el sombrero me quisiera poner en Slytherin? Ademas todos creyeron que yo era el heredero de Salazar, porque sé hablar pársel…

Lupin meditó un rato la pregunta de Harry, y al final contestó:

-Lo más lógico, es que Voldemort te pasase alguno de sus poderes la noche en que mató a tus padres, cuando el hechizo "Avada Kedavra" reboto sobre él. Por eso hablas pársel, él te paso esa habilidad. Seguro que el sombrero vio esas cualidades, sin fijarse en otras muchas cosas. Pero estoy seguro, de que no te puso en Griffyndor solo porque se lo pidieras.

-Esa es la misma respuesta que me dio Dumblemore. –Dijo Harry a Lupin – Pero… entonces… ¿porque Voldemort mató a mi padre?

Esta vez fue Sirius el que respondió

-Si tu hubieras muerto, el ultimo descendiente vivo de Griffyndor, habría sido tu padre, así que también lo tenía que matar

En ese momento, los cinco oyeron unos pasos que se acercaban hacia ellos, Harry, Ron, Hermione y Lupin, se metieron debajo de la capa invisible, y Sirius se transformo inmediatamente en perro.

Los pasos, que procedían de detrás de uno de los arboles, ahora estaban justo detrás de ellos. Se giraron, y vieron que Dumblemore les miraba, con la cara más seria que Harry le había visto jamas.

Se quitaron la capa invisible, porque sabían que Dumblemore podía ver a través de ellas, y Sirius volvió a su forma humana

-Hola… señor director -Dijo Hermione, con un nudo en la garganta

-Buenos días Srta. Granger –dijo Dumblemore, mirando a Hermione

-Albus, ¿cómo has sabido que estábamos aquí? –Preguntó Sirius amablemente

-Sirius,debes saber  que  con mas de 150 años sobre mis espaldas, hay pocos trucos  que me sean desconocidos...aunque aun no consigo batir mayonesa sin que se corte, no encuentro el antihechizo...Han tenido una interesnta charla, por lo que supongo.

-¿Ha escuchado usted toda la conversación? –Le pregunto Ron

-Lo suficiente como para enterarme de lo que ya sabía. Sirius, Remus, tenía previsto contarle todo a Harry el día que cumpliera dieciséis años. –El director miró dulcemente a Harry- ¿te encuentras bien?. Pareces aturdido, pero es normal después de lo que acabas de oír

-¿Usted lo sabía todo? –dijo Harry

-Sí Harry, lo sabía. Como ya te dije, yo traté mucho con tu padre durante sus últimos años de su vida. Él me lo contaba casi todo, y un día vino a pedirme consejo. Me contó, que tú eras el último descendiente de Griffyndor, y me dijo que tenía miedo. Tenía miedo de que Voldemort te quisiera hacer daño. Él te quería muchísimo Harry –Miró directamente a los ojos de Harry- Esa es la razón por la que le aconseje que se escondiera con el encantamiento Fidelio.

-Y entonces… esa rata de Pettigrew los traicionó –Dijo Sirius apretando los labios- tenía que haberlo imaginado.

Pasaron unos minutos sin que nadie hablase, entonces Dumblemore pronunció unas palabras que dieron la conversación por terminada

-Harry, Ron, Hermione, será mejor que volváis al colegio. No podéis perderos más clases, o despertareis sospechas…Y eso es lo que menos necesita Sirius en estos momentos

-Una última cosa. –dijo Harry- ¿Hasta que yo no muera Voldemort no podrá alcanzar el poder como al principio? Es decir. ¿Mientras yo me mantenga con vida, el no volverá a alzarse con la misma fuerza?

-Esa es una pregunta sin respuesta Harry. Pero no te preocupes por eso de momento. Desde que naciste, has vencido a Voldemort 4 veces, y de esos encuentros, solo te queda esa cicatriz en la frente. Si Voldemort no pudo matarte cuando tenia todos sus poderes, y tú eras un bebe, no creo que pueda hacerlo ahora, que no tiene fuerzas y tú eres todo un mago. –Al oír esas palabras, Harry se puso muy rojo-

En ese momento, se oyó una risa fría y vacía. Harry comenzó a perder las fuerzas, cuando reconoció en esa risa, la misma que escuchaba cada vez que se le acercaba un dementor… la risa de aquel que había matado a sus padres… la risa de Voldemort

Eso fue lo último que oyó antes de desmayarse.

-Harry… Harry despierta -Era la voz de Sirius- ¿qué te ha pasado? Te desmayaste de repente… ¿te encuentras bien?

Casi sin esperar a recobrar el conocimiento, Harry se incorporó. Le daba vueltas la cabeza, como si hubiera recorrido cientos de kilómetros con los polvos flu.

-¿No lo habéis oído? –dijo Harry con un hilo de voz-

-¿De que hablas? ¿Qué has oído Harry? – dijo Dumblemore cogiendo el brazo de Harry

-La risa… -Harry tragó saliva- La risa de Voldemort

-¿Cómo? –dijo Hermione asustada – eso no es bueno, Harry. Eso no es nada bueno… si solo tú lo oíste, solo puede decir dos cosas, que Voldemort ha conseguido interferir en tu mente, o… o…, no quiero ni pensarlo…

-¿O que? –Preguntó Ron, que estaba blanco de la impresión- ¿qué otra cosa puede ser?

-Bueno… -dijo Hermione poco convencida- todos sabemos, que Harry tiene el don de la lengua pársel. Había pensado, que Voldemort podía estar aquí en este momento, dentro del cuerpo de una serpiente… pero es una idea ridícula. Imposible. No se como se me pudo ocurrir. ¡Voldemort tiene ahora su propio cuerpo!

-No mi querida niña –dijo Dumblemore rápidamente, mirando a Hermione sorprendido- Es bastante posible, por no decir casi seguro, que Voldemort haya ocupado el cuerpo de una serpiente, y por eso solo Harry lo oyera. Puede que luego se transmute con un complicado conjuro a su cuerpo normal. Por mucho que nos pese, Voldemort es muy inteligente. Demasiado, diría yo.

-Debéis volver al castillo, el bosque ya no es un lugar seguro –dijo Lupin a todos los demás-

-Es cierto –dijo Sirius.  Se acercó a Harry y le dio un gran abrazo. Entonces todos empezaron a despedirse

-Bueno, Canuto, viejo amigo. Parece que nos tenemos que volver a separar. –Dijo Lupin

-Eso parece –dijo Sirius abrazando amistosamente a Remus.

-Esperen- dijo Dumblemore cortando las despedidas- vosotros dos venís al castillo. Remus, meteté bajo la capa de James, y tu Sirius ya sabes lo que tienes que hacer. Vosotros niños, seguidme.-

Sin decir palabra todos siguieron las ordenes de Dumblemore y partieron hacia el castillo. Una vez dentro del colegio, recorrieron pasillos y escaleras hasta llegar a la entrada al despacho de Dumblemore

-Muzarella!- dijo el director, y la pared se movió, abriendo el paso a su despacho.

-Bueno Albus ¿para que nos has traído aquí? ¿tienes algún  plan?- dijo entonces Sirius

 

 

Bueno, hasta aquí llega mi parte. Ahora dejo el desenlace en manos de algún osado escritor.

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