Lo siento Andrea, pero me gusto mucho tu mensaje, así que lo publico junto con tu historia, no te enojes! Supongo que la alegria de ver tu giratiempo en la web ayudara a que me perdones! ;-)

' Hola! es la primera vez que escribo un giratiempo, esta muy divertido hacerlo. Me encantaría que lo publicaras, Daniela. También quieria  aprovechar para decirte que tu página web es lo máximo! me encanta. Tengo 13 años y soy de Lima, Perú.  (por fa, no pongas lo que te escribo aqui al principio del giratiempos en caso que lo publiques!) He tratado de cumplir con todos los requisitos, sorry si se me pasa algo! k-riños. Andrea Bueno, basta de hablar, aquí esta:'

Capitulo I

Los Consun y la chica dementor

 

Eran las vacaciones de verano. Y, en el número 4 de Drivet Drive todo estaba muy tranquilo. Harry bajó las escaleras muy lentamente, extrañaba muy Hogwarts; A Ron, Hermione,... Sirius. Extrañaba sentirse protegido con Dumbledore, aquellos interminables pasadizos, Hagrid, extrañaba volar, sentir el aire azotándole el rostro mientras bajaba en picadas de más de 20 metros... por un par de segundos olvidar todo y unirse a la victoria de Gryffindor con la snitch apretada fuerte en la mano... olvidar los sucesos del curso pasado. Las interminables imágenes de Voldemort con sus rasgados ojos rojos mirándole fijamente, deseando verlo muerto... el pesado e inerte cuerpo de Cedric Diggory en el césped del cementerio, la marca tenebrosa mostrándose en el cielo como lo hacen los buitres buscando a sus presas... sus padres, Berta Jorkins, aquel anciano, todo pasaba muy lento en su cabeza, le dolía pensar, recordar: pero las imágenes estaban allí torturándolo... Y sin darse cuenta estaba embutiéndose un bocado de huevos con tocino en medio de Dudley y tío Vernon que escuchaban atentamente lo que tía Petunia les contaba.

-         ... Sí, increíble ¿No, Vernon? .-escuchó como si de golpe se le destaparan los oídos, no había escuchado nada de lo que había dicho antes.- Y ahora, ¡sólo por eso se mudan!... Vernon .-continuó tía Petunia con un poco de espasmo en la voz.- estaba pensando... ¿Y si...si-si son como-como Harry?

-         ¡Dios nos libre! .-bramó tío Vernon alisándose el bigote. Harry estaba tan acostumbrado que no se sintió aludido en lo más mínimo, aunque por primera vez desde que llegó a la cocina encontró sentido a algo que habían dicho los Dursley

-         ¿Se mudan? .-preguntó Harry un poco desconcertado.

-         Sí .-Chilló tía Petunia, del mismo tono que la última vez que Harry le preguntó algo.

-         ¿Quiénes son los nuevos vecinos? .-preguntó otra vez

-         No lo sé .-chilló nuevamente tía Petuna. Harry no volvió a preguntar nada más, la conversación siguió monótona y aburrida, volvió a su ensimismamiento, cuando acabó el desayuno subió las escaleras con aire de derrota. Aún faltaban 2 semanas para volver a Hogwarts. En su cuarto vio las postales que le mandaron Hermione, Ron, Hagrid y Sirius por su cumpleaños, al costado estaban los materiales para el siguiente curso debajo de la carta de la profesora McGonagall, la señora Weasley le compró todo lo necesario antes de viajar con todos sus hijos (Excepto Percy, que estaba obsesionado con su trabajo). Se tiró patas arriba en su cama y empezó a mirar el techo. Dos días atrás le había mandado una carta a Sirius y hasta entonces no tenía señal de él, Hedwig no había regresado. Desde el piso inferior llegaron los gritos de Dudley y sin soportarlo más Harry salió a dar una vuelta por el vecindario. Vagó durante horas, luego volvió para almorzar un mísero plato de habichuelas (intentaban nuevas dietas) luego volvió a salir. Vio el camión de la mudanza y en la casa vecina y a un par de corpulentos hombres cargar muebles muy llamativos, estaba viéndolos cuando escuchó que dos chicos (una chica y un chico) pelaban, se acercó un poco y vio a un muchacho rubio con los ojos azules muy abiertos y a una muchacha muy bonita con los ojos cafés y el cabello claro, le recordó en algo a Hermione, sólo que su cabello era liso y brillante, ambos voltearon al verlo.

-         ¡Harry Potter! .-dijeron a unísono. Harry se asustó mucho, pero sintió un calor que le llenaba las venas ¡Eran magos! Resonaba con alegría dentro de sí.

-         Ho-hola.- los saludó tontamente y se dio cuenta que su cicatriz estaba descubierta.- Son los nuevo vecinos ¿no? .-ambos asintieron tontamente.- Bueno... ¡Bienvenidos!

-         Hola Harry Potter -dijo el muchacho con los ojos aún más abiertos.

-         Nunca pensé que Harry Potter viviría al costado nuestro -continuó la chica arreglándose el cabello y sonrojándose un poco. Harry estuvo hablando con ellos durante un buen rato, pero se desilusionó cuando se entero que ninguno de ellos eran magos...

-         ¿No son magos? .-les dijo con angustia

-         No, no en realidad. Sólo somos muggles... -suspiró Pete, el chico rubio.

-         ¿Cómo saben quién soy entonces? ¿Y cómo saben como les decimos a la gente normal?

-         Mi hermanita es bruja .-suspiró Alice .- Se llama Cindy y tiene once años, la semana pasada la acompañamos al Callejón Diagón, le compraron una varita, túnicas y todo eso. Mi mamá nos compró en consuelo un montón de libros y...

-         En varios de ellos sales tú, Harry  Potter.-terminó por ella Pete

-         ¡Qué lastima! ¿Pero podemos ir juntos a la plataforma nueve y tres cuartos? Yo le puedo ayudar a Cindy a cruzarla, cuando vives con muggles y vas por primera vez es... mejor que la acompañe ¿Estaría bien? -Ambos sonrieron.

-         Mi papá nos puede llevar... Sería genial Harry Potter

-         Pueden decirme sólo Harry si quieren

-         Claro Harry .-le sonrió Alice.

-         ¿Por qué no vienes tú y los muggles con quienes vives a cenar?

-         Claro

-         Le contaremos todo a nuestros padres y a Cindy, ¡Le encantas!

-         Nos vemos .-se despidieron los tres.

Cuando Harry llegó, la puerta se abrió sola. Tía Petunia, tío Vernon y Dudley se habían disfrazado de cetáceos. Dudley parecía un ballenón (claro que con mucho sobrepeso) tío Vernon una ballena asesina y tía Petunia (no pertenecía a los cetáceos) estaba idéntica a un pez espada (con dos metros de cuello de más)

-         Escóndete, no quiero que los nuevos vecinos te vean. -le gruñó tío Vernon

-         Muy tarde, cuando estaba pasando enfrente de su casa, me reconocieron.

-         ¡¿De qué hablas?! .- le gritó otra vez mirándolo con odio.

-         Su hija menor va a Hogwrats. Ellos son muggles, pero Cindy es una bruja. Son tres hijos en total: Pete, es el mayor, luego esta Alice, ella tiene mi edad, y luego esta Cindy, no la conozco pero tiene 11 años. Nos han invitado a cenar esta noche a las 7:00pm, faltan 2 horas. -Tía Petunia, Vernon y Dudley lo miraban con una mezcla de temor y odio. Sólo dijeron: "Está bien, no es su culpa" Adentro tío Vernon le preguntó que eran los muggles. Dos horas después Harry y los Dursley fueron a la casa vecina donde pasaron una agradable velada, bueno Harry la pasó muy bien. Cindy era muy tierna y chistosa, pensó que era mucho menos tímida que Ginny a su edad. El padre los Consun (ese era su apellido) era ingeniero de sistemas y trabaja para una compañía multimillonaria. Su madre era artista y tenían unos cuadros precioso colgados de las paredes, aunque recién habían desempacado el lugar lucía muy bien. Pero cuando Alice, él, Pete, Cindy y (desafortunadamente Dudley, babeaba por Alice) estuvieron el segundo piso sí que estaba echo un desastre.

Las dos semanas restantes pasaron muy rápido, Alice era muy agradable, pero Cho aún estaba en la cabeza de Harry como un tatuaje. Él y Pete se hicieron muy buenos amigos y sentía a Cindy como una hermanita menor: extrovertida,  traviesa y juguetona (todo lo contrario a Ginny)  Y en un abrir y cerrar de ojos se hallaba alistando su baúl para ir a Hogwrats con los Consun. Y por primera vez vio a Dudley tratando de saber algo del mundo mágico, deseando ser un brujo sólo para impresionar a Alice (ella siempre quería saber todo acerca de los pasillos de Hogwrats, las aventuras de Harry, sus amigos, clases y profesores) Se despidió de los Dursley, quienes lo seguían mirando con desprecio, y se fue a la casa contigua, cargando su pesado baúl, pero como había crecido bastante (¡ya tenía 15 años!)  No le pesó tanto. Toco el timbre y Alice salió corriendo.

-         Pasa Harry, dentro de un segundo nos vamos.- ¡Esta linda! Pensó Harry, pero su corazón no dio señal de movimiento. Pasados 15 minutos, ya estaban camino a King´s Cross. Y después de una larga despedida, ambos, Harry y Cindy, se acercaron a la pared de concreto. Cindy le cogió fuerte la mano y apresuraron el paso y desaparecieron de la vista de los Consun.

-         Eso es todo -le dijo Harry, sonriéndole a Cindy. Ella no dijo nada, pero estaba muy contenta, aún le agarraba fuerte de la mano.

-         ¡Harry! -le llamaron

-         ¿Hermione? ¿Ron? .- A Harry le sorprendieron, ambos estaban muy cambiados, Hermione estaba muy hermosa y Ron había crecido tanto como él, le recordaba mucho a Bill.- Ellos son mis dos mejores amigos -le dijo a Cindy quien no le soltaba la mano por nada.

-         Hola -les saludó

-         ¡Si que has cambiado Harry! -le dijo con desconcierto Hermione

-         ¡Tú también! Estas muy linda -le dijo mirando alrededor ella se sonrojó, luego añadió - Ron, casi no te reconozco.

-         ¡Crees que para nosotros fue fácil! -miró a Cindy y agregó- No nos has presentado a su novia Harry

-         Disculpen, Ron, Hermione. Ella es Cindy Consum, mi vecina. Vinimos juntos, sus papás nos trajeron.

-         ¡Hola! -los saludó soltándole el brazo a Harry, vio a una niña un poco mayor que ella que se acercaba, luego volvió a cogerle la mano.

-         Hola -saludó muy tímida Ginny, con el rostro rojo y mirando a Harry cogido de la mano de un niñita.

-         ¡Ginny! Ella es Cindy, la nueva novia de Harry -bromeó Ron, pero Ginny casi se pone a llorar.

-         No le hagas caso -la tranquilizó Harry- Ella es mi vecina, es de familia muggle y hace poco le han dicho que es una bruja. Mejor Vámonos al tren, o no tendremos sitio.

Se acomodaron en el último compartimiento y comenzaron a hablar los cinco. A mitad del camino llegó la señora del carrito de comida, Cindy estaba contentísima (pero aún no le soltaba la mano a Harry, lo que hacía que Ginny le mirara mal) Cuando llegaron a Hogsmeade miles de equipajes se desplazaban y Harry le indicó a Cindy ir con Hagrid.

-         Ahora tendrás que ir sola .-y le soltó de la mano

-         ¡Gracias Harry! Deséenme suerte- y le dio un beso en la mejilla de despedida a Harry, Ron y Hermione. Ginny parecía que iba a explotar.

Se embarcaron y navegaron hasta  llegar a la inmensa puerta de Hogwrats, cuando estuvieron en el Gran Comedor, todo pasó muy rápido. La profesora McGonagall puso el raudo sombrero en un pequeño taburete y empezó a cantar una linda canción. Luego se sentó Anderson, Silvia fue elegida Ravenclaw, Athoninn, Samuel fue Hufflepuff, llamaron a Cindy Consun y apenas tocó su cabeza el sombrero gritó ¡Gryffindor! -Harry aplaudió muy fuerte- ella se sentó cerca de Ron, estaba un poco mareada pero muy orgullosa de sí misma. Pareció sólo un segundo después,  cuando dirigiéndose hacia Slytherin estaba un chico pálido llamado Nick Zuller. Cuando Dumblendore empezó su discurso fue como un simple saludo y la mención de Cedric. Luego les dijo que el nuevo profesor de  Defensa Contra Las Artes Oscuras será el profesor Lupin. -Harry escuchó el latido de su corazón y miró muy contento a Ron y Hermione- el profesor se sentó después de darles la bienvenida y gritar "A COMER SE HA DICHO" 

Cuando Harry estaba acabando con su cena Hermione habló.

-         Con la emoción de verlos otra vez no les conté.- hizo una pausa, sonrió y siguió.- ¡Soy PREFECTA!

Todos se rieron y la felicitaron, luego les acompañó a la sala común donde dijo: "Pompellia" y el retrato de la señora Gorda se hizo a un lado para dejarles pasar.

Cuando Harry llegó a su habitación, no le importó dormir con su túnica, estaba exhausto y concilió el sueño muy rápido. Ron, Seamus, Neville y Dean se quedaron hablando de quidditch y chicas. Mientras Harry dormía escuchó como un  zumbido.

-         Hey, ¿Harry duermes? Haaaarryyy -canturreó- ¿Sigues durmiendo? ¡Harry!

-         Ah... Ron... msñnd... dmmfhtg… msntrs… zzzz

-         ¿Harry estas despierto? ¡Harry!

-         Ahora sí -dijo Harry bostezando e incorporándose en la oscuridad - ¿Qué pasa? Son las 12:00 a.m ...

-         Harry que bien que despertaste!!

-         M-E despertaste

-         No importa. ¿Qué pasa? -le preguntó sobándose los párpados con los puños.

-         No puedo dormir

-         ¡¡¡No me digas!!!

-         En serio Harry, ¿Puedo preguntarte algo?

-         Sip -le respondió un poco más despierto

-         ¿Te gusta Hermione?

-         No

-         Le dijiste que estaba linda

-         Y Cindy tomaba mi mano y a mi no me gusta. Es como una hermanita.

-         Eee... este, bueno entonces no te gusta...  ¿Te acuerdas el año pasado cuando Hermione nos contó que Krum la había invitado a Bulgaria en vacaciones? ¿Crees que fue?

-         Por que no se lo preguntas tú mismo

-         Eeee… esteeee… por que… por que después lo puede mal interpretar y toda la cosa… tu sabes

-         ¿Qué podría pensar?

-         Que… este bueno… puede pensar muchas cosas. Tú sabes, Hermione es muy inteligente…

-         ¿Algo como?…

-         No sé… ya la conoces

-         Como que te gusta y no quieres admitirlo -Harry le dijo empezando a sonreír

-         ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡NO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

-         ¡¡¡Shhh!!! Vas a despertar a Dean, Seamus y Neville… y claro al resto del colegio si sigues gritando así.

-         ¡Pe-pero Harry a mi no me gusta ella! -susurró Ron

-         ¿Qué hacen despiertos a esta hora?- Era Neville Longbottom, uno de los compañeros de Harry y Ron, se había despertado por el grito.

-         No, no pasa nada. Hasta mañana -le dijo Ron tan rojo que a pesar de la oscuridad se le notaba.

 

A la mañana siguiente Ron parecía un poco recio con Harry por lo de la noche pasada. Durante el desayuno no le dirigió la palabra.

-         Hola Harry -le saludó Cindy, estaba con un grupo de chicas que lo miraban con éxtasis. Luego se fue con ellas al otro extremo de la mesa.

-         Hermione -la llamó Harry sonriendo.- ¿Puedo preguntarte algo?

Ron se puso pálido y, con la misma rapidez, se volvió un tomate.

-         Claro, dime

-         ¿Puede ser en privado?

-         ¡Harry! Nos toca pociones dobles ¡Vámonos! -Le gritó Ron jalándolo por el brazo.

-          Pe-pero faltan 20 minutos, Hey chicos ¡Espérenme! -les gritó ella corriendo tras ellos por la entrada de la sala común hasta los pasillos, pero en una esquina ambos desaparecieron.

-         ¡Chicos! ¿Quién los entiende? -suspiró y regresó a la sala común.

-         ¿Qué crees que hacías? -le dijo Ron casi sin aliento cuando Hermione ya hubo desaparecido.

-         Anoche me dijiste que le preguntara

-         ¿Por que le dijiste que en privado?

-         Como no hablabas…

-         Ya… bueno -Ron estaba muy rojo.- Pregúntale

-         No es gran cosa Ron, no sé por que no se lo preguntas tú. -pero Ron no le respondió, sólo se sonrojó más.

-         En verdad te gusta ¿no?

-         ¿Qué a Weasley le gusta quién Potter? -gritó fuerte (para que todos se enteraran) un muchacho delgado, pequeño, con los ojos grises y con dos "amigotes" un a cada lado.- Déjame adivinar, Weasley, que tal la señorita dientes, diría yo...

-         Cállate, Malfoy -le gritó Harry tratando de contener a Ron.

-         Quien lo diría, un triste mago sin fortuna y una pobre sangre sucia. Y yo que pensé que no podías caer más bajo.

-         Cierra tu bocota Malfoy si no quieres que te meta en  problemas.-  Le dijo Harry con odio, aún tratando de controlarse. Mas dificil era controlar a Ron

-         ¿Problemas? Problemas son los que tienes tú Potter. Deberías preocuparte ahora que Lord Voldemort ha vuelto, yo que tú no defendería a amantes de muggles ni sangre sucias. Y menos si se trata de una sabelotodo insufrible.

Harry obligó a Ron a guardar su varita, estaban ambos con las orejas rojas.

-         Si comparemos a una "sangre sucia" como Hermione con tu queridísima "sangre limpia", Pansy, que lastima ¿no? -le dijo Harry arrastrando las palabras de la misma manera que Draco, tratando de meter cizaña.

-         ¿De qué hablas Potter?

-         Que a Pansy no le queda bien el rosa pálido. Creo que hasta tú te verías mejor en el vestido que llevó el año pasado al Baile de Navidad. -Malfoy se sonrojó- Y… digamos que ¿A quién le puede gustar Pansy?-continuó dando énfasis- A un triste mago sin talento o a uno ciego y sin cerebro -habló de la misma manera en que Draco lo hubiese hecho, todos reían.- Krum se moría por Hermione. Malfoy, la próxima vez que quieras decir algo, no lo hagas. Por el bien de todos. Vámonos Ron, o llegaremos tarde a clases.

Ron y Harry se fueron luego de agacharse para evitar un par de maleficios que les arrojó Malfoy y sus torres gemelas, los cuales accidentalmente le cayeron a la profesora McGonagall en el rostro produciéndole una desagradable urticaria y, aparte de prenderle fuego a los libros que cargaba, le pusieron 4 cuernos en la cabeza. Lo que les costó 200 puntos a Slytherin (para regocijo de Harry y Ron, quienes se les quedaron burlándose, con el resto de los chicos que estaban pasando por allí) Cuando el show terminó siguieron su camino a la clase mucho más contentos, pero con el paso rápido.

-         Viste la cara de Draco cuando la profesora McGonagall volteó con los cachos y todo. ¡¡¡¡No hubieran estado más tiesos ni con un hechizo paralizante echo por Hermione!!!! -le dijo Ron casi saltando, aunque aún con el rostro rosado. "No deja de hablar de ella" pensó Harry.

-         Si, fue genial. Pero si no nos apuramos, a los que los van a paralizar vamos a ser nosotros, nos toca con Snape, recuerda...

Cuando llegaron, ciertamente Snape los estaba esperando y les miró con cara de malos amigos, pero por una extraña razón no les dijo nada. Sólo les dirigió un serio: "Señor Wealey y señor Potter tomen sus asientos  que la clase va a empezar". Una vez que ambos ocuparon sus lugares (Ron, muy lejos de Hermione) se dieron cuenta que Dumblendore estaba oculto en una esquina de la oscura mazmorra con aire de pensativo y el rostro comprimido y ensombrecido, pero... no estaba solo, alguien estaba a su costado, oculto en una capa negra con  el rostro oculto en las sombras e inmóvil.

-         Alumnos -empezó Dumblendore, como en sus discursos de principio de año. Pero Harry sintió en su voz un tono lúgubre, sin su habitual alegría- Se estarán preguntando que hago aquí hoy día, para ser cortos lo que me trae hasta las aulas de nuestro querido profesor Severus -Harry no pudo evitar pensar "¿Por quién?", Pero Albus continuó- Tengo que presentarles a Aline Snape -se escuchó a toda la clase repetir en un bajo murmullo su nombre: ¿Aline? ¿Snape?- Silencio, sí, es la sobrina de Severus, ella nos acompañará este año en Hogwarts. Ha sido transferida de Durmstrang y ha llegado un poco tarde. Espero que la traten y le hagan sentir bien. Su selección va a ser el día de Halloween ya que faltan sólo un par de semanas. Mientras, ella tiene un horario diferente, coincide en varias clases con ambos: Gryffindor y Slytherin más que con las casas restantes. No quiero que le den una imagen errónea. Compórtense.

A Harry le extrañó mucho la forma en que Dumblendore habló, no tenía vida en la voz, sólo se dibujo una sonrisa cuando Aline dio un par de pasos delante de la clase buscando sitio.

-         ¿Y Malfoy, Crabbe y Goyle?- preguntó Snape

-         Están retenidos con la profesora McGonagall por lanzar le maleficios en el pasillo -le respondió Harry mirando a Aline, Harry no sabía por que pero verla con esa capa negra y con el rostro encapuchado le recordaba mucho a un dementor.

-         Aline, siéntate al costado de Potter -le dijo cordialmente Dumblendore al ver un sitio vacío al costado de la carpeta de Harry

-         Ssssí, sssseñor. Grasssiasss -hablaba muy bajo y con la "s" pronunciada, como las serpientes. Sin saber por qué, Harry tuvo el presentimiento que él fue el único que escuchó lo que dijo.

-         Entonces, Severus -dijo en un tono más alegre Dumblendore, dándole la mano - Creo que no hay nada más que yo pueda hacer aquí. Mejor me voy a ver a Minerva, no sabemos que maleficios le habrán lanzado. ¡Que la pases bien Aline! -continuó contento guiñándole un ojo a ella y saliendo de la mazmorra. Cuando Albus se fue todo se quedó en silencio. Snape continuó con su acostumbrado malhumor, aunque se le notaba un poco tenso, pero la clase prosiguió de lo más normal; Le quitaron 18 puntos a Gryffindor por que Harry volteó a mirar a Aline, 30 por que Ron estropeó 10 pares de tripas de codorniz y quemó esófagos de rinoceronte, 15 por que Hermione hablaba mucho (¡Para responder a las preguntas!), 14 por el ruido de las piernas de Neville cada vez que pasaba Snape, claro que también por voltear 2 calderos de poción al suelo. Para variar Slytherin ganó 80 puntos por "las brillantes intervenciones de Pansy Parkinson", a Harry lo avergonzaron 3 veces y se rieron de él más de 20, pero Aline no parecía estar allí.

Después de eso les tocó Historia de la Magia, el habitual sopor de la clase hizo que Harry durmiera toda la clase y se olvidara de todo lo relacionado con Aline o Snape o Hermione.

Ron, él y Hermione estuvieron largo rato hablando en Gryffindor, contándole a Ginny y "el club de fans de Harry" acerca de la chica nueva. Luego se separaron, les tocaba Adivinación, a Harry le pronosticaron muerte pronta, para variar, pero según la profesora Trelawney sería dentro de 5 días. Harry se entusiasmó mucho cuando le dijo: "¡No!, no, no otra vez... el Grim, Sí, lo veo claro, Harry... te busca... te asecha... se quiere encontrar contigo... te persigue..." con su típico susurro misterioso y aterrador. Pero, a pesar de los dramáticos gritos y gestos que hicieron Parvati y Lavender, Harry y Ron se pusieron a reír, estaban contentísimos.

El resto del día fue de lo más normal para todos. Tal vez, excepto para Malfoy y sus idiotas amigotes quienes, según les dijo la profesora McGonagall (dos días después) estuvieron todo el día castigados, hasta la noche. Pero bueno, las dos últimas horas les tocó Cuidado de Criaturas Mágicas, cuando Harry, Ron, Hermione llegaron y para su felicidad Draco no estaba. Aunque sí Pansy, quien honorablemente lo reemplazaba, era la versión femenina de Malfoy. Hagrid estaba excepcionalmente contento, quién sabe por qué, cuando empezó hablar de extrañas y repulsivas bestias albanesas, lo cual les recordó a Voldemort. Harry se dio cuenta de una oscura sombra se tambaleaba a tras de Hagrid, escuchando entre regocijo y aburrimiento. Su túnica negra ondulaba con el vaivén del viento sin ser vista por el resto de la clase, era Aline. No entendía que hacía, sólo la miraba como embobado, no era que le gustara, ¡ni la conocía! Pero sin darse cuenta se empezó a balancear de un lado hacia el otro de la misma manera que ella. El día estaba soleado, pero no mucho, Harry miraba su capucha preguntándose si alguna vez se la había quitado, ¿cómo era?, O ¿por qué la usaba? Tendría que esperar dos semanas más para saber cual sería su casa, supuso que la pondrían en Slytherin (por ser la sobrina de Snape, claro esta) pero algo en su corazón lo aprisionaba y le decía lo contrario. De repente, un rayo de luz penetró en la sombría capucha, Harry dejó de tambalearse y ella también, vio un par de ojos verdes-azulados muy claros, brillantes, lo miraban. Pero fue una visión muy corta puesto que las sombras de su capucha cayeron nuevamente  sobre su rostro. No pudo concentrarse en toda la clase, antes que acabara Hagrid le llamó.

-         ¿Estas bien, Harry? -le preguntó muy preocupado

-         Si, -pero su voz no le obedeció y permaneció callado. Se aclaró la garganta- Sí, estoy bien Hagrid, sólo que tengo sueño.

-         ¿Tan rápido empezó el quidditch? -¿Quidditch? Harry parecía haber olvidado todo respecto al quidditch. Sintió una punzada cuando recordó que no tenían capitán, ni bateadores, ni guardameta, ni cazadoras... (Angelina, Alicia y Katie habían terminado el año pasado con Fred y George)... ¡¡¡sólo quedaba él!!! Sin darse cuenta dejó a Hagrid hablando sólo y corrió hasta llegar al colegio, estaba buscando a la profesora McGonagall, recordó los maleficios de Malfoy, corrió hasta la enfermería y la encontró hablando histérica con Snape.

-         ¡¡¡Esos muchachos!!! -gritaba ella- Snape no puedes tenerles tanta consideración. ¡No tienes ni la menor idea de lo que me dolieron esos cuernos!

-         Minerva, ya los castigaste ya pasó -le respondió Snape con repugnancia.- No puedo perder más tiempo, Aline me espera, le prometí llevarla a tomar cerveza de mantequilla, nunca la ha probado -le explicó fríamente y dejo la habitación chistando los dientes cuando pasó por el costado de Harry.

-         ¿Pro-profesora McGonagall? -le preguntó Harry tímidamente

-         ¿Si?

-         Estaba pensando, no tenemos equipo de quidditch

-         ¡Dios mío! -gritó exaltada McGonagall, y Harry pensó por un segundo que le volverían a crecer los cuernos.- ¡Tienes razón! Mañana mismo tenemos que hacer las pruebas para los nuevos integrantes. Le pediré a Dumblendore que retrase un poco los juegos, que nosotros seamos los últimos. Gracias por recordármelo, señor Potter, 5 puntos para Gryffindor - sonrió nerviosamente.

Harry fue al Gran Comedor, se sentó en una silla vacía al costado de Ron, se sentía exhausto y no sabía por que, comenzó a comer sin sentirle el sabor a la comida. Hermione no apareció. Cuando terminaron (Ron no había hablado durante la cena) se retiraron silenciosos hacia la sala común. Harry recordó las pruebas de quidditch, y se lo contó a Ron. Mientras hablaba con él sentía desperezarse.

-         ¡Auch! -Harry sintió dolor en el torso.

-         Mira ya llegó- Ron le había dado un fuerte golpe en las costillas cuando Hermione entró en la sala. Por primera vez desde el desayuno Harry recordó lo que le había dicho Ron al principio de la mañana.

-         Entonces, ¿En verdad te gusta? -le preguntó algo confundido.

-         Bueno... -Ron asintió muy rojo y con la cabeza gacha.

Hermione fue directamente donde ellos, ella estaba también roja, muy roja. Se paró frente a ellos y miró solamente a Harry

-         Hola -la saludaron Ron y Harry al mismo tiempo- ¿Qué pasa?

-         Nada, estoy muy apurada. Hablamos mañana.- y se fue corriendo a su habitación.

-         ¿Qué le pasará? ¿Ya le preguntaste?.- Ron estaba muy nervioso.- Tal vez ya lo sepa y... y me evite, viste que no me miró. Ya no va a querer ser mi amiga, seguro que ya sabe y no me quiere cerca y-y... creo que a ella le gustas y-y...

-         Cállate Ron. No le he dicho nada no hay forma de que lo sepa -escucharon un ruido a tras de ellos, cuando voltearon vieron una roja melena desaparecer en las escaleras de niñas.

-         Y entonces ¿qué le pasa? -Ron continuó como si fuera nada.

-         ¿Por qué me preguntas a mí? Anda búscala y pregúntale...

-         ¡No!... de ninguna manera. Seria demasiado obvio si YO se lo pregunto... pero si tú... Harry

-         Uy ¡Mira que hora es! No, no, no es muy tarde, nos vemos mañana en la prueba...

-         Pe- Pero Harry ...¡Recién son las 7:00...!

 

A la mañana siguiente cuando Ron despertó Harry ya se había ido. En el comedor vio un anuncio muy llamativo

 

PRUEBA PARA SER PARTE DEL EQUIPO DE GRYFFINDOR

Los interesados preséntese después de clases

en el campo de quidditch.

 

Jueces: Minerva McGonagall, jefa de la casa Gryffindor

Madame Hooch, profesora de vuelo

Harry Potter, capitán del equipo.

 

¿Capitán de quidditch? A Ron se le movió el estómago de envidia. Pero no le duró mucho.

-         ¡Ron! -le llamó Hermione

-         Ho-hola, me asustaste

-         Ya viste ¡Harry es capitán de quidditch!

-         Si -le respondió con un poco de desgano- Lástima que no nos dijo nada.

-         Seguro que McGonagall recién se lo ha dicho hoy. ¿Vas a participar en las pruebas?

-         Sí, Harry me dijo eso ayer.

-         ¿Sabes dónde esta, quedé en hablar con él? -dijo Hermione empezando a sonrojarse.

-         No -Ron  frunció los labios- ¿Qué te pasó ayer?

-         Es que me dijeron que... bueno lo que pasa es que... ¡Mira la hora Ron, nos toca Herbología! ¡Vamos a llegar tarde! -A Ron le gustaron los "nos" y "vamos", pero no dijo nada más que gruñir y embutirse un sándwich.

Harry estaba tarde, pero por suerte tenía una buena excusa. Le acababan de decir que era capitán de Gryffindor y aún estaba un poco confuso, se dirigió tambaleándose hacia Herbología. No lo podía creer, ¡Él capitán! ¿Quién lo diría? Sintió una pequeña hinchazón en el corazón "si mi papá estuviera vivo estaría orgullosísimo" odió a Voldemort  con toda su alma. Pero acababa de llegar al invernadero 4.

-         ¿Disculpe profesora Sprout?

-         Pasa Harry, la profesora McGonagall ya me explicó tu tardanza.

Harry miró a la clase, estaban trabajando en parejas. Ron estaba muy rojo, trabajaba con Hermione, Neville con Hannah Abbot (una chica de Hufflepuff), Sean con Ernie McMillan, Deamus con Justin Finch-Fletchley, Parvati con un muchacho cabezón y Lavender con una chica con muchas trenzas. Parecía que la profesora Sprout también se dio cuenta de eso y su rostro s ensombreció un poco, pero miró al fondo del aula y sonrió.

-         Harry, tú trabajarás con Aline

-         ¿Qué? -no se había dado cuenta que ella estaba allí

-         Al fondo por favor Harry.

-         Si-si profesora.

Harry se sentó a un costado de ella, su capucha se movió lentamente hacia donde estaba él.

-         Ho-hola -tartamudeó Harry

-         Hola -le correspondió muy bajo

-         Bueno chicos, hoy día vamos a trabajar con las llamadas "lilbas" -interrumpió la profesora Sprout- ¿Alguien sabe para qué sirven? ¿Hermione?

-         Si, las "lilbas" son unas plantas poco comunes provenientes del hemisferio Septentrional. Son de coloración negrusca por fuera, pero dentro poseen una clase de tentáculos púrpura, la sabia de estos se utiliza para cicatrizar heridas de gran profundidad y para detener fuertes hemorragias. Pero si se bebe su jugo, éste puede ser mortal.

-         Excelente señorita Granger. Diez puntos para Gryffindor. Ahora que saben que son y para que sirven, su trabajo va a ser llenar, mínimo, 5 botellas de su babosidad. -Y puso en cada mesa una canasta con varios bollos negros repugnantes- Ella cogió uno, lo peló con cuidado y se vieron los asquerosos tentáculos que tenía, todos lilas y viscosos, con una cuchara escarbó en ellos y les sacó como una pus verdosa brillantes. Eso es todo chicos. -finalizó- Ahora háganlo ustedes. Dentro de dos horas regreso y espero que todos hayan acabado más de 10 botellas por mesa.

Harry se sentía muy incómodo, no sabía que decir, Aline empezó con una pequeña lilba, la despellejó tan rápido y cuidadosamente como la profesora Sprout, Harry trató de imitarla pero la apretó mucho, tanto que reventó en sus manos manchándole la túnica de púrpura. Se puso muy rojo, pero Aline empezó a reír muy suave y delicadamente, tan bajo como el murmullo de las hojas. Harry se puso aun más rojo, pero sonrió.

-         No te preocupesss -le dijo ella cuando él se iba a cambiar.- Ssse un buen hechizzzo para quitar manchasss. -cogió su varita y le señaló, luego dijo "limpus" y las manchas en la túnica de Harry desaparecieron instantáneamente.

-         Gracias- le dijo mirándole la capucha.- Debes ser muy aplicada ¿no?

Ella rió otra vez

-         No tanto como esssa chica Hermione ¿Esss amiga tuya no?

-         Si, y el pelirrojo que esta con ella es mi mejor amigo, Ron Weasley.

-         Esssta muy rojo. ¿Le gussssta ella no?

-         ¿Po-por qué? - le asustó la capacidad que tenía de acertar cosas hacer de la gente sin siquiera conocerla

-         Esssta muy rojo sssólo por que esstá con ella y le he esssscuchado hablar.-volvió a reír muy despacio.- Harry ¿Quién esss el capitán en el equipo de Gryfindor?

-         Yo -le dijo Harry sonrojándose otra vez.

-         ¿Creesss que puedo ssser parte del equipo?

Harry se quedó paralizado, o al menos eso parecía. No sabía por que le había preguntado eso. ¿Pero no preferiría ser de Slytherin? Después de todo un su tío era un patán y ella siempre vestía como dementor y Snape fué mortifago y...

-         Sssi no quieresss no importa .-y Harry se dio cuenta que se quedó demasiado tiempo pensando.

-         ¡No! .-le ardían las orejas.- Claro que quiero que estés en Gryffindor sólo que...

-         ¿Piensssasss que prefiero Sssslytherin? .-terminó por él

-         No, no es eso. Aún no te han sorteado y hoy son las pruebas. Habría que preguntarle a la profesora McGonagall

-         Ssssi, esss verdad.- dijo un poco desilusionada

-         ¿Quieres ser de Gryffindor?

-         No lo ssssé. Pero no... no creo que Gryffindor sssea una mala opcsssión. Ssssólo que no ssssoy muy valiente.

-         ¡Bah!

-         No me conocssesss. Ssssoy demassssiado tímida. !Mírame, tengo una capucha que me cubre el rossstro y mi túnica esss más ossscura que tu cabello!

-         ¿Por qué la usas? .-Harry lamentó haber preguntado eso. Aline, no le respondió, comenzó a llenar una botella con un poco de extracto de lilba.

La clase terminó sin que Aline le volviese ha hablar, lo que le deprimió mucho. Pasó más de la mitad del día pensando en ella: ¿Por qué tuve que preguntarle eso? ¿Pero por qué reaccionó así conmigo? ¿Por qué se esconde en la túnica? Es inteligente y ¿tímida? ¡No la entiendo! Pero cuando llegó la tarde se obligó a si mismo a concentrarse en las pruebas, darían empiezo dentro de menos de una hora y él, la profesora McGonagall y Madame Hooch, tenían que coordinar antes.

 Continuara?

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