NUMERO DOS
Hogwarts:
Remus Lupin, James Potter, Sirius Black y Peter Pettigrew.
Remus estaba desorientado. ¿Cómo habían podido mandarle, al él, una carta de Hogwarts? ¿A él? Imposible, se habrían confundido de dirección. ¡Si ya lo intentó, y no lo admitieron! Bueno, sería mejor no preguntar, no valla y se la quitaran.
Así, con la cabeza llena de preguntas, llegó el 1 de Septiembre a King Cross.
Procuró que el vagón en que entró estuviera vacío, no quería encontrarse con nadie, no quería hacer amigos ¿Y si descubrían lo que era? Pero el destino le fue en su contra, y dos chicos entraron en su compartimiento.
-¿Hay alguien sentado aquí? –preguntó uno, que llevaba gafas y el pelo muy desordenado.
-No –contestó Remus-, os podéis quedar-. ¿Por qué tenía que ser tan amable? ¡Si no quería hacer amigos!
-Estupendo, los demás vagones están llenos.-dijo el otro chico, que era alto, guapo, y con pinta de bromista.
-Yo soy James Potter, y este es Sirius Black –dijo el chico de gafas- También nos acabamos de conocer.
-Yo soy Remus Lupin. Encantado de conoceros.
Al principio, Remus se mantuvo alejado de la conversación que Sirius y James mantenían. Ambos hablaban de quidditch sin parar, y él no había visto un partido en su vida: su madre y sus hermanas no le habían permitido salir de casa, no fuera y que...
Bueno, bueno, mejor ni pensarlo
-¿Os habéis enterado? –dijo James al cabo de un rato- Hogwarts tiene nuevo director.
Creo que se llama Albus Dumbledore, o algo así.
A Remus le dio un vuelco el estómago. ¿Dumbledore, director? Era profesor cuando, 1 año atrás, él había intentado ser admitido. A lo mejor por eso ahora le habían enviado la carta. Se animó un poco, y habló con los otros.
-¿Cuál es tu equipo de quidditch, Remus? –le preguntó Sirius-. Yo soy del London United.
-No...no me gusta el quidditch.
-¡No! ¡No puede ser! ¿Qué no te gusta el quidditch? ¿Estás enfermo o algo así?
Se rieron.
-No es eso. Es que vivo con mi madre y mis cuatro hermanas, y nunca me han dejado ver un partido de quidditch.
-Ah, bueno, entonces te lo perdonamos. Pero que no te vuelva a oír hablar así, ¿eh?
Estuvieron bromeando hasta que, a media mañana, llegó una bruja con un carrito de comida. Compraron de todo, y estaban a medio comer cuando entró un chico, bajito y flaco, con un curioso aspecto de rata.
-Hola. Me llamo Peter Pettigrew. ¿Podría quedarme con vosotros? Es que me han echado de mi compartimiento.
-Claro, Peter –dijo Remus. ¿Cómo podía ser eso? Cada vez tenía más amigos.-Quédate. Yo soy Remus Lupin, y estos son James Potter y Sirius Black.
-Gracias.
-¿Y como te han echado, Peter? –dijo Sirius, curioso.
-Yo estaba tan tranquilo, y de repente vinieron unos matones, cada uno como un armario, y me dijeron que me fuera o lo pasaría mal. Les hice caso.
-Bueno, ahora puedes quedarte con nosotros.
-Gracias otra vez. Sois muy amables.
Y así empezó una gran amistad entre ellos.
Próximamente la segunda parte.
FIN