“La caída....”

 

-¡Es que es imposible! ¡Es imposible que el Inmemorable, el Señor Tenebroso, el Mago más temible y poderoso esté muerto!- Repetía John Crabbe como un disco rayado.

-¡Debe ser una broma de mal gusto!-gritaba Tod Goyle

-¡Basta! ¡Entiéndanlo! Salió todo mal, por algo, no sé porque,  Lord Voldemort no pudo  contra el pequeño hijo de los Potter, y le rebotó el maleficio- repetía tratando de ocultar el miedo el señor Lucius Malfoy

-Pero es que...

-¡¡¡¡HEEEE DICHO QUE NO SE NADA MAS!!!!! Ustedes si quieren pueden quedarse aquí y esperar que la policía mágica los atrape, hagan lo que quiera pero yo no pienso ir a parar a Azkaban-dijo Lucius mientras salía a toda velocidad por la puerta de esa cueva.

-¡¡¡ESPERANOS!!!-gritaron los dos corpulentos hombres a unísono.

         Era imposible de creer. Y claro, después de 11 años de tormentos constantes, resultaba difícil que las neuronas de alguien, sean las de Albert Einstein (que por cierto fue un destacable mago muy bueno en Encantamientos) o la de Tontín el enanito de Blancanieves, pudieran comprender como un niñito de un año (que apenas podía hablar) halla vencido a  un mago con mas de 50 años de experiencia.

Igual a nadie le interesaba saber el cómo ni el por qué del último crimen cometido por el rey de los mortífagos. Todos festejaban la caída del temor que los había estado gobernado, pero a casi nadie le importaba que Harry Potter, el niño que los salvó, estuviese entre medios de los escombros de su casa en el Valle Godric y... huérfano.

-Me duele la cabeza  mucho  oficial, parece como si hubiera estado durmiendo por años- fingía Malfoy, después de llamar “desesperadamente” a la policía de las afueras de el Valle Godric.

-Tiene muchas cosas que explicar señor Malfoy y va para ustedes dos también- dijo el oficial- pero ya tendrán tiempo, mucho tiempo...

-¡Pero si no hice nada! Mire, no sé lo que está ocurriendo. Yo de repente desperté tirado en la calle junto a mis dos amigos. Lo único que recuerdo antes de esto es que yo estaba viendo la televisión en el living de mi casa cuando de repente se abrió la ventana, me paré y de ahí solo recuerdo una potente luz azul...  y una lucha mental constante. Pero no sé que tengo que estar dándole explicaciones a un oficialucho.

-Quiere usted decirme señor Malfoy, que todo lo horrible, monstruoso y terrible que a hecho durante once años, lo hizo bajo el hechizo Imperius- dijo como si todo le pareciera una broma el oficial.

-¿QUÉ YO HICE QUÉ? Mire oficial McCarteen, yo no tengo idea de que barbaridades me acusa, pero estoy seguro de que es solo un malentendido. Vamos, usted  sabe quien soy yo, si quiero puedo hacer que lo despidan por sus impertinencias, si tiene alguna duda por qué no,  llama al ministro de magia  y de paso dele mis saludos. Además, yo no lo llamé para que me acuse de cosas que  no cometí, lo llamé porque necesitamos que alguien nos lleve a nuestras casas pues no sabemos dónde estamos.

-Ja ja ja ja, me hace reír señor Malfoy, en  la posición en la que usted se encuentra junto con sus amiguitos, no está en condiciones ni para despedir a su elfo. Pero ahora no tengo una orden de arresto así que lo llevaré a usted y a estos dos a su casa, eso sí, cuídese y  trate de no poner un pie afuera de su mansión, si sabe lo que le conviene.

-Ahora usted es el que me hace reír oficial.  Pero basta de dar vueltas y  lléveme a mi hogar, si usted no tiene una familia y  tiene tiempo de sobra no es mi culpa, ni la de los señores Crabbe y Goyle.

-¡JA! Por lo menos tengo un trabaja honorable y no soy un convenido.

-Lo más honorable que usted va a hacer durante toda su vida va a ser llevarnos a nuestras casas, así que me haría usted  un gran favor si se apresurase.

-No se va divertir tanto cuando  termine en Azkaban.

-¡Ni se atreva a repetir esas sandeces! ¿Conduce usted o lo hago yo? He tenido un día fatal y no quiero que termine peor- dijo Malfoy mientras había la puerta  de  una especie de carruaje con sus dos amigotes por detrás.

-Conduzco yo, y dudo que su día pueda terminar peor. desde la muerte de su jefe

-¿Jefe? Yo soy mi propio jefe, oficial McCarteen.

-Se rumorea otra cosa, señor. Pero vamos, tengo unas cuantas fiestas-dijo entrando en esa “cosa” y poniéndola en marcha con unas raras palabras.

-¿Fiestas dijo? Se puede saber el motivo.

-Si  es quien usted dice ser también debería estar festejando.

-Le recuerdo que pasé todo el día no sé dónde y haciendo no sé que.

-Seguro paso todo el día tratando de que el Inmemorable sea más poderoso sin saber que lo conduciría a su caída.

-No sé que está hablando pero  todavía no responde a mi pregunta.

-Entonces le contesto. Todo el país está de fiesta, ya que El-Que-no-Debe-Ser-Nombrado fue vencido por el primogénito de los Potter, ahhhy pobre Lily y James.

-¿Primogénito dijo? Tengo entendido que los Pottler solo tenían un hijo.....

 

Please!!! Alguien continúe esto!!!!!!!

 

 

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