NUMERO CATORCE
Harry Potter y la orden del Fénix
Las cosas no andaban bien en Privet Drive. Vernon estaba enfurecido por todas las libertades que tenia Harry. No le gustaba que Hedwig andara suelta, que se fuera por las noches y volviera días después o a la mañana siguiente con ratones muertos en el pico o aun peor, las cartas de los amigos de Harry; Ron y Hermione. Odiaba que los útiles de Harry como los libros de hechizos, el caldero, la balanza y pergaminos estén tirados por toda la habitación. Pero Vernon no podía hacer nada para impedirlo por el solo temor a Sirius Black. Cada vez que Vernon estaba por entrar a patadas a la habitación de Harry para tomar todas sus cosas y guardarlas bajo llave, Harry solo tenia que pronunciar las “palabras mágicas” Sirius Black y Vernon dejaba de ser terrorífico para parecerse a un conejito de felpa muy gordo y sonrojado. Claro que no sabia que Harry tenia una súper escoba de carreras. Su saeta de fuego estaba muy bien escondida en su baúl cerrado con llave, junto con el álbum de fotos de sus padres y el equipo de mantenimiento de escobas que le había regalado Hermione. Harry no tenia idea de como lo abriría ya que había perdido la llave dos días después de llegar a Privet Drive, pero estaba seguro de que los mellizos Weasley encontrarían la manera de hacerlo. Ron le había prometido que lo invitaría a pasar gran parte de las vacaciones en su casa, pero para eso faltaba tiempo ya que por una extraña razón Dumbledore le había pedido a la señora Weasley que esperara hasta fines de julio para llevarlo a su casa. Harry no comprendía, pero decidió que las circunstancias no eran adecuadas para estar discutiendo por ir un mes antes a la casa de Ron. En realidad no era ni eso ni las rabietas de Vernon lo que preocupaba a Harry. Había algo mucho peor, algo infinitamente peor, con lo que, según pensaba, tendría que enfrentarse dentro de muy poco tiempo:
El retorno de Lord Voldemort.
Para tranquilidad de Harry, Sirius seguía manteniendo correspondencia, pero sus cartas eran muy breves. Harry lo entendía, Dumbledore le había encomendado una misión y Harry no tenia idea de lo que se trataba.
Aquella noche, fue muy extraña. Era una noche muy calurosa de verano, los estruendosos ronquidos de Dudley y las palabras entre sueños de Vernon no dejaban espacio en la oscuridad para el silencio. Pero aun así Harry dormía profundamente con la ventana de su cuarto abierta de par en par por la cual Hedwig entraba y salía en busca de presas nocturnas.
A
simple vista todo parecía normal, pero en medio de la oscuridad había un
figura, una oscura y malvada figura que desentonaba entre la tranquilidad de la
noche. De repente, Harry se levanto
sobresaltado. No sabia que lo había despertado. A excepción de los ronquidos
de Dudley, todo estaba en silencio y no había tenido ninguna pesadilla que lo
hubiera podido sobresaltar. Confundido salió de la cama y se acercó a la
ventana para respirar un poco de aire fresco, había fijado la vista en un pequeño
arbusto y estaba empezando a quedarse dormido apoyado en el marco de la ventana
cuando vio algo asombroso: La casa de la señora Figg, que se encontraba
a un par de cuadras de allí, parecía hecha de oro macizo muy brillante.
Harry no tenia idea de porque en medio de Privet Drive había una casa que parecía
iluminada con una luz de 1600 voltios, era raro además que nadie mas lo hubiera
notado y hubiera salido afuera para ver mejor. Se alejó de la ventana y comenzó
a buscar entre las cosas que estaban en su escritorio los omniculares, para
poder ver de cerca la extraña casa iluminada. Cuando los encontró en medio de
los pergaminos, frasquitos de tinta y libros de Hogwarts y
los enfoco hacia fuera, la
luz lo encandilo tanto que los omniculares se le cayeron al suelo rompiéndose
en varios pedazos. De pronto la luz de la casa desapareció como si alguien la
hubiera apagado con un interruptor. Harry no comprendía por que esas cosas
extrañas solían pasarle solo a el, estaba empezando a cansarse de eso, pero
decidió volver a acostarse.
A la mañana siguiente Hedwig entro por la ventana abierta, voló hasta la cama y despertó a Harry mordiéndole cariñosamente la oreja. Traía en el pico dos cartas que dejo en la cama, mientras Harry se ponía los anteojos. Cuando Harry termino de despertarse tomó una y comenzó a leerla:
Querido Harry:
¿Cómo estas? Espero que bien. Yo estoy bien pero
muy atareado. Espero que pronto podamos volver a vernos (estoy seguro de que así
será).
Harry suspiro, le hubiera gustado que Sirius escribiera algo más.
Todavía le faltaba la otra carta. Pero cuando estaba a punto de comenzar a leerla, un grito de Petunia lo interrumpió:
-Desayuno!!!!!!!! Sino bajas a hora no comes!!!!!!!!!!!!!!
Harry tomo sus jeans y una remera, tacho en el almanaque otro día menos para ir a la casa de Ron( faltaba una semana para el 30 de Julio, día en que lo iban a pasar a buscar Ron y su familia para ir a la madriguera) y bajo acompañado de las quejas de sus tíos, por que Harry tardaba tanto (3minutos) para bajar a desayunar.
Cuando llego a la cocina estaban todos muy arreglados, Vernon llevaba un smoking negro y el pelo tan engominado, que parecía como si una gran vaca le hubiera succionado la cabeza. Duddley también llevaba un smoking, solo que este lo hacia parecer la orca de “Liberen a Willy”. La dieta de Duddley había hecho poco efecto, bajo 4 kilos en un año, y prácticamente no había diferencia entre el y un gran elefante rosado con mimbre en la cabeza.
-Iremos a un banquete de la empresa de Vernon, obviamente no te llevaremos-dijo Tía Petunia dándole a Harry un plato de tostadas y a Duddley medio pomelo ( Harry de alguna manera les había insinuado, que a su padrino no le gustaba que lo mataran de hambre).
-Perfecto!!!- Pensó Harry, tendría la casa para el solo, podría hacer lo que quisiera sin que el estúpido de Duddley lo molestara.
-Te llevaremos a la casa de la señora Figg.-dijo Vernon, y una sonrisita maligna apareció en la cara de Duddley
-Que???- dijo Harry- hace años que no me llevan ahí, ya tengo casi 15 años puedo quedarme solo aquí.
-Ni lo sueñes-dijo Petunia marcando el teléfono.- Por las dudas la llamare antes de llevarte, es muy vieja, quizás lo haya olvidado.- Después de unos minutos Petunia colgó el teléfono.
- No contesta-dijo extrañada-que habrá sucedido? Llamare de nuevo, mientras, ve a peinarte- dijo con deprecio.
Harry subió las escaleras tomo la carta que no había leído y bajo sin peinarse.
-No contesta, te llevaremos sin avisarle-dijo Vernon cuando Harry termino de bajar las escaleras.
Luego de 10 minutos tocando la puerta de la casa de la señora Figg en el 10 de Privet Drive, Tío Vernon desistió y subió al auto vociferando insultos que se referían a la gente que no avisaba cuando no iba a estar en casa y a los muchachos que siempre conseguían lo que querían. A Harry esto le dio mucha gracia, a Vernon siempre le gustaba echarle a el la culpa de todo, aunque no tuviera nada que ver. Al arrancar el Mercedes de Vernon, Harry vio algo muy extraño: un humo de color lila y chispas rosas salían de la chimenea de la casa de la señora Figg. Harry estaba pensando que había sido eso, cuando una voz interrumpió sus pensamientos.
-Supongoquetedejaremossoloencasa- dijo Vernon muy rápidamente
-Que?? Perfecto!-dijo Harry
-Si llegas a tocar alguna de mis cosas, te arrepentirás-dijeron Duddley y Vernon al unísono
-OK- dijo Harry pensando en la computadora y videojuegos de Duddley
Ese día en la casa fue diferente a los demás, por primera vez en su vida se quedo solo en la casa de los Dursley. Antes que nada leyó la carta que no había leído:
Harry:
Hola! ¿Cómo te están
tratando tus tíos? No quiero imaginármelo. Pero no te preocupes! Tengo una
noticia sensacional! Te pasaremos a buscar mañana para que vengas a pasar el
verano con nosotros! Ayer recibimos una lechuza de Dumbledore, nos dijo que ya
podíamos traerte. Pasarás tu
cumpleaños aquí!
PD: Sé que es un poco
evidente, pero acuérdate de traer todas tus cosas
de Hogwarts.Los libros de 5 los compraremos cuando estes aquí.
Era una de las mejores noticias que había recibido en mucho tiempo, Ron y los Weasley lo pasarían a buscar una semana antes de lo previsto. E l 26 de Julio. Inmediatamente le envió la contestación con Hedwig y no olvido mencionarle que necesitaría la ayuda de los mellizos o de Arthur para abrir el baúl. Como no podía guardar las cosas con su saeta de fuego, el álbum y el equipo de mantenimiento; metió todos sus libros en una bolsa y comenzó a buscar sus túnicas.
Cuando tomo la túnica de Quiddicht que estaba cerca de la ventana; se le paro el corazón. Afuera por las calles de Privet drive, Harry vio un gran perro negro corriendo y a una paloma volando a su lado. Era Sirius? En Privet drive?. Cuando Harry corrió hasta la puerta tropezo con el baúl tirándolo al suelo, pero siguió corriendo hasta llegar a las escaleras donde casi se cae tratando de bajar 5 escalones a la vez. Pero cuando trato de abrir la puerta recordó que los Dursley siempre la cerrbana con llave. Se quedo un momento sin hacer nada, decepcionado de su mala suerte y muriéndose de ganas de ir a hablar con Sirius, pero era tarde, cuando Harry miro por el ventanal de la sala no había señales del perro negro ni de la paloma.
Harry estaba muy enfadado, quizás era por el hecho de tener tan mala suerte, pero también estaba enojado con Sirius; ¿por que no le aviso en alguna carta que iba a pasar por Privet Drive?. También pensó que pudo haber visto mal Y que aquel no era mas que otro perro callejero.
Cuando llegaron los Dursley Harry estaba tirado en el sillón de la sala mirando televisión, pero llego a acomodarse rápidamente fingiendo con cara inocente que solo estaba sentado mirando el techo y que no había estado haciendo otra cosa en todo el día. Los Dursley no sabían que Harry había jugado con los videojuegos de Duddley, usado su computadora y que había escuchado música con sus walkman.
Harry pensó que comparado con la magia, todas esas cosas eran totalmente aburridas y obsoletas, y que nada en el mundo muggle podía llegar a compararse con un partido de Quiddicht ni con pasar un año en el castillo de Hogwarts. Harry había intentado navegar en intrenet y hablar con personas de tdo el mundo, como decian las revistas y publididades en la televisdion, y lo hbia logrado, anque eso no era precisamente hablar... se divirtió bastante. Pero encontro muy extarño que siempre le preguntaran si le gustaba mucho leer, en total 23 personas le hicieron la misma pregunta. Luego de 5 minutos, Harry se había aburrido de estar sentado frente a la pantalla y apago la computadora, un poco desilusionado, ya que le había costado mucho entender como funcionaba y había esperado algo mucho mejor. Harry no entendia como duddley pasaba horas y horas con su trasero desbordando en la pequeña silla, ensuciando de frituras tdo el teclado. Había pensado que era mas entretenido.
Harry no había olvidado que tenia que avisarles a los Dursley que Ron lo iba a pasar a buscar, pero estaba completamente seguro de que una conversación como esa no iba a ser amistosa, hacia un año que los Weasley habían pasado por Privet Drive para llevar a Harry a los mundiales de Quiddicht, y Duddley había terminado con una lengua de 5 metros.
Cundo Vernon echo a Harry del sillón para sentarse a ver el noticiero de la medianoche, Harry se atrevió a hablarle:
-Hmmm,
Vernon...-dijo Harry
-mmseee- gruño el señor Dursley
-Ron y su familia me pasarán a buscar mañana para ir a su casa.-dijo rápidamente
La reacción que Harry esperaba no tardo en manifestarse: Vernon se levanto del sillón y escupio el café que estaba tomando; haciendo un enchastre en toda la sala. Su cara cambió del rosado al blanco, después al rojo y luego a un verde enfermizo con la rapidez de un semáforo descompuesto.
-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Esos asquerosos brujos no pisaran Privet Drive!!!!!!!!!!!!!!
-pero solo pasarán a buscarme y se irán, no van a hacer nada malo- dijo Harry
-Dije que no!!!!!!!!!!!! Y es no!!!!!!!!!!—grito Vernon
-Que pasa? Que pasa?-dijo Petunia que acaba de entrar seguida por Duddley
-Los locos Adams van a venir a buscar a Harry mañana-grito Vernon con el rostro violeta.
-Locos Adams?-pregunto Petunia
-El amigo de Harry y su chiflada y peligrosa familia!!!!!!!!!!!-dijo Vernon exasperado.
Tras esas palabras Petunia emitió un alarido y Duddley subió corriendo las escaleras haciendo sonidos como de cerdo herido.
-Si llegan a venir, la pasaras muy mal!-dijo Vernon
-Esta bien esta bien-dijo Harry – supongo que le tendré que pedir a Sirius que me pase a buscar y me lleve a la casa de ron en su escoba voladora, voy a avisarle-
Vernon se quedo paralizado y Petunia estaba a punto de desmayarse, pero no dijeron nada cuando Harry subió las escaleras a paso decidido y cerro la puerta de su habitación.
-Vernon, no podemos dejar que venga! Prefiero a la familia chiflada!!!!-dijo petunia a Vernon, quien estaba mas asustado que ella.
-No... n-no le escribirá-dijo Vernon nada convencido.
-Y por que estas tan seguro de eso?-pregunto Petunia con vos muy aguda
Los Dursley intercambiaron miradas nerviosas y gritaron al unísono:
-Harryyyyyyyy!!!!!!!
-Que sucede?- dijo Harry con tono despreocupado, cuando terminó de bajar las escaleras-estaba enviándole con Hedwig una carta para Sirius
-Ya le has escrito????????-dijo petunia al borde del ataque de nervios
-Así es-dijo Harry-Hedwig ya esta en camino
-ppp-pero n-no puede ser... –dijo Vernon con voz de perro herido
- ustedes no querían que los Weasley vengan, entonces le escribí a Sirius, si tenían algún problema me lo hubieran dicho, soy mago pero no adivino, lo siento pero ya es tarde-dijo- voy a preparar las cosas, pasara mañana temprano
Harry subió la escaleras entro en su cuarto y se acostó en la cama, estaba acostumbrado a usar el nombre de su padrino para asustar ya atormentar a sus tíos pero esa vez parecía que no iba a ser tan fácil.
-En la que me metí-dijo-cuando los Dursley descubran que todo era mentira, me destriparan.
En ese momento, Harry se levanto de la cama y bajo las escaleras a paso decidido. Cuando entro en la cocina encontró a Vernon y petunia al borde de un ataque de nervios, con las caras blancas y los ojos mirando al vacío.
-Vernon, si prefieren puedo pedirles a los Weasley que vengan en lugar de Sirius.-dijo Harry nervioso
De repente las caras de sus tíos se iluminaron y petunia dejo escapar algunas palabras:
-Claro!!, por favor dile a ese “sorios” que no venga, que te vienen a buscar los ... esos amigos tuyos...
-está bien...-dijo Harry y se fue de nuevo a su habitación
Al otro día Harry se levantó muy temprano, buscó la varita debajo de la tabla suelta que estaba debajo de la cama y se vistió. Hedwig había vuelto por la noche y al encontrar su jaula cerrada durmió dentro del baúl que se había abierto cuando Harry se tropezó con él tirándolo al suelo. Harry se asustó mucho cuando coloco todas las cosas de Hogwarts que había preparado la noche anterior y escucho los alaridos de Hedwig provenientes de adentro.
En el desayuno se notaba un ambiente muy tenso, Vernon se balanceaba en su silla con el diario al revés, haciendo ruidos muy extraños y petunia estaba haciendo waffles sacados del freezer que se estaban quemando produciendo un humo negro. Harry casi se cae de la silla a causa de la risa, cuando Dudley bajo las escaleras y entro en la cocina con una especie de armadura confeccionada con plástico de tachos de basura y latitas de gaseosa aplastadas por toda su gorda panza unidas con cinta adhesiva, también tenia en la cabeza un balde con agujeros para poder ver. Parecía un matambre plateado.
-Dudley querido, ven a sentarte-dijo Petunia al ver que Dudley se quedaba en el marco de la puerta como aterrado.
-Dudley se sentó en la silla con mucha más dificultad que de costumbre; rompió una de las patas de la silla y se cayo al piso haciendo un estruendo terrible. Harry se descostillaba de la risa y trataba de que no lo notaran mordiendo la tostada. Mientras; tía Petunia trataba en vano de levantar a Dudley. De pronto se escucho un ruido raro en la sala, algo como un:”¡PLOP!”.
En ese momento, Harry corrió hacia la sala y ahí estaban Fred, George, Ron y Arthur Weasley tirados en el piso, como si se hubieran caído del techo.
-Hola!!!!!!!!!Que les paso?-dijo Harry ayudando a los mellizos a levantarse-por que están tirados en el piso?
-Vinimos con un traslador-dijo Arthur Weasley tomando un elefante de felpa- es lindo no es cierto?, Claro que hay que eliminarlo. Es peligroso que este en el mundo muggle y en el de los magos, imagínense si un mago lo toma y aparece aquí!-dijo mirando a los Dursley, como esperando que le dieran la razón.
Dudley grito y subió las escaleras lo más rápido que le permitía su chistosa armadura. Fred, George y Ron estaban muertos de risa, Petunia los miro con desagrado.
-Bueno chicos vayan a ayudar a Harry con el baúl.- dijo Arthur toqueteando nerviosamente el elefante de felpa.
Harry y los Weasley subieron las escaleras, y notaron dos ojos de un azul lechoso mirándolos desde la rendija de la puerta entreabierta de su cuarto.
-No te escondas! No vamos a hacerte daño!-dijo Fred con sarcasmo
-solo sacarte las orejas!-Agrego George. Se escucho un alarido y un portazo y se echaron a reír mientras se escuchaba desde abajo la disculpa de Arthur.
-Es que son tan bromistas!-dijo nervioso, al ver la cara de asesino de Vernon.
- Querías que te ayudáramos a abrir el baúl?-dijo Fred
-No, ya esta solucionado- dijo Harry sonriendo-solo hay que bajarlo.
Cuando bajaron el baúl y buscaron la jaula de Hedwig, ya estaba todo listo para ir a la madriguera, solo tenia que despedirse:
-hasta el año que viene-dijo Harry antes de tocar el elefante.
En ese momento Harry sintió la conocida sensación de viajar en traslador. Sintio los gemidos de espantpo de ron y las risas y gritos de los mellizo y unos segundos mas tarde se encontraba en la sala de la madriguera.
-Harry!!!!!!-dijo la señora Weasley cuando Harry perdió el equilibrio y quedo tirado en el piso como todos los demás Weasley- como te ha ido en casa de tus tíos?-dijo abrazándolo
-Bien, como todos los años.-respondió Harry
-Supongo que estarás hambriento, ven voy a prepararte algo.
En la cocina estaba Ginny, lo saludo sonriente, ya no era tan tímida como antes. Mientras la señora Weasley le preparaba unas salchichas y unos emparedados, Harry les contaba lo que paso cuando estaba solo en la casa de los Dursley, cuando vio a un perro negro idéntico a Sirius.
-Bueno chicos y Molly, los veo mañana! –dijo el señor Weasley tomando su varita y haciendo que la maleta que tenia a su lado se elevara en el aire y lo siguiera a cada paso a la altura de la frente.
-Chau papá!!-dijeron a coro los Weasley menos la señora Weasley que los saludo con un beso, haciendo que a maleta le pegara en la nariz.
-Ay!-gritó-bueno Arthur, cuídate!
-claro Molly! Adiós Harry!-dijo
-Adiós! Adónde va? –dijo Harry
-Tengo que arreglar algunos asuntos...-dijo-hasta mañana!-
Cuando la señora Weasley salió a acompañar a Arthur, empezaron los cuchicheos.
-Es muy extraño-dijo Fred-no nos quieren decir nada
-Debe tener que ver con ya sabes quien-dijo Ginny estremeciéndose
-Hubo noticias?-pregunto Harry
-Si, unas cuantas-dijo George muy serio
-Ha habido muchas proyecciones de la marca tenebrosa por todo el mundo... fue horrible... los muggles están sospechando-dijo Ron-ha salido en todos los noticiarios, diarios y revistas
-En el mundo muggle?-pregunto Harry asombrado
-Si, la marca tenebrosa apareció en un concierto de una muchacha muggle, creo que se llama, “brotni cers”, los muggles que estaban allí pensaron que era un efecto... pero todos os organizadores pronto armaron un escandalo para llegar al fondo del asunto. –Dijo Ron-También apareció en el caribe, en una isla, había unos 8 muggles, era una especie de programa de televisión(cosas de muggles), dicen que se enloquecieron del susto, eran argentinos y uno fue secuestrado. Todavía no hay noticias de el.
-Y para que proyectaron la marca tenebrosa? No la usan solo para llamar a los mortífagos?-preguntó Harry
- La utilizan para eso, y para divertirse, para atormentar a los magos y a los muggles, para demostrar que su poder se esta alzando de nuevo- dijo Fred
- También secuestraron a un mago, era un chico muy parecido a ti, morocho, ojos verdes, pero no tenia la cicatriz-el mortífago que lo haya capturado lo debe haber pasado muy mal-dijo Ginny
-Lo peor de todo-dijo Ron –es que nadie hace nada, todos se lamentan pero Fudge, el ministro de la magia, no mueve un dedo. Muy pronto esto va a ser como hace 17 años.
Harry suspiro.- Fudge no hace nada?-preguntó
- El dice que hace lo que puede, pero el ministerio de lucha contra las artes oscuras no esta trabajando, por falta de personal, y hay solo tres aurores de los cuales dos se han retirado la semana pasada. El único que trabaja incansablemente es Mundungus Fletcher, es un auror de unos 40 años-dijo George
-Ha capturado a mas de 200 mortífagos, en toda su carrera y ahora ha capturado tres, pero la cantidad de magos que se une al lado tenebroso es cada vez mayor aquí en Europa-dijo Ginny
-Aquí en Europa?-dijo Harry
-claro, en Europa es donde hay mas problemas. En cambio, los magos de Argentina y estados unidos están muy firmes frente al poder de Voldemort, sus aurores han capturado a muchos mortífagos y a muchos magos con actitudes peligrosas. Han ideado trampas y planes para averiguar donde se encuentra Voldemort, claro que son todos experimentos ya que ninguno ha funcionado todavía-explico Ron
-Oh... – como por ejemplo?
- Son secretos- dijo Ginny
-Ya veo...
-Hablando de algo mas alegre, Harry,-dijo Fred con una sonrisita – estamos muy ocupados hacien...-Fred cerro la boca, cuando george lo codeo, ya que la señora Weasley había entrado en la cocina
-haciendo...hmmm haciendo...-
-Nuestros deberes-dijo George en un tono no muy convincente.
-Oh!-exclamo Harry con una sonrisa, mientras tomaba una de sus salchichas.
-Ven te mostraremos-dijo fred en un susurro.
Subieron la escalera que recorria la casa en zigzag y Ron y Ginny los siguieron. Al abrir la puerta Harry se encontró con la habitación de Fred y George.
-Que es eso?-pregunto Harry señalando un baúl de color púrpura que estaba junto a las camas de los mellizos.
-Bueno, aquí tenemos algunos de nuestros inventos y los materiales para hacerlos...-dijo fred-nos falta mucho aun...
-Pero tenemos todo un verano-sonrió George.